Terry Richardson ya no puede trabajar con algunas de las mejores publicaciones de moda del mundo. Así lo cuenta el Daily Telegraph este martes, que asegura haber visto y leído un correo que circula entre las redes de Condé Nast Traveler International donde se pone fin a la relación del fotógrafo con el grupo editorial en hasta 29 mercados.
Condé Nast Traveler publica revistas como GQ, Vogue, Glamour, Vanity Fair y Wired, entre otras. Según ese correo, a pesar de que Richardson tuviera encargos ya cerrados, si no están publicados deberán “eliminarse o sustituirse con otro tipo de materiales”.
Richardson, que suele publicar en revistas de moda, es conocido en la industria por publicar fotografías con cierto contenido sexual. A lo largo de los años acumula varias denuncias por explotar sexualmente a sus modelos, algo que él ha negado siempre.
En los 2000 se convirtió en un fotógrafo referencia de la industria. También ha trabajado con Beyoncé, Madonna, Lady Gaga o Miley Cyrus, para quien dirigió el videoclip Wrecking ball. En los últimos años varias modelos le han acusado de abuso durante sus sesiones y en 2014 se puso en marcha el hashtag #NoMoreTerry, que animaba a boicotearle a él y a todas las marcas y publicaciones que trabajasen con él. Rhicardson siempre ha negado las acusaciones asegurando que siempre fueron consentidas.
El 'Harvey Weinstein de la moda'
Este fin de semana, el Sunday Times se preguntaba por qué el fotógrafo de 52 años seguía siendo “agasajado por los amantes de la moda” en el marco del caso Harvey Weinstein. La publicación le define como “el Harvey Weinstein de la moda”.
La relación turbulenta entre Richardson y Condé Nast Traveler no es nueva, pero al poco tiempo de publicarse el artículo el artículo del Times, el grupo editorial ha decidido no volver a trabajar con él.
El mensaje habría sido enviado por James Woolhouse, el CEO de la compañía, a los directores de las distintas revistas. “Te escribo sobre un asunto importante. Condé Nast no volverá a trabajar con el fotógrafo Terry Richardson”.
El email continúa diciendo que “cualquier fotografía que ya haya sido encargada o los trabajos terminados pero no publicados deben ser eliminados o sustituidos por otros”. Woolhouse termina pidiendo confirmación de la recepción del correo y dando las gracias “por el apoyo en esta materia”.