Como un “Juego de Tronos” mejorado por la realidad describe el historiador José Soto Chica la crónica de la conocida como “Edad oscura”, que transcurre entre los siglos V y el VIII, una época que sentó las bases de la Europa contemporánea pero que ha sido poco divulgada por la escasez de documentación.
“Imperios y bárbaros. La guerra en la Edad oscura” , editada por Desperta Ferro Ediciones, es el título del libro en el que el profesor de la Universidad de Granada José Soto relata su investigación sobre estos tiempos turbulentos en los que las siempre presentes guerras fueron especialmente virulentas y devastadoras, ha explicado en una entrevista con Efe.
Grandes transformaciones militares se dieron en estos siglos en los que la maquinaria de la guerra y los acontecimientos bélicos fueron la causa de que, por ejemplo, el papel llegara a Europa para sustituir al pergamino procedente de China. Fue gracias a las batallas que mantuvieron musulmanes y chinos en Mesopotamia.
Otro invento más letal producto de esa época y que, aún en la actualidad, no se conoce su secreto: es el conocido como “fuego griego”, una sustancia empleada por los bizantinos para incendiar los barcos enemigos y que ha sido recuperada también en “Juego de tronos”.
Un fuego imposible de apagar cuya fórmula secreta se perdió en la Edad Media y no se ha podido recuperar, ha recordado José Soto.
Una época difícil para los historiadores porque los documentos que han llegado a nuestros días son “escasos y dispersos”, ha dicho el escritor, quien ha reconocido que los historiadores no han sabido hacer una labor divulgativa de estos años oscuros, que parecían no tener más propósito que servir de puente en el Imperio romano y la Edad Media.
Su obra abarca tres siglos y un amplísimo escenario geográfico y cultural que va desde la China de los Tang al reino visigodo de Toledo y desde las fronteras de las actuales Escocia e Inglaterra a los bordes del Sáhara.
Una labor de investigación que ha supuesto un reto para este historiador, que quedó ciego a raíz de un accidente militar con una mina cuando se encontraba destinado en la Misión de Paz de la ONU en Bosnia Herzegovina.
Desde siempre le había fascinado la Historia pero fue a raíz de este accidente militar, en el que perdió la vista y una pierna, cuando tuvo que reorientar su carrera profesional. Apenas un año después se matriculó en la Universidad de Granada y en la actualidad es doctor en Historia medieval y profesor del mismo centro universitario. Ha escrito dos novelas históricas, varias monografías y más de 40 artículos en publicaciones especializadas.