El cine español continúa siendo un sector masculinizado. Los hombres siguen ocupando un mayor número de cargos, recibiendo mayores presupuestos y premios. La brecha se va reduciendo pero todavía queda largo camino por recorrer. Así lo demuestra el informe Las mujeres en el sector cinematográfico del largometraje español 2023 presentado este viernes por las Asociación de Mujeres Cineastas (CIMA).
El estudio, elaborado por la socióloga Sara Cuenca, ha tenido en cuenta las 201 películas presentadas a los Premios Goya, y que en el último año coronaron a Juan Antonio Bayona y La sociedad de la nieve. Una película dirigida por un hombre, escrita por cuatro hombres y protagonizada por un reparto eminentemente masculino. También fue hombre su director de fotografía (Pedro Luque), su compositor (Michael Giacchino) y sus montadores (Andrés Gil y Jaume Martí). Las mujeres estuvieron presentes en la producción gracias a Belén Atienza y Sandra Hermida, y también el departamento de Maquillaje y peluquería –con las hermanas Ana y Belén López-Puigcerver que optaron al Oscar–.
El masculinizado equipo del filme que relató la tragedia de los Andes no es una excepción a la que señalar dentro de una industria audiovisual lejos de ser paritaria. Su caso no es aislado, es un ejemplo más del patrón que impera. De los 3.041 profesionales que ocuparon puestos de responsabilidad en los títulos estudiados por CIMA, el 38% (1.157) fueron ocupados por mujeres frente al 62% por hombres, marcando una leve subida de un 1% respecto a los datos de 2022.
Al desgranar los porcentajes de cada puesto, Cuenca ha señalado que “continúa produciéndose la segregación vertical y horizontal en el sector”. La presencia femenina sigue siendo mayoritaria o más cerca de la igualdad en “cargos que atienden a roles hegemónicos de género” como Diseño de vestuario (85%), Maquillaje y peluquería (81%), Dirección artística (64%) y Dirección de producción (51%).
Solo el 29% de los largometrajes fueron dirigidos por mujeres frente a un 71% de hombres. Aquí se ha experimentado un aumento más notable de número de mujeres en cuanto a 2022, en un 5%. Ahí se enmarcan nombres como Estíbaliz Urresola (20.000 especies de abejas), Isabel Coixet (Un amor), Elena Martín (Creatura), Itsaso Arana (Las chicas están bien) y Paula Ortiz (Teresa). El mayor índice de masculinización lo presenta Dirección de fotografía, donde la presencia de mujeres se limita al 19%. “Al analizar quién toma las decisiones, el mayor porcentaje de mujeres está en los puestos de base, la representatividad se va reduciendo”, ha añadido la socióloga responsable del estudio.
No obstante, Cuenca ha reconocido como “logro” los resultados obtenidos en 2023 al compararlos con los de hace siete años, cuando comenzó a elaborarse este informe. Se ha alcanzado la “máxima representatividad” de profesionales mujeres con el 38% citado, que en 2017 se limitada a un 24%. El crecimiento desde entonces ha sido de un 19% en dirección, 22% en guion, 22% en dirección de fotografía, 28% en sonido y, el más notable, un 97% en efectos especiales.
Como ya ocurriera en 2022, los largometrajes dirigidos por mujeres cuentan con costes inferiores a los dirigidos por hombres. No en vano, una de las principales quejas de las directoras y de CIMA es que la desigualdad se manifiesta siempre en los presupuestos que manejan ellas. Las grandes producciones siguen alejadas de las cineastas, con presupuestos un 41% menores. Una cifra que no ha variado respecto al curso anterior.
Las plataformas, en el punto de mira
El informe CIMA ha incluido este año como novedad el análisis sobre el papel de las plataformas en el apoyo a los largometrajes liderados por mujeres. Los servicios de streaming han ido cobrando un impacto creciente hasta posicionarse como un elemento fundamental dentro de la industria española, de ahí a que del total de títulos producidos y estrenados en ella dirigidos por mujeres sea del 27% frente al 73% por hombres, sea especialmente significativo. Una pauta que se traduce igualmente en los proyectos con guiones escritos por mujeres (25%) frente al 75% por hombres.
La plataforma que ha apoyado a más obras dirigidas por mujeres es Filmin, con un 67% frente al 33% liderados por hombres. Movistar+ procede en términos equitativos, con un 43% de largometrajes dirigidos por mujeres frente a un 57% dirigidos por hombres. En Netflix el porcentaje de largometrajes dirigidos por mujeres fue de un 7% frente al restante 93%. Su dinámica está claramente masculinizada, pero no es tan extrema como en los casos de Amazon Prime Video y Disney+, cuyo porcentaje es del 0%.
En cuanto a las televisiones, el 44% de las 63% películas apoyadas desde las televisiones generalistas están dirigidos por mujeres. RTVE ha participado en 50 largometrajes (48% de ellos dirigidos por mujeres), Atresmedia Cine en 9 (33% de ellos dirigidos por mujeres) y Telecinco Cinema en 4 (25% de ellos dirigidos por mujeres).
En lo relativo a los premios, se identifica una pauta histórica muy masculinizada en la forma de proceder en los reconocimientos individuales o galardones, aunque también se observa una tendencia de crecimiento en el reconocimiento a directoras y guionistas. 2023 ha sido el tercer año en los nueve estudiados en el que hay directoras y/o guionistas tras los premios. En concreto, este reconocimiento procede en exclusiva del Premio Nacional de Cinematografía y se localizan en los años 2019 (Josefina Molina), 2020 (Isabel Coixet) y 2023 (Carla Simón). Es decir, el Goya de Honor y la Medalla de Oro no han reconocido a directoras y guionistas en los nueve años de análisis.