Los editores de los diccionarios Vox, con más de medio siglo de trayectoria, han admitido este lunes que les “toca las narices” que exista un partido con el mismo nombre, y preferirían que su marca no se asociase a la política.
“Nosotros no nos presentamos a las elecciones, nos dedicamos a hacer diccionarios, a la cultura y a la investigación”, han explicado a Europa Press fuentes de la empresa. La editorial Vox, con sede en Barcelona e integrada en el Grupo Anaya, está especializada desde hace décadas a la creación de diccionarios monolingües y bilingües.
Entre estas publicaciones, están las dedicadas al latín, lengua en la que su nombre significa 'voz'. Es decir, la misma palabra que utilizó para denominarse el partido de extrema derecha de Santiago Abascal, fundado en 2013, y que este domingo irrumpió en las elecciones andaluzas con 12 escaños.
Según explican estas mismas fuentes de los diccionarios Vox, sus servicios jurídicos estudiaron la posibilidad de litigar por la marca tras la creación de la formación política, aunque finalmente descartaron esa opción. “Nosotros tenemos registrada la marca para editar libros, y preferiríamos que no existiera un partido con ese nombre”, añaden reconociendo que no les interesa polemizar con una formación política.
“Formamos parte del imaginario colectivo de varias generaciones de estudiantes que han aprendido con nuestros diccionarios”, reivindican los editores, que se definen como una empresa “multicultural porque trabajamos con las lenguas y detrás de cada la lengua hay una cultura”.
Sin embargo, a pesar de una extensa trayectoria de más de medio siglo dedicada a la formación y el estudio, los diccionarios Vox no han podido escapar a las bromas que surgen de su homonimia con un partido político. “Por ejemplo, el periodista Jordi Évole dijo aquello de que Vox era un partido con nombre de diccionario”, comentan desde la editorial, donde han asumido que su famoso eslogan de los años 70 –'Necesitas un Vox'– ha adquirido nuevo significado.