La Justicia libera a Britney Spears 13 años después

EFE

12 de noviembre de 2021 23:47 h

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La jueza Brenda Penny ordenó este viernes el fin de la tutela legal de la cantante estadounidense Britney Spears de manera inmediata después de 13 años. Esta decisión se toma más de un mes después de que la Corte Superior de Los Ángeles (EE.UU.) determinase que su padre no seguiría siendo su tutor legal y declarase una custodia temporal. El fallo supone una nueva victoria para la artista, quien en junio pasado se pronunció por primera vez en contra de su progenitor, quien dejó de ser su tutor en septiembre por orden de la misma jueza.

La icono del pop estadounidense Britney Spears aseguró que este viernes ha sido “el mejor día” de su vida, después de que una jueza de Los Ángeles (EE.UU.) ordenase el fin de 13 años de tutela legal sobre su persona y su patrimonio. “¡Dios mío, amo tanto a mis fans que es una locura! ¡Creo que voy a llorar el resto del día! El mejor día de mi vida, alabado sea el Señor. ¿Puedo recibir un amén?”, expresó Britney en su cuenta oficial en Instagram minutos después del fallo judicial emitido en la Corte Superior de Los Ángeles.

La custodia de la cantante se mantuvo entonces a cargo de un funcionario del estado de California y no ha sido hasta este viernes cuando Spears ha quedado finalmente libre de cualquier tutela legal. Tras hacerse pública la decisión, cientos de seguidores de la cantante, de 39 años, congregados fuera de la sede de la Corte Superior de Los Ángeles reaccionaron de inmediato lanzando confeti rosa al aire y con cánticos a favor de Spears, que había tachado de “abusiva” su tutela legal con anterioridad.

En declaraciones ante ese tribunal en junio, Spears suplicó que le dejaran recuperar su vida y denunció que, aunque le gustaría tener un bebé, su tutor, en ese entonces su padre, no le dejaba ir al médico para quitarse el DIU (dispositivo intrauterino). El caso dio un giro en septiembre después de que el diario The New York Times publicara un reportaje con declaraciones de tres personas que habían trabajado para la artista durante su tutela: un empleado de seguridad, una asistente y su jefa de vestuario.

Entre los testimonios más espinosos, el exempleado de seguridad afirmó que el padre mandó colocar micrófonos en la casa de Britney, cuyas llamadas y mensajes eran interceptados, incluyendo las comunicaciones con su propio abogado y sus hijos.