El festival de Austin (Texas, EEUU) South By Southwest (SXSW) canceló el lunes dos conferencias sobre mujeres y videojuegos, resucitando un feo fantasma del verano pasado: el Gamergate, una campaña de acoso a mujeres del mundo del videojuego que osaban quejarse contra la discriminación. “Hemos recibido numerosas amenazas de violencia respecto a esta charla, por lo que parece bastante improbable que vaya a existir un clima cívico y respetuoso en marzo en Austin”, explicaron los organizadores del SXSW.
El caso nos retrotrae al vivido el año pasado por la crítica cultural Anita Sarkeesian, cuando las amenazas de muerte le obligaron incluso a cancelar una charla en la Universidad de Utah.
La decisión del SXSW ha sido lo bastante polémica como para perder a dos grandes compañías de medios digitales, Vox Media y Buzzfeed, que se han retirado del festival a modo de protesta. La moderadora Randi Lee Harper aseguró que la conferencia, que llevaba por título 'Level Up: Overcoming Harrassment in Games' (Un nivel más: superando el acoso en los videojuegos), no trataría nada relacionado con el Gamergate, pero el festival ha preferido no tentar a la suerte y cortar de raíz el “problema”.
Entre los ponentes se encontraban algunas mujeres -directoras o creadoras de videojuegos- que han sido víctimas de acoso por parte de algunos sectores de la industria en el pasado, como la propia Randi Lee Harper, Caroline Sinders y Katherine Cross.
Sin embargo, la otra charla sí incluía a una persona relacionada en el GamerGate: Lynn Walsh. 'SavePoint: A Discussion on the Gaming Community' (Punto de rescate: Un debate en la comunidad gamer), tenía como invitadas a Perry Jones, Mercedes Carrera y Nick Robalik. “En los siete días siguientes al anuncio de las dos sesiones, SXSW ha recibido numerosas amenazas de violencia relacionadas con la programación”, dijo el director del festival, Hugh Forrest. “La seguridad de nuestros ponentes, participantes y del personal es siempre nuestra prioridad”, asegura el propio festival en un comunicado.
Las reacciones
En el verano de 2014, se inició una campaña sobre todo en los foros 4Chan y Reddit contra las denuncias de sexismo y machismo en el mundo del videjuego. Ellos lo redefinieron como la “mejora de los estándares éticos del periodismo de videojuegos al oponerse al criticismo social resultante de la conspiración entre feministas y progresistas”. Comenzaron entonces una serie de ataques –amenazas de muerte, correos violentos– contra algunas de las mujeres más influyentes de la industria de los videojuegos, como las desarrolladoras Zoe Quinn y Brianna Wu. Anita Sarkeesian se vio obligada a cancelar una charla en una universidad estadounidense cuando un email anónimo amenazó con desencadenar un tiroteo si el evento tenía lugar.
La Opening Game Society, involucrada desde el principio en la segunda de las charlas que iba a tener lugar en marzo, asegura estar “decepcionada” con la organización del SXSW. Su presidenta y fundadora, Perry Jones, dijo sentirse “increíblemente avergonzada de que esto haya pasado”. Además, en clara alusión al comunicado del director de la SXSW, Jones le recomendó: “Sal a tomar el aire, juega un rato a la consola para calmar tus nervios, acaricia a tu perro o gato y piensa un rato. No dejes eso que te molesta, esa rabia dentro de ti”.
Katherine Cross, otra de las ponentes, anunció a través de su cuenta de Twitter: “Tengo cero interés en litigar o discutir el tema del Gamergate en el SXSW. El resto de ponentes y yo estábamos centrados en nuestro tema, en nuestra charla orientada a buscar soluciones”.
No faltó, además, quien pensó que el SXSW estaba intentando silenciar a las víctimas de acoso. “El acoso virtual solo hace que las víctimas se callen. Cancelar charlas acerca de superar el acoso por el acoso es un atraso”, dijo una de las editoras de Vox Media, Megan Farokhmanesh.
En contra de la opinión de Farokhmanesh, Brianna Wu, víctima de las amenazas de muerte y de ciberacoso el año pasado por parte de algunos gamers, no ha sido afectada por la presunta censura del SXSW, según The Verge. Sus dos conferencias se mantienen. Ninguna de las dos habla sobre el acoso: una es sobre realidad virtual y la otra sobre las mujeres y la tecnología.