Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Un libro plantea que Alfonso VIII pudo haber sido asesinado tras la batalla de las Navas

Jaén —

0

Jaén, 6 oct (EFE).- ¿Podría haber sido asesinado el rey Alfonso VIII tras la batalla de las Navas de Tolosa? Es la hipótesis que se plantea en la novela histórica y también ensayo “Yo Rajel Ezra. La amante de Alfonso VIII”. El libro, de la autora R.K. Yafa, seudónimo de Raquel Jiménez, es una historia no inventada llena de enigmas y acertijos que poco a poco desvela unos sucesos que hasta la fecha no han sido contados.

“Alfonso VIII murió un 5 de octubre, en 1214, y lo curioso es que su mujer, Leonor Plantagenet, murió 26 días después. Pero lo más extraño es que su alférez en la batalla de las Navas de Tolosa muriera un 16 de septiembre del mismo año, unos días antes que Alfonso VIII, y el mismo día de la batalla”, explica a EFE Raquel Jiménez, que presentó la novela este viernes en Jaén.

Por otra parte, la batalla de las Navas de Tolosa, considerada el punto culminante de la Reconquista y el inicio de la decadencia musulmana en la Península Ibérica, ocurrió un 16 de julio de 1212 y Alfonso VIII nació un 11 de noviembre de 1155.

“Dos doces en la batalla y tres onces en su fecha de nacimiento. ¿Qué mensaje nos desvelan esos números?”, se pregunta la autora del libro sobre el significado oculto de esas fechas desde el punto de vista de la Cábala judía, y enumera las razones que, según ella, pudo haber para “matar a los protagonistas de la batalla más gloriosa de la historia de España”.

Entre esas posibles causas, Jiménez alude al poder que esta dinastía estaba acaparando a través de los casamientos de sus hijas y la influencia indirecta que pudieron ejercer Alfonso y Leonor sobre el reino de Francia, Aragón y Portugal.

Y también el apoyo de Alfonso VIII a los judíos, donde se cita el episodio de Raquel, su amante judía, o el hecho de que Inocencio III dirigió una bula a Alfonso VIII en la que le acusaba de amparar más la sinagoga y la mezquita que la iglesia.

Además, cree que su victoria en las Navas de Tolosa y los celos que debió despertar en el papa Inocencio III, que le había exhortado a no luchar, junto a la aparición de San Isidro a Alfonso VIII la víspera de la batalla de las Navas de Tolosa, “fueron hechos que debieron dar miedo en Roma, pues no era la primera vez que Alfonso VIII tenía una aparición”.

La autora de esta investigación recuerda que Alfonso VIII ya tuvo una visión en Cuenca que le ayudó a conquistar la cuidad en el 1.177 y que cuando su nieto Fernando III movió su sepulcro en el monasterio de las Huelgas comprobó que su cuerpo estaba incorrupto.

“Alfonso VIII estaba en conexión directa con la divinidad y por eso recibió información, en forma de sueños, que le ayudó a ganar algunas batallas”, asegura Jiménez.

Según expone en el apartado de conclusiones del libro Raúl Durán, experto en Cábala, “Alfonso VIII fue un alma encarnada con un propósito y una responsabilidad mayor que el resto de los mortales, un ser encarnado en una genealogía que ostenta un poder en el mundo físico”.

Y añade Raúl Durán: “La mesa de Salomón no es más que una forma de referirse en clave a las enseñanzas de la Cábala. De ahí el trato favorecedor que algunos judíos recibieron por su parte”.

Por su parte, el catedrático de Historia Medieval Juan Carlos Castillo Armenteros, considera que “este relato no deja indiferentes, plantea muchas y nuevas hipótesis para abordar reflexiones que conducirán a resolver antiguas incógnitas”, según planteó en la presentación del libro el pasado viernes.

A su juicio, sus propuestas “abren líneas de investigación y de reflexión que, sin lugar a dudas, permitirán profundizar en el conocimiento de algunos de los hechos históricos que Yafa expone de forma magistral y documentada, así como dilucidar determinados episodios y sucesos que vivieron notorios personajes que tuvieron una gran relevancia y protagonismo en la historia medieval de España”.

El libro se convierte así en un relato de suspense que también plantea nuevas interpretaciones sobre algunos hechos históricos, como el Paso Honroso. EFE

Ginés Donaire