El productor de cine Harvey Weinstein ha llegado a un acuerdo provisional con las más de 30 actrices y ex empleadas de su estudio que le acusaban de acoso sexual y violación. El trato, adelantado por el diario The New York Times, se habría cerrado en 25 millones de dólares y no incluiría un reconocimiento de mal comportamiento por parte de Weinstein. De esta forma, se pondría fin a prácticamente todas las demandas impuestas contra él y su antigua empresa por el escándalo sexual que afectó al magnate cinematográfico.
La entrega de total del dinero acordado de forma preliminar entre las partes involucradas sería compartido entre todas las víctimas denunciantes y las que pudieran unirse a la demanda en los próximos meses, según informa el diario norteamericano, y su pago sería afrontado por las compañías de seguros que representan al antiguo estudio del productor, Weinstein Company.
El Times ha apuntado también que el pacto aun requeriría la aprobación final del tribunal y de todas las partes. El pago a los acusadores sería parte de un acuerdo general de 47 millones destinado a cerrar las obligaciones de la compañía. Más de una cuarta parte del paquete de liquidación general (12 millones de dólares), se destinarían a algunos de los costes legales a afrontar por el productor, su hermano Bob Weinstein y otros ex miembros de la junta de su compañía, según han confirmado sus abogados.
Varios abogados de los demandantes han afirmado que Weinstein había manifestado que pronto podría declararse en bancarrota, una maniobra gracias a la cual evitaría realizar el pago a las víctimas de forma personal. Ya el año pasado, cuando la compañía de Weinstein entró en bancarrota, las acusaciones vieron disminuir un posible pago de liquidación de un fondo de víctimas proyectado en 90 millones de dólares que se había planteado como parte de una posible venta del estudio.
Además, según apunta The New York Times, incluso si el acuerdo propuesto se cumpliera, continuaría habiendo incertidumbre en torno a los términos en los cuales se materializaría. Dieciocho de las presuntas víctimas se dividirían 6.2 millones, y ninguna víctima recibiría más de 500,000 dólares.
Dos de las demandantes contra Weinstein, Alexandra Canosa, una productora que solía trabajar para él, y la actriz Wedil David, han manifestado su intención de desafiar el acuerdo, según han informado sus abogados. Douglas Wigdor, defensor de David, considera insuficiente el trato y denuncia que 1 millón de dólares se destina a ayudar a Weinstein y a resolver sus casos, y que evita que persigan a los miembros de la junta o las compañías de seguros. “Lo que es más ofensivo es que están tratando de obligar a nuestra cliente a conformarse”, ha afirmado Wigdor.
A partir de este pacto, los abogados ya trabajan para convertir esta hoja de términos preliminares en un acuerdo de conciliación oficial. Este requerirá la aprobación de al menos dos jueces: uno del tribunal federal en Delaware que supervisa la bancarrota de Weinstein Company y otro de un tribunal federal en Nueva York. No obstante, el acuerdo aún podría desmoronarse debido a las objeciones de los abogados que representan a las mujeres disidentes.