Madrid, 15 oct (EFE).- En abril de 2020, la fotografía de Ignacio Pereira sobre una Gran Vía desértica se convirtió en protagonista de una campaña de Vox, que manipuló la imagen y obvió los derechos de propiedad intelectual. Casi dos años después, Pereira presenta la exposición “Madrid está muy vivo”, donde distintos artistas reinterpretan la obra reivindicando “los derechos de los artistas”.
“Es una forma de darle la vuelta a las cosas, y demostrar que los autores somos dueños de nuestra obra y decidimos qué hacer con ella”, explica a Efe Ignacio Pereira, comisario de “Madrid está muy vivo”, en la Sala Clorofila hasta el 22 de octubre y donde doce artistas más muestran su reinterpretación de esta imagen polemizada por Vox.
El 6 de abril de 2020, Vox lanzaba en Twitter una campaña publicitaria en la que, mediante retoque digital, copaban de ataúdes una imagen de Pereira de la Calle Gran Vía desierta, en plena crisis sanitaria. “Pasadas dos semanas, les mandamos un burofax y la retiraron, pero no lo han reconocido categóricamente”, explica el artista.
Pereira cree que el partido tomó la fotografía de su página web, el único lugar donde se encontraba colgada en alta resolución. “Una cosa es que de forma particular compartas la obra de un artista y otra es que una empresa o compañía se adueñe de un contenido gráfico y lo use para hacer campañas”, explica el fotógrafo.
Pereira habló entonces con amigos y artistas, con el fin de hacer un proyecto que revindicase los derechos de autor, desde un punto creativo y optimista que enseñase a respetar los derechos de propiedad intelectual de los artistas, muchas veces obviados o, como en este caso, utilizados sin permisos ni citas.
“La respuesta creativa es reinterpretar mi fotografía de manera positiva y optimista, demostrando que Madrid está muy vivo, que queremos que las cosas funcionen bien y no nos gusta crear odio ni nada por el estilo”, dice el fotógrafo, que incide en que no es una cuestión “de que sea de un partido político u otro, sino por la mala utilización de la imagen que se ha realizado”, señala.
Tras seis meses de trabajo y con un año de retraso debido a la crisis sanitaria, la exposición ha abierto sus puertas. “La única regla era mantener la esencia de la fotografía, en un ejercicio creativo por el que cada artista se la llevase a su terreno”, explica el artista.
“Óscar Llorens añade sus monstruos, Rafa Mata sus personajes de anime… cada autor hace suya la fotografía”, dice sobre el proyecto en el que también participan Rafa Sañudo, Alicia Martín, Arturo Garrido, Coque Malla, Dionisio González, Gabriel Moreo, Javier de Juan, Jesús Chamizo, Leticia Felgueroso y Paco Díaz.
“Es un tema de derechos de autor que hay que respetar y tener en cuenta. Hay que poner en valor y respetar los derechos de los creadores”, incide Pereira sobre esta respuesta creativa, paralela a otra judicial, que según desgrana también se está llevando a cabo. “Será un juez el que tendrá que decir si hay un delito o no, la demanda está admitida a trámite”.
Mientras tanto e incidiendo en que “no se trata de un tema político”, Pereira reivindica rodeado de artistas la propiedad intelectual con el escenario de la Gran Vía de fondo, utilizando creatividad y el arte como respuesta creativa y como herramienta para “respetar el trabajo de los artistas”.
María Muñoz Rivera