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El hundimiento de la familia comunista, del fanatismo estalinista a la huida a Occidente

De un viejo comunista que cumple 90 años y sigue fiel a los principios del estalinismo a un nieto que escapa a Occidente pasando por un padre diletante, el cual sobrevive en la asfixiante atmósfera de la Alemania comunista en vísperas de la caída del muro de Berlín en 1989. En medio, tres mujeres devastadas por el hundimiento del sueño de una sociedad justa e igualitaria.

Con estos mimbres escribió Eugen Ruge (Sosva, URSS, 1954) En tiempos de luz menguante (Anagrama), una de las mejores novelas alemanas de los últimos años que el director Matti Geschonneck ha adaptado en una película del mismo título que este viernes se estrena en España. Publicada en 2011, la novela obtuvo el Premio del Libro alemán, ha sido traducida a numerosos idiomas y algunos críticos la han comparado con clásicos germanos del siglo XX como Berlin, Alexanderplatz, de Alfred Döblin; o El tambor de hojalata, de Günter Grass.

Nacido en la Unión Soviética y formado en Berlín, hijo de una pareja germano-rusa, Eugen Ruge fue matemático y físico antes de dedicarse a la literatura como dramaturgo, guionista de televisión y traductor tras su huida a Occidente en 1988, un año antes de la caída del muro. Así pues, el éxito reciente como novelista le ha llegado en su madurez y el escritor contesta con ironía a la pregunta de eldiario.es sobre esa tardanza. “No sabía”, responde por correo electrónico, “que tenía capacidad para escribir novelas”.

Ruge reconoce que le sorprendió la excelente acogida de su novela, si bien matiza que tuvo la sensación de que había escrito un buen libro. En esta novela monumental sobre una saga familiar a través de medio siglo, desde la posguerra hasta el derrumbe de la República Democrática de Alemania (RDA), Ruge entremezcla las peripecias de sus personajes con el telón de fondo de los cambios históricos en el bloque soviético en un itinerario geográfico que pasa por la Unión Soviética, México y Alemania. Tal vez en esta combinación de las microhistorias con la Historia con mayúsculas radica una de las claves de la calidad de la novela.

“Se trata de un tema”, señala el autor tras confesar que la novela es, en buena medida, autobiográfica, “que conmueve a las personas y yo tenía la suficiente distancia para escribir un libro que cumpliera ese mandato de la literatura de contar sin juzgar”. A través de una prosa eficaz y cuidada, sin grandes alardes estilísticos y con varios saltos narrativos en distintas épocas, En tiempos de luz cambiante no pretende, en efecto, juzgar las conductas de sus personajes.

Ruge se limita a mostrar los sueños rotos, la melancolía por un pasado heroico y la necesidad de sobrevivir, por encima de todo, de tres generaciones de comunistas alemanes en la opresiva dictadura de la RDA. Por ello, esa familia se convierte en el espejo del derrumbamiento de todo un sistema que había dominado medio mundo desde el final de la Segunda Guerra Mundial. En definitiva, esa saga revela su propia decadencia al compás del declive de la sociedad en la que viven. Ruge subraya este paralelismo al afirmar que “las historias familiares se comprenden y llegan a lectores en todo el mundo”.

Estrenada en Alemania el pasado año, dirigida por Matti Geschonneck y con Bruno Gans, Sylvester Groth y Evgenia Dodina en sus principales papeles, la película inspirada en la novela llega ahora a España. Como suele ocurrir, el escritor comenta que resultaba difícil resumir en poco más de hora y media de metraje los avatares de esa compleja saga familiar alemana. Según opina Ruge, “el largometraje apenas cuenta un 5% del libro.”, motivo por el que mucha de la evolución narrativa vista en la novela “se descarta en la película”. En cualquier caso, añade, esta es “una obra en sí misma que sólo toma la novela como referencia, como materia prima”.

Más allá del telón de acero

El filme transcurre en su totalidad durante la fiesta del 90 cumpleaños de ese viejo y venerado héroe comunista, el patriarca de la familia, en un desfile de personajes, entre patéticos y crueles, que representan el ocaso de un régimen. Sin apenas flashbacks la narración fílmica se centra en ese 1 de octubre de 1989, un mes antes del desmoronamiento del muro de Berlín y cuando ya otros países del bloque del Este, de más allá del llamado telón de acero, comienzan a romper con el comunismo. De hecho, la figura del nieto ausente actúa como uno de los hilos conductores de la trama.

Resulta difícil no evocar en el desarrollo de En tiempos de luz menguante otros filmes que han retratado ese periodo convulso y vital para la historia de Europa que fue el desplome del comunismo y la reunificación de Alemania.

En clave de comedia agridulce habría que citar la magnífica Good bye Lenin (Wolfgang Becker, 2003) o, en la vertiente dramática, la memorable La vida de los otros, (Florian Henckel, 2006), dos de las mejores películas germanas de los últimos años. Ahora bien, tal como dice Eugen Ruge, han tenido que pasar tres décadas para narrar, con una cierta distancia y sin juicios previos, aquella agitada época. En ese sentido, tanto la novela original como el filme abordan esos conflictos de aquellos meses de 1989, que sacudieron el mundo, desde muchos puntos de vista, desde diferentes versiones de la verdad, desde la perspectiva de cada protagonista.

Satisfecho ahora con el estreno de la película en España, el autor de En tiempos de luz menguante recuerda en plan nostálgico su amor por el idioma español, que su abuela sabía hablar y hasta cantar. “Aprendí las canciones de Jorge Negrete porque me las cantaba mi abuela”, comenta divertido Ruge. La película servirá, sin duda, para atraer a lectores de nuestro país, con frecuencia alejados de las letras alemanas, para que aprecien así uno de los libros que mejor ha retratado las pequeñas y grandes historias que precipitaron el desplome del comunismo.