El último Festival de Cannes dejó una imagen para el recuerdo. 82 mujeres tomaron la alfombra roja para reivindicar su “determinación y compromiso con el progreso”. Así lo anunció la presidenta del jurado, Cate Blanchett, que añadió, “es el momento de que todos los escalones de nuestra industria nos sean accesibles”.
Cuatro meses después, el compromiso fehaciente se ha materializado con la firma, en el marco del Festival de San Sebastián, de la Carta por la paridad y la inclusión de las mujeres en el cine, cogiendo el relevo del certamen francés. El evento, promovido por CIMA (Asociación de Mujeres Cineastas), ha sido acogido con aplausos en la sala de prensa del Zinemaldia.
En el acto han participado la vicepresidenta del gobierno Carmen Calvo, el Ministro de Cultura José Guirao, el director del Festival José Luis Rebordinos, la presidenta de CIMA Cristina Andreu y el alcalde de San Sebastián Eneko Goia. También han acudido otras personalidades de la industria como Mariano Barroso, director de la Academia de Cine o la productora Esther García, recién reconocida con el Premio Nacional de Cinematografía.
El contenido de la carta
Con la firma del documento, el Festival de San Sebastián, que está celebrando su edición número 66, asume el compromiso de compilar las estadísticas desagregadas por género para disponer de datos fiables y reales sobre la presencia de proyectos liderados por mujeres. Igualmente, a hacer pública la lista de miembros de los comités de selección y programación; y establecer un calendario de cambios en los órganos ejecutivos del festival con el fin de alcanzar la paridad en el actual período de mandato de dichos órganos. Por último, a realizar una comunicación anual sobre los progresos realizados.
Andreu ha sido la primera en tomar la palabra, y ha remarcado la importancia de que “las mujeres podamos competir en los festivales, donde la visibilidad es muy grande”. Para ello, se convierte en imprescindible que tanto las comisiones que eligen las películas como los jurados “sean paritarios, para conseguir que la presencia de realizadoras no sea algo residual”.
Por su parte, Rebordinos ha querido señalar que desde el certamen “asumimos el compromiso y la responsabilidad”. Este año, su sección oficial la componen 18 títulos, de los que únicamente cinco han sido dirigidos por mujeres. “Hay gente que nos felicita por ello y es demencial, no es para estar orgullosos”, ha comentado. Las alabanzas a las que se refiere se dieron después las críticas recibidas en Venecia, donde solo había una directora a competición. Las cinco realizadoras de San Sebastián parecían muchas, pero el responsable es consciente de que no, y espera que “dentro de pocos años podamos celebrar que la selección es absolutamente paritaria”.
“Hemos querido que la firma tenga la solemnidad que requiere”, ha aclamado Calvo. La vicepresidenta ha colocado la igualdad como “epicentro de la democracia”, que no existe si “seguimos construyendo un espacio donde más de la mitad de la población tiene menos oportunidades”. Sobre el caso concreto del cine, ha expresado sin titubeos que “las mujeres solo queremos competir en igualdad de oportunidades porque sabemos que ganamos”. Ha concluido su discurso sentenciando que “sin nosotras no hay democracia. Con nosotras la democracia mejora”.
Datos que hablan por sí mismos
La firma ha coincidido con la publicación del Informe CIMA 2017, que recoge la representatividad de las mujeres en el sector cinematográfico español. El documento, elaborado sobre 131 películas estrenadas el pasado año, pone en evidencia la falta de paridad, al representar las mujeres un 24% del total, frente al 76% representado por los hombres. Ellos, además, ocupan el 70% de los cargos de responsabilidad. Las áreas con más presencia masculina son efectos especiales (99%), composición musical (96%), sonido y dirección de fotografía, ambas con un 93%.
La comparativa de los datos de los informes anteriores da cuenta de que la representatividad de las mujeres ha disminuido en dos puntos porcentuales. Después de que en 2015 y 2016, se hubiera mantenido en un 26%, en 2018 se ha reducido al 24%. El porcentaje de directoras es del 12%, pero considerando sólo el género de ficción se reduce al 9%. Animación es el campo con menor presencia, con tan sólo un 10%.