Abbas Kiarostami, figura fundamental del la historia del cine contemporáneo, y principal exponente del cine iraní, murió ayer a los 76 años de edad en un hospital de la capital de Francia. Residía des de que el 28 empezase un tratamiento médico para combatir su cáncer gastrointestinal, según informó la agencia de noticias iraní ISNA.
El cadáver de Kiarostami será trasladado a Irán. Allí se realizará el entierro del director de cine que ganó la Palma de Oro en Cannes en 1997 por su película El sabor de las cerezas y el gran premio del jurado del festival de Venecia en 1999 por El viento nos llevará
Kiarostami fue el autor de joyas del cine como A través de los olivos, ¿Dónde está la casa de mi amigo?, Close-up o Y la vida continúa.., el iraní Abbas Kiarostami fue, por encima de todo, un defensor del arte, de la libertad de expresión y de su pueblo. Durante años, estuvo viviendo entre Irán y Francia, país al que se mudaba cada vez que quería trabajar con una libertad que su país de origen le negaba. “Las limitaciones no son agradables, pero lo más importante es qué hacemos con este descontento: ¿Dejamos de trabajar o buscamos soluciones para seguir en el camino como artistas y poder conseguir éxitos?”, se preguntó en una rueda de prensa en Murcia (España) en 2012.
Su éxito no se reflejó en una mejor situación para él ni para el resto de los cineastas en Irán. Pero él siguió siempre rodando, presentando puntualmente sus trabajos en los festivales internacionales de cine más prestigiosos, como Cannes o Venecia o en la Seminci de Valladolid, una de las paradas habituales de su cine -consiguió la Espiga de Oro por A través de los olivos en 1994, y por Copia certificada en 2010-.
Ésta última, llegó a ser prohibida en su país con la excusa de la vestimenta de la protagonista, la francesa Juliette Binoche, no era adecuada para la moral islámica que rige en la República Islámica. Por eso, y desde su privilegiada posición en el panorama cinematográfico internacional, Kiarostami no desaprovechó ninguna oportunidad para denunciar la represión cultural en su país y defender a otros cineastas como el detenido Jafar Panahi.
Entre el pasado mes de febrero y el mes de abril Kiarostami estuvo internado debido a varias cirugías. Ante las dificultades del proceso de cura, finalmente el pasado 28 de junio decidió partir a París para seguir su tratamiento con especialistas médicos. Hoy, será trasladado a su país.