Los restos de una casa romana del siglo VI a.C. encontrados en el centro de Roma, en la colina del Quirinal, obligarán a cambiar la idea que se tenía de la estructura y el desarrollo de la Roma urbana antigua.
Fuentes de la Superintendencia para los Bienes Culturales de la capital, responsable de las excavaciones, explicaron hoy a Efe que la importancia del descubrimiento reside en cómo se conservan los restos, ya que “es la primera vez que en el centro de la ciudad se encuentran ruinas del periodo arcaico en este estado”.
La otra novedad de este hallazgo es que “esta casa surgía en una zona en la que anteriormente se pensaba que solo había sepulcros”.
El comunicado oficial coincide con que estas ruinas “inducen a revisar las reconstrucciones históricas de la evolución de Roma entre el siglo VI y el V siglo a.C.”, ya que “testimonian la extensión de la zona habitada en un área de Roma que antes se creía destinada exclusivamente a uso funerario”.
Además, desde la Superintendencia informaron de que los restos de la Roma monárquica, anterior a la republicana, son mucho más escasos, y los consideró “uno de los restos más valiosos” que han descubierto.
“Una cosa como esta nunca la habíamos encontrado” en Roma, añadieron.
Las ruinas se descubrieron en los últimos meses durante las excavaciones de la Superintendecia, que considera que los materiales encontrados en esa vivienda pertenecen a la primera mitad del VI siglo a. C..
Concretamente, las ruinas de las habitaciones romanas yacen en el interior del Palacio Canevari, antigua sede del Instituto Geológico italiano.
Los objetos hallados en el yacimiento “indicarían una finalidad doméstica”, mientras que “la zona elevada, las dimensiones, el plano y la técnica constructiva plantean la hipótesis de que perteneciera a una familia de rango”.
Las habitaciones habría sido abandonadas, según el comunicado, en la segunda mitad del mismo siglo VI a. C., para destinarlas a “un nuevo uso” de la zona, en la que se construiría otra parte del templo adyacente.
En la zona cercana a la casa, se descubrió en 2013 un templo monumental datado en el siglo V a. C..
El Superintendente de los bienes culturales de Roma, Francesco Prosperetti, auguró que “a la conclusión de las excavaciones se pueda proceder a la lectura y al disfrute de este extraordinario descubrimiento”.