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Carla Simón recoge el Premio Nacional de Cine y reivindica las lenguas: “El arte va siempre por delante de la política”

Carla Simón ha recogido este sábado el Premio Nacional de Cinematografía en el Festival de Cine de San Sebastián. La cineasta ha culminado con este galardón un año que arrancó con el triunfo en la Berlinale de su última película, Alcarràs, con la que se alzó con el Oso de Oro. Las directoras Elena López Riera y Meritxell Colell han presentado el evento, en el que Miquel Iceta, ministro de Cultura y Deporte, ha destacado sobre la homenajeada: “Con solo dos largometrajes has marcado la historia del cine reciente en nuestro país”.

“Eres estratosférica en todos los sentidos, generosa y magnética como tu cine”, ha alabado Colell, a quien conoció en 'Cine en curso', un programa de pedagogía del séptimo arte en escuelas e institutos. “Su cine está hecho desde su compromiso con el cine, pero sobre todo con la vida”.

Por su parte, la directora de El agua ha comenzado su intervención con una larga enumeración de adjetivos que definen a Simón. Entre ellos, “tozuda, incansable, inspiradora, constante, arriesgada, sencilla, minuciosa, persistente, introspectiva, leal, tenaz, conectada y un poco chalada”. “Este es el reconocimiento de una cineasta extraordinaria, y también al de una generación, una comunidad y una forma de entender el cine”, ha añadido.

“Gracias en mi nombre y el de tantas otras, por demostrar que podíamos reapropiarnos del cine, hacerlo a nuestra manera, llevarlo a nuestras tierras, nuestras gentes, acentos y lenguas. Estoy segura de que después de ti ninguna niña de pueblo pensará que es imposible hacer películas”, ha concluido con un último alegato: “En la vulnerabilidad compartida, somos más fuertes”.

El siguiente en tomar la palabra ha sido Miquel Iceta, ministro de Cultura y Deporte, que ha bromeado al comenzar con que, tras escuchar a las dos directoras y amigas, se sentía como en la canción de Mecano Me colé en una fiesta. El dirigente ha pronunciado parte de su discurso en catalán. “En estos días en los que hablamos mucho de lenguas, yo soy de los que cree que multiplican. La riqueza que ha incorporado Carla con una historia tan local que se ha hecho universal, marca un camino a seguir”, ha declarado.

Iceta ha aprovechado para reconocer los grandes pasos dados por las directoras en los últimos años: “Nos faltaba la potencia que está adquiriendo hoy la mirada de las mujeres. El cine se está enriqueciendo de una aportación que quizás ha tardado demasiado. Ha tenido que vencer muchos obstáculos para ser valorada en su justa medida”. El ministro le ha pedido que siga “transportando” al público al mundo que no conocen“.

“Larga vida al cine independiente”

Simón, tras subir ovacionada al escenario, ha reflexionado sobre si hacer cine es o no un acto egoísta. Por un lado ha considerado que genera “unas dinámicas que obligan a poner el ego de los cineastas en el centro”. Por otro, ha valorado: “Es un acto de comunicación con el otro. Compartimos nuestra visión con el mundo para hacerlo un lugar un poco más humano, comprensible y empático”.

La galardonada ha afirmado que este reconocimiento le llega en “tiempos de cambio” que ha definido como “emocionantes” y la vez “frágiles”. La cineasta ha agradecido a todas las cineastas que “abrieron camino” para que ahora figuras como ella no necesiten que sean los maridos quienes hagan por dar a conocer sus obras. Entre ellas ha mencionado a Agnes Varda, Chantal Akerman, Isabel Coixet, Josefina Molina, Pilar Miró e Icíar Bollaín.

“Por fin hay más mujeres haciendo cine. Por fin hay una tímida democratización de nuestro oficio y algunas maneras de trabajar se están quedando obsoletas”, ha sumado destacando que se han reventado puertas con las que incluir “historias que estaban apartadas desde el imaginario” porque no se había permitido que se contaran desde la perspectiva de las autoras.

Ahora bien, ha aprovechado su discurso para advertir sobre la “fragilidad” igualmente imperante: “En 2023 se censuran obras por motivos políticos en lugares de nuestro país”. Y ha dado espacio para, una vez más, reclamar la protección del cine independiente: “Hay que seguir protegiendo el cine con alma y riesgo. Que necesita tiempo, mimo, pensamiento y rigor. Que puede ser oscuro que pero que siempre encuentra alguna luz. Que cuando conecta es capaz de hacernos crecer”.

La censura ha sobrevolado el Festival de San Sebastián desde que se anunció que su programación incluiría el documental que Jordi Évole No me llame ternera, en el que el periodista ha entrevistado al exlíder de ETA Josu Urrutikoetxea. El filme generó polémica antes de su proyección, porque hubo quienes pidieron que se cancelara, emitiendo incluso insultos y realizando pintadas.

“Me parece absurdo que alguien pida que no se proyecte un documental que no ha visto, solo leyendo una sinopsis, porque no puedes juzgar cómo será esta película. Nadie puede pedir que no se proyecte algo ahora mismo. Hay libertad de expresión”, ha sostenido al respecto Simón.

Me parece absurdo que alguien pida que no se proyecte un documental que no ha visto

Rodar en catalán y cuantas más lenguas, mejor

Simón, que ha rodado sus dos películas en catalán, ha sostenido que este tipo de cine desempeña otro papel fundamental: “Exportar fuera nuestras culturas y lenguas”. Además de generar cientos de puestos de empleo. En plena semana en la que el uso de las lenguas cooficiales han sido aprobadas en el congreso, la cineasta ha defendido antes la prensa que “el arte siempre va un poco por delante de la política”.

“El tema de las lenguas no es nuevo. Vivimos en un país muy plural y es necesario que haya películas en todos los idiomas”, ha afirmado. Sobre su experiencia personal ha compartido que al viajar con sus dos largometrajes, Verano 1993 y Alcarràs, ha sido bonito comprobar cómo ha habido personas en distintos rincones del mundo que han sabido de la existencia del catalán gracias a ellas.

Un musical flamenco, su próximo proyecto

La cineasta está ya trabajando en la que será su tercera película, Romería, con la que cerrará su trilogía en torno a su familia. La cinta será mayoritariamente rodada en Galicia y la directora se ha mostrado entusiasta respecto a rodar en el mar, al ser algo que “aún” no había explorado. En el largometraje combinará varias lenguas: “Hay parte en español, en catalán, en gallego y un poco de francés”. Mientras que en Alcarràs optó por contar con un reparto íntegramente no profesional, aquí ha avanzado que este título “sí pide que puedan serlo”.

Para lo siguiente Simón tiene preparado un giro radical: rodar un musical flamenco. Una idea que, según ha expresado, llevaba teniendo “desde hace mucho tiempo”. “¿Cuántos musicales flamencos ha habido en España durante mucho tiempo y que relacionamos con la época de Franco? Siendo algo que ha seguido evolucionando, y que Saura sí exploró en su cine, me apetece hacerlo desde nuevos puntos de vista”, ha adelantado.