Isidoro Valcárcel Medina, santo y pionero del arte conceptual y uno de las voces más singulares y alternativas del arte español, está muy contento con el premio Velázquez. Pero lo dice a la Varcálcel Medina, que es una performance en sí mismo. “Me he alegrado mucho, no tengo nada en contra, al contrario”, dice del galardón que concede el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, dotado con 100.000 euros. Y eso que, para Isidoro Válcarcel, la crítica es fundamental en la creación, es algo connatural con el arte. No se puede no criticar el 'statu quo' en la creación“.
Valcárcel Medina (Murcia, 1937) recibe el premio Velázquez de las Artes Plásticas 2015 por una sólida y coherente trayectoria de medio siglo“ y por ”la sobresaliente aportación al arte desde el compromiso ético, político y social, habiéndose convertido en un referente crítico en la escena artística contemporánea internacional“.
Premio Nacional de Artes Plásticas 2007, Valcárcel es uno de los artistas que siempre ha estado al margen de la ortodoxia, en la otra orilla, aunque asegura que él siempre está en el mimo sitio. “Yo no cambio, las orillas sí cambian y los límites, que son impredecibles, son los que cambian”, sostiene.
El artista, que presentó hace unos meses en el Musac, en León, el proyecto De ayer a hoy, considera que “hoy se ha subido mucha gente al carro en el arte, no solo en el arte conceptual, sino a cualquier cosa; a mí me molesta el que pinta mal, no el que haga realismo o cualquier otro género, sino el que lo hace mal y quiere estar ahí”.
El creador murciano, que estudió arquitectura y bellas artes y que es símbolo del arte conceptual, considera que “todo arte es concepto”.
“Si no hay concepto, no hay arte. Luego se manifiesta de diferentes formas o conceptos. El concepto tiene que estar incluido en la obra de arte, no creo en la novedad en las artes. La obra más conceptual es 'Las meninas'”, subraya.
El Premio Velázquez, que comenzó en la pintura, de donde pasó de la abstracción al constructivismo para ir hacia la simplificación y el minimalismo, afirma que es la poesía la que alimenta todo su trabajo. “O al menos eso es lo que quiero, que estuviera en todo”, reconoce este creador que dice que “la poesía está cuando escribe como cuando hace cálculos matemáticos”.
“Nadie puede decir que se pueda prescindir de la escritura; es por donde se empezó todo, con el encuentro con el lenguaje”, concluye.
El premio Velázquez de las Artes Plásticas, dotado con 1000.000 euros, lo concede el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte en reconocimiento a un creador cuya obra sobresale con especial significación en el ámbito de las artes plásticas.
El pasado año recayó en Esther Ferrer y en 2013 en Jaume Plensa.