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Claire Denis, la directora que mejor retrata el deseo femenino: “Marvel debería contratarme”

Cuando se pregunta a una de las directoras de la nueva hornada de cineastas españolas como Carla Simón o Clara Roquet por sus referentes siempre surge el mismo nombre: Claire Denis. No es extraño. En una industria dominada por los hombres Denis ha construido una carrera insobornable hablando como nadie de la mujer de forma compleja. La cámara de la directora francesa retrata los cuerpos y el deseo femenino dejando claro que hay otra manera de mostrar, de rodar el sexo y el placer. No hay voyeurismo en el cine de Claire Denis, sino siempre una cámara que se pega a la piel de sus personajes, a los que muestra llenos de contradicciones y con profundidad.

Este año ha estrenado en festivales dos películas. La primera de ellas, Fuego, llega este viernes a los cines españoles, y es la historia de una mujer —inmensa Juliette Binoche— que entra en un triángulo amoroso con un antiguo amante y su pareja actual (Vincent Lindon). Un filme que aborda las dudas de una mujer y deja claro que ellas también tienen derecho a desear, a dudar y a equivocarse sin pedir permiso ni perdón. Una adaptación de la novela de Christine Angot, una autora que a Denis le encanta, porque se muere de risa con sus libros, aunque la gente piense que son “sombríos y siniestros”.

Fuego muestra a esa mujer que es sujeto activo que desea y no es solo deseada, un tipo de mujer que para Denis siempre ha existido, pero que la ficción no estaba retratando. “Creo que siempre ha existido este tipo de mujeres que se ponen en el centro del deseo. Pero ahora la diferencia es que nos permitimos contarlo”, cuenta en una entrevista en el Festival de Cine de San Sebastián, donde presentó el filme.

Denis admite que conoce a un par de jóvenes realizadores que le han dicho que ella es su referente, pero confiesa que le cuesta verse así. “Ni siquiera sé si soy consciente incluso de mí misma. No soy una teórica, para nada. Soy alguien más bien instintivo. Me gusta. No creo que ese instinto sea únicamente femenino. También creo que hay hombres realizadores muy instintivos. Mis referentes para mí a menudo eran masculinos, aunque también tengo a mujeres como Marguerite Duras. Las películas de Ozu, por ejemplo, me parece que tienen algo masculino y femenino a la vez. Creo que en sus películas las mujeres están siempre en la misma igualdad que los hombres”, dice sobre sus referentes, entre los que también cita a otro director japonés, Shôhei Imamura y su retrato del deseo.

No cree que piense e intelectualice su forma de retratar los cuerpos y el sexo, y solo tiene una inspiración: la verdad. “Cuando empecé a hacer películas, poco a poco empecé a ver el cuerpo, el deseo. Yo no era consciente de eso, para nada, y te lo digo sinceramente que hoy todavía no lo soy, pero si alguien me pidiera que lo rodara de otra forma, no sabría hacerlo. Creo que no sé rodar de otra forma. Y, sin embargo, soy muy púdica. Hasta me gusta el pudor. En los actores también. Pero siempre tengo la impresión de que el cine es una materia física, y si se pide algo físico a los actores lo que no puedes hacer es quedarte allá lejos, a distancia. No me apetece. Es como decir, vamos a hacer una película y vosotros os vais a mojar, vais a estar debajo de la lluvia, pero yo voy a estar allí dentro y calentita. A mí eso me cuesta mucho, yo también quiero mojarme. Por eso cuando me dicen esto del deseo, pues es posible que sea verdad, pero yo no lo noto”.

En esta película trabaja con Vincent Lindon, un actor cuya fama de 'complicado' le precede, algo que Claire Denis niega. Dice que es “un actor muy fácil” y le describe como “un hombre que sufre, que duda de sí mismo constantemente y que intenta ser lo mejor posible y estar lo mejor posible”. “En mi opinión, es un actor maravilloso, adorable y también sexualmente atractivo. Para mí quizás los actores complicado son actores con los que me aburro. Y con Vincent no te aburres nunca. Un actor debe de ser algo en mi historia, y él duda de sí mismo, pero nunca duda del realizador ni de sus compañeros de reparto”, opina del intérprete.

Soy muy púdica. Hasta me gusta el pudor. Pero el cine es una materia física, y si se pide algo físico a los actores lo que no puedes hacer es quedarte allí lejos, a distancia

Otra de las directoras que todas las jóvenes cineastas menciona como referente es Lucrecia Martel. La argentina contaba hace unos años que Marvel se le acercó para proponerle una película de superhéroes, un género que a priori no le interesaba, pero que decidió reunirse para ver cómo iba. Cuando ella les dijo que las escenas de lucha no sabría bien cómo hacerlas, ellos le dijeron que daba igual, que las dirigiría otra persona, y en ese momento ella se dio cuenta de que aquello no estaba hecho para ella.

Denis se ríe con la anécdota y deja claro que Marvel no le ha ofrecido nada, pero se postula para hacerla. “Creo que lo haría muy bien y creo que Marvel debería pedirme que haga una película de superhéroes, porque creo que sé hacer que la gente sea heroica y bella. Creo que Marvel se equivoca profundamente no contratándome”, suelta con ironía pero dejando claro que su visión tendría mucho de su personalidad, de su retrato de los cuerpos y el deseo que la han hecho una leyenda viva.