El cantante Alejandro Sanz ha intervenido este martes en la Cumbre del Clima que desde hace una semana se celebra en la capital. El madrileño, que se ha presentado como “músico y ciudadano del mundo”, ha advertido al principio de su alegato que su intención“ no es acusar ni señalar a nadie porque creo sinceramente que todos somos culpables del momento crítico en el que nos encontramos y todos somos parte de la solución”.
También ha dejado claro que “no es una cuestión de color político” justo antes de recitar dos de sus propios versos: A veces sueña con tu alegría mi melodía/ a veces sueña el planeta que le queremos. Sin embargo, la parte que más impacto ha tenido del discurso son las medidas que pretende tomar a nivel personal para ser menos contaminante.
“No quiero decirle a nadie lo que tiene que hacer pero sí que voy a decirles lo que voy a hacer yo: voy a implementar un estudio de la cantidad de CO2 que emiten mis conciertos. Pondré todos el esfuerzo para que mis conciertos tengan como principio básico la energía renovable, que los sistemas de transporte sean eléctricos o lo que sea necesario para frenar esto”, ha afirmado en el tramo de Alto Nivel de la Cumbre del Clima.
Sanz se ha mostrado optimista y queriendo “creer que llegaremos a tiempo para revertir el cambio climático, pero por otro lado me doy cuenta de que estamos ante la última oportunidad de hacer realidad este cambio”. No obstante, en redes sus declaraciones han despertado cierto escepticismo, sobre todo desde que hace poco saliese a la luz que el cantante hace uso a menudo de un avión privado para desplazarse.
Él ha pedido a la audiencia que “piense en los niños” y a los gobernantes que “no tengan miedo a exigirnos sacrificios”. Por su parte, otros le han exigido al cantante que se tome en serio el compromiso medioambiental que ha defendido hoy sobre un atril.
“Vamos a demostrarnos que de verdad somos una especie inteligente, capaces de buscar entre todos una solución coherente. No perdamos más el tiempo. Seamos justos con los más desfavorecidos porque no puede haber una transición medioambiental sin una sociedad justa, equitativa e inclusiva”, ha concluido el músico.