Por los paisajes lunares y las playas vírgenes de Fuerteventura han pasado Ridley Scott, Robert Zemeckis y Sacha Baron Cohen. Las grandes producciones de Hollywood llegan atraídas por unas ventajas fiscales que apenas se dan en el resto del país y por los imponentes exteriores de la isla canaria. A cambio, el archipiélago recibe “promoción en su desarrollo económico y social”, según afirma en su página web la Fuerteventura Film Commission, órgano regional que gestiona la captación de rodajes.
Este trueque ha levantado polvareda con la grabación del último spin-off de Star Wars, situado estas semanas en el Parque Natural de Jandía. La película se centra en narrar la juventud de Han Solo, uno de los personajes más queridos y míticos de la saga e interpretado hasta ahora por Harrison Ford.
Según ha podido saber eldiario.es, el grupo sindical CNT Fuerteventura denunció ante la Inspección de Trabajo la vulneración del convenio laboral de los figurantes y el personal técnico del set. Unos días más tarde, el grupo de Podemos en el Cabildo de Fuerteventura puso el foco en “un impacto ambiental irreparable” debido a “negligencias” de la autoridad insular.
El interés mediático hacia la película de Disney y LucasFilms ha desvelado las precarias condiciones de trabajo para los últimos eslabones de los rodajes y la vulnerabilidad de los paisajes protegidos ante la llegada de sus enormes equipos. En el primer caso, fueron los propios trabajadores quienes interpusieron una demanda ante la Inspección de Trabajo del Ministerio de forma anónima.
La mayoría de ellos son personal técnico y asistentes contratados por Sur-Film, una productora tinerfeña subcontratada por Disney para gestionar el rodaje de Star Wars en nuestro país. Sus quejas están dirigidas por completo a la productora canaria, que es con la que firmaron el convenio para estas semanas y quienes establecen los horarios de descansos y las horas extra. Este diario ha intentado contactar con Sur-Film en reiteradas ocasiones para recabar su opinión sin obtener respuesta.
“Nos enteramos de que estaban cometiendo varios abusos laborales tales como trabajar más de 12 horas diarias, en condiciones sin seguridad de higiene y con descansos programados que no se cumplen”, cuenta la representante de CNT en Fuerteventura a este diario. En cuanto tuvieron conocimiento de la denuncia de los trabajadores, ella y otro compañero se personaron en el rodaje para ofrecer al equipo información sindical, pero les negaron el paso. “Se nos dijo que allí todo el mundo estaba bien y contento, pero si han llegado a poner una denuncia anónima es porque debe haber un malestar enorme”, reiteran desde el sindicato.
Una fuente anónima del rodaje explica las condiciones que le llevaron a interponer la denuncia. “Hay gente que trabaja desde por la mañana hasta por la noche y hace 14 o 16 horas seguidas sin descanso. A pleno sol, además. El tema es que, por convenio, son 52 horas de trabajo como máximo y aquí hay gente que hace unas 80 semanales y sin remunerar las horas extra”, cuenta este trabajador a eldiario.es. Explica que hay mucho miedo entre el equipo a raíz de la denuncia, pero también mucha indignación.
Según su testimonio, la situación de los trabajadores españoles dista bastante de las del equipo de la productora británica Red Cup, asociada de Sur-Film y subcontratada también por Disney. “La británica se ha traído a gente, con su horario inglés y sus buenos salarios”, compara este trabajador. También critica la decisión de contratar a gente de fuera de Fuerteventura, ya que, según su versión, Sur-Film había acordado con el Cabildo dar trabajo a oriundos con la promesa de favorecer las oportunidades laborales en la isla. “Lo que han hecho es metérsela doblada para que les dieran la autorización”, considera.
