El cineasta argentino Santiago Esteves debuta en el largometraje con “La educación del rey”, una potente mezcla de relato social y “thriller” en el que lo importante son los personajes, con el que compite en la sección Horizontes Latinos del 65 Festival de San Sebastián.
“El cine que me gusta, el más interesante para mí, es el que tiene que ver con los personajes, con experiencias humanas distintas a las que vivimos”, ha explicado hoy Esteves a Efe poco antes de la presentación oficial del filme.
Y la clave de su ópera prima, pese a que también es una película de género, un “thriller”, son precisamente los personajes, a los que interpretan de forma brillante el veterano Germán De Silva (Carlos) y el debutante Matías Encinas (Reynaldo).
El encuentro que tienen Carlos, un guarda de seguridad jubilado, y Rey, un adolescente que se inicia en el mundo de la delincuencia, les produce una transformación, y eso es lo que le gusta al director, mostrar cómo las experiencias cambian a las personas.
Una película que nació primero como un proyecto de miniserie, pero que Esteves consideró que tenía la suficiente entidad como para hacer un largometraje, así que realizó un nuevo montaje del material que tenía, rodó nuevas escenas y construyó el filme.
Ya como filme pasó por Cine en Construcción de San Sebastián el pasado año y fue la ganadora de este foro que ayuda a finalizar proyectos en marcha.
En aquel momento era “un proyecto muy frágil” y con el premio conseguido pudieron “terminar de darle forma” a una película con la que participa en la sección Horizontes Latinos, junto a nombres consagrados como el mexicano Michel Franco o la chilena Marcela Said.
“Estoy muy contento por terminar este trabajo que empezamos aquí, muy feliz de que apoyaran una película como la nuestra, con una mirada diferente al cine de género, es un sueño”, afirma emocionado Esteves.
Y también feliz Matías Encinas. “Todavía no consigo creerme dónde estoy”, asegura el actor, de apenas 19 años y que tenía 17 cuando interpretó a un personaje muy complejo.
Aunque lo más difícil para él fue el salto del teatro en el que siempre había actuado, al mundo audiovisual, del que no conocía nada.
Esteves quería que el joven protagonista fuera un actor de Mendoza, la región de la que procede y en la que se desarrolla la historia, y al empezar las pruebas al primero que vio fue a Matías y se dio cuenta de que era el apropiado para el personaje.
“Me tuve que acostumbrar a estar frente a la cámara”, recuerda el actor, que solo cuando se quitó los primeros miedos fue cuando pudo meterse en la piel de Rey y acostumbrarse a un tipo de interpretación más sutil y menos corporal que la del teatro.
Frente a él, un veterano como De Silva, que ha participado en títulos como “Las acacias” o “Relatos salvajes”, y que fue el primero en el que Esteves pensó para dar vida a Carlos Vargas.
Una película árida como el paisaje en el que se desarrolla, inspirada en terribles casos reales en Argentina, donde se descubrió cómo policías se aprovechaban de jóvenes de barrios marginales para cometer delitos, y que es un ejemplo de las nuevas miradas de un cine argentino que está protagonizando esta edición de San Sebastián.
“Hay un alto nivel de diversidad en las miradas de los nuevos directores, nuevas formas de ver, algo que es valiosísimo”, opina Esteves de una cinematografía que está presente en todas las secciones del festival y con muchos nuevos nombres en la realización.
Alicia García de Francisco