La portada de mañana
Acceder
Dos correos tumban la tesis del PP: la Confederación del Júcar avisó del peligro
El cortafuegos de Mazón: dos conselleras en la puerta de salida
Opinión - Rompamos el tabú: hablemos de decrecimiento. Por Neus Tomàs

Muere John Romita, el legendario dibujante de Spiderman

John Romita era uno de los últimos dibujantes supervivientes de una época dorada del cómic de superhéroes, en la que se crearon muchos de los personajes hoy universalmente conocidos. Según ha anunciado en las redes sociales su hijo, el también dibujante de cómics John Romita Jr., el veterano artista falleció el pasado 12 de junio, mientras dormía. Romita, con 93 años, llevaba décadas retirado de su oficio.

Nacido en Brooklyn (Nueva York), John Romita, hijo de inmigrantes sicilianos, tuvo, como tantos otros dibujantes de su generación, una infancia humilde en el seno de una familia numerosa. En 1947 se graduó en la Escuela de Arte Industrial de Manhattan, y realizó sus primeros trabajos artísticos en los años siguientes, entre ellos, su primera colaboración en la industria del comic-book, como dibujante no acreditado. En esa época, conoció también a Stan Lee, editor de Timely Comics, el nombre que entonces tenía la editorial que luego adoptaría el más conocido Marvel Comics.

Tras su servicio militar, en los años 50 Romita retomó la colaboración con Timely y publicó sus dibujos en las cabeceras de los géneros que entonces estaban de moda: ciencia ficción, terror y romance. Este último fue el espacio donde mejor encajó el dibujante neoyorquino, gracias a su estilo clásico, deudor de dibujantes de prensa como Milton Caniff y especialmente dotado para representar las figuras femeninas y las escenas típicas del género, en series como My Own Romance o Stories of Romance. En esos mismos años colaboró también con el principal rival de la futura Marvel, DC Comics, con abundantes historias románticas publicadas en diferentes títulos, como Girl’s Romance.

Entre 1953 y 1954, Romita tuvo su primer encuentro con los superhéroes, por aquel entonces un género pasado de moda. Fue con el Capitán América, el célebre personaje creado en 1940 por Joe Simon y Jack Kirby, que Timely Comics intentó relanzar en el contexto de la Guerra Fría enfrentándolo a enemigos comunistas, sin mucho éxito.

Pero su relación más estrecha con el género no llegaría hasta el cambio de nombre de la editorial y el bum de la era Marvel en los años 60, cuando Stan Lee vuelva a contar con él, para sustituir a Steve Ditko en The Amazing Spider-Man, una de la cabeceras más exitosas de Marvel Comics, protagonizada por su personaje más popular. Tras algunos trabajos de entintado y algunos números de la serie de otro héroe de la casa, Daredevil, John Romita desembarcaba en la serie del célebre “trepamuros” en su número 39. En las antípodas del estilo personal, extraño y satírico de Steve Ditko, Romita imprimió un tono de drama romántico a las tramas, jugando con el triángulo amoroso formado por Peter Parker, alter ego de Spiderman, Gwen Stacy y Mary Jane Watson, dos personajes femeninos que Romita diseñó. También fue el creador gráfico de uno de los enemigos más característicos de Spiderman: el jefe de la mafia Kingpin.

Romita definió la imagen más clásica e icónica de Spiderman, que permanecería invariable durante décadas, y no solo fue el dibujante de la serie durante varios años, sino que también continuó vinculado a la cabecera como entintador de otros grandes artistas, entre ellos, Gil Kane. Según cuenta Sean Howe en su libro Marvel Comics. La historia jamás contada (Panini, 2013), de Romita fue la idea de que el archienemigo de Spiderman, el Duende Verde, asesinara a su novia Gwen Stacy, como forma de provocar un giro a la serie, lo que dio lugar a una de sus historias más recordadas, desarrollada junto a Gerry Conway y Gil Kane.

Su estilo se convirtió en el estándar de la editorial, hasta el punto de que Romita compaginó sus colaboraciones como dibujante con todo tipo de labores editoriales, desde el diseño de logos y portadas al abocetado de páginas que luego terminaban otros dibujantes más inexpertos, pasando por la realización de correcciones. En 1973, ese trabajo se convirtió en su principal labor en la editorial, al convertirse en el director de arte, de la mano de Stan Lee, con quien mantuvo una excelente relación. Romita también se implicó en el diseño de numerosos personajes, como Luke Cage o Tigra, aunque sus dos creaciones gráficas más importantes de aquellos años fueron, sin duda, el Castigador y Lobezno.

Centrado en esas labores, John Romita se fue alejando paulatinamente del trabajo como dibujante regular, aunque se encargó de ilustrar la tira de prensa de Spiderman entre 1977 y 1980. En las décadas de los 80 y los 90, el dibujante se limitó a puntuales trabajos de entintado y colaboraciones en números especiales, mientras que su hijo, conocido como John Romita Jr., se convertía en su sucesor y uno de los principales dibujantes de Marvel Comics. En 1997, su padre, que ya firmaba como John Romita Sr., volvió a colaborar con Stan Lee en Spiderman/Kingpin: A muerte, uno de sus últimos trabajos como dibujante.

En los años posteriores realizó algunas otras colaboraciones esporádicas, viñetas para números conmemorativos de personajes como el Capitán América o Daredevil, pero Romita, en el momento de su muerte, llevaba dos décadas retirado. Convertido en una leyenda de la profesión, ha sido uno de los dibujantes más influyentes del medio. Al saberse la noticia de su fallecimiento, autores como Alex Ross, Paul Dini, Dan Slott o Kurt Busiek han mostrado en redes sociales sus condolencias.