El pago de las horas extra también se percibe con desigualdad, ya que este trabajador afirma que hay personal que sí las cobra. “A nosotros nos dicen que Disney se ha negado a remunerarlas, pero hay muchas irregularidades”, cuenta. Este punto es uno de los destacados en la denuncia de la CNT frente a la Inspección de Trabajo. “Bajo lo establecido en el Convenio Sectorial, las horas extraordinarias podrán ser compensadas por tiempo de descanso (75 minutos por hora trabajada) o bien retribuidas”, reza el Artículo 18 citado en la denuncia.
Además, el sindicato hizo referencia a la jornada laboral, el descanso, las comidas y el plan de trabajo, pidiendo que Inspección “realice las averiguaciones que considere oportunas con carácter de urgencia”.
Los riesgos en el ecosistema
La Fuerteventura Film Commission deja claro en su página que en la isla hay multitud de espacios protegidos y que “los usuarios y empresas deben respetar las normas reguladoras” de los mismos. En ellos se han rodado Aliados, con Marion Cotillard y Brad Pitt, Éxodo o El dictador, la última del director de Ali G. Sin embargo, Star Wars ha hecho saltar las alarmas de Podemos, que ha denunciado los daños medioambientales que según ellos ha provocado el equipo de Disney.
“Se han asfaltado pistas forestales para poder entrar con materiales de montaje”, declaró el portavoz de la formación morada en Fuerteventura, Andrés Briansó. La zona en la que se ha situado el set pertenece al Parque Natural de Jandía, al que describe como único espacio desértico protegido de Europa. “No nos oponemos en absoluto a este tipo de rodajes, pero el cuidado de un ecosistema tan frágil debe ser prioritario”, ha dicho Briansó.
Podemos Fuerteventura no ha querido dejar de mencionar las quejas de los trabajadores. “Lo que oferta esta superproducción son trabajos temporales a algunas personas, de no más de una semana, lo que dista mucho de ser una solución a la situación laboral que padece Fuerteventura, ya que es un trabajo esporádico y fugaz y, según denuncian los trabajadores, con irregularidades en las condiciones y en los salarios”, ha señalado respecto a la anterior polémica.
La formación morada critica también la “falta de transparencia” que percibe en el Cabildo y el Gobierno de Canarias sobre el beneficio económico que este rodaje reporta a Fuerteventura, “porque nadie sabe cuánto le cuesta exactamente a la productora Disney y a Sur-Film rodar en Jandía, ni a quién le pagan”.
En este caso, la Fuerteventura Film Commission sí que ha respondido ante las críticas alegando que “todos los rodajes cinematográficos pasan por los controles más estrictos en cuanto a autorizaciones y permisos, tal y como establece la ley. Afirmar lo contrario demuestra una falta de respeto al trabajo que realizan técnicos especialistas de ayuntamientos, Cabildo y Gobierno de Canarias”.
El organismo público atribuye estos comentarios “al empecinamiento de algunos para ir en contra de todo lo que sea desarrollo y bienestar para los habitantes de la isla”, con lo que “tratan de perjudicar a un sector que crea empleo, diversifica la economía y promociona Fuerteventura”. Por su parte, Podemos pide transparencia sobre estos acuerdos y las licencias permitidas a las grandes productoras. “¿Existe declaración de impacto ambiental, algún plan para que no se convierta en un vertedero de metal y madera?”, se pregunta Briansó.
España ha sido siempre un destino atractivo para Hollywood por su clima y la variedad de localizaciones. En 2014, el Gobierno echó por tierra las expectativas de la industria cinematográfica con una reforma fiscal que congeló la precariedad actual, lo que alejó a los grandes proyectos extranjeros y espantó a las empresas nacionales.
Esta situación dista de ser ideal, pero tampoco lo es atraer rodajes foráneos y pactar con ellos sin transparencia. Las Islas Canarias, con un régimen fiscal específico debido a su lejanía de la península, deben afrontar los retos que les supone ser uno de los parajes más ricos y prácticos de nuestro país. Ya sea ante el Quijote maldito de Terry Gilliam o el mismísimo Han Solo.