José Guirao, experto en arte y gestor cultural, ha sido nombrado nuevo ministro de Cultura y Deporte del Gobierno de Pedro Sánchez después del cese de Màxim Huerta tras conocerse que había defraudado a Hacienda.
Pedro Sánchez ha agradecido a Guirao “el paso al frente” que ha dado al aceptar el puesto como ministro, al tiempo que ha reconocido su importante carrera como gestor cultural. “Tenemos mucho trabajo por delante”, ha concluido el presidente, a través de su cuenta personal de Twitter.
Nacido en Almería en 1959, el nuevo ministro de Cultura fue director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía entre 1994 y 2001 y director de La Casa Encendida de 2002 a 2014. Actualmente era director general de la Fundación Montemadrid.
Muy relacionado con la escena vanguardista española desde los años 90, ocupó puestos en la Administración anzaluza, primero como responsable del Área de Cultura de la Diputación Provincial de Almería desde 1983 hasta 1987 y más tarde fue Director General de Bienes Culturales de la Junta de Andalucía de 1988 a 1993.
Ya en Madrid, es nombrado Director General de Bellas Artes y Archivos del Ministerio de Cultura entre 1993 y 1994 y más tarde Director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía posición que ocupó durante seis años dentro de los cuales realizó la remodelación de la Colección Permanente y proyectó la ampliación del Museo.
Desde el 2001 estuvo al frente de La Casa Encendida el nuevo espacio Social y Cultural perteneciente a la Fundación Montemadrid donde es nombrado Director General en 2013.
De esta forma Pedro Sánchez ha optado por la figura del gestor cultural por excelencia, después de la breve (y fallida) experiencia con un ministro mediático que desde el primer momento fue el más señalado dentro del gabinete socialista.
La cartera de Cultura le espera llena de retos, ya que a Huerta no le había dado tiempo a esbozar ninguno de sus proyectos. Los populares, ya fuera con José Ignacio Wert e Íñigo Méndez de Vigo como ministros y José María Lasalle y Fernando Benzo como secretarios de Estado, no mostraron particular interés en esta cartera, que quedó engullida dentro de la de Educación en la etapa de los 'populares'. De herencia dejan las consecuencias del IVA cultural, los recortes en el cine, el endurecimiento de las leyes de propiedad intelectual...
Ante esto, el PSOE tendrá ahora que afrontar de la mano de un gestor cultural, poder cumplir algunas de sus promesas como la Ley de Mecenazgo o tratar de aplicar el IVA hiperreducido del 4% a la cultura.
También prometieron en 2016 derogar la Ley de Propiedad Intelectual, que por otra parte, no debe traer demasiados buenos recuerdos a los socialistas. Con González Sinde se creó tal polémica que acabó dimitiendo Álex de la Iglesia como presidente de la Academia de Cine.
Otro asunto de importancia será el Estatuto del Artista con el fin de regular la situación laboral de muchos de los trabajadores de la cultura. Desde la Unión de Actores se ha pedido insistentemente en los últimos tiempos que cambie la regulación y que las rentas obtenidas por derechos de autor pasen a ser rendimientos derivados de la propiedad intelectual, lo que, según ellos, solucionaría los problemas de incompatibilidad con el cobro de pensiones. Además, también ven necesario un sistema específico en la seguridad social .
En la SGAE le espera otra patata caliente. Màxim Huerta abordó un día antes de que saltara el escándalo con Hacienda un asunto espinoso que colea sobre el Ministerio de Cultura desde junio del año pasado: la “rueda de las televisiones”, un mecanismo por el cual editoriales musicales, autores desconocidos, socios de la SGAE y testaferros se habrían lucrado de forma millonaria a través de los derechos de autor de canciones mediocres que programaban las cadenas en la madrugada.
Tras el escándalo, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) estableció un arbitraje con una modificación de las tarifas de la franja nocturna para tratar de frenar el problema. Pero el TSJM tumbó su aplicación.
Ante la fuerte división interna entre los socios de la SGAE, que tendrá que votar sus estatutos el próximo 21 de junio y decidir cómo resuelve este tema, Cultura envió este martes a la Sociedad un requerimiento para que expliquen qué medidas “antirueda” piensan adoptar.
En este requerimiento, el titular de Cultura pedía a la Sociedad General de Autores y Editores que se aplicaran las medidas establecidas en el arbitraje internacional, ya que considera que “la anulación” (...) es ajena“ a lo decidido anteriormente por la SGAE, que votó en septiembre a favor de aplicar estas medidas.
Queda esperar qué hará ahora Guirao tras el terremoto que ha sacudido el recién recuperado ministerio de Cultura.