Aramburu defiende que los parecidos en 'Patria' son fruto de la documentación: “No hay en mi novela una sola frase que no sea mía”

Francesc Miró

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“Empezaré por la conclusión: no hay en mi novela 'Patria' una sola frase que no sea mía”, asegura Fernando Aramburu en una tribuna publicada este viernes en El País. “Las únicas excepciones son alguna letra conocida de canción, consignas coreadas en manifestaciones, pintadas en las paredes, alguna inscripción. Y en todos los casos figuran como tales y no como invenciones del autor”.

El autor del libro con más de 34 ediciones y más de un millón de lectores contesta así a la información publicada por elDiario.es en la que se señalan no pocos parecidos entre Patria y Lo difícil es perdonarse a uno mismo, biografía del exetarra Iñaki Rekarte escrita por Mikel Urretabizkaia. El autor, cuya opinión y la de la editorial Tusquets intentó recabar esta redacción, obteniendo como única respuesta que no se haría ningún tipo de declaración al respecto, afirma en su texto que “la imputación insinúa plagio”, si bien el reportaje publicado por elDiario.es se limita a citar algunas evidentes similitudes entre el desarrollo del personaje de Joxe Mari y la vida de Iñaki Rekarte que incluyen episodios concretos, cifras, conversaciones, lugares o hechos recogidos en la biografía del exetarra.

El escritor señala que “Patria es un libro con enemigos” y que “podría contar (cada cosa a su debido tiempo) ataques contra la novela que no han trascendido a la opinión pública”. Según Aramburu, la información publicada por este periódico, así como la columna posterior del autor de la biografía de Rekarte, es “a las claras” uno de ellos “oportunamente tramado días antes del estreno de la serie de televisión”. “Que el malévolo periodista estableciera una comparativa entre los textos del libro del primero [el ex miembro de ETA] y mi novela ha dado lugar a no pocas mofas en redes sociales”, critica.

Aramburu asegura que los parecidos entre el texto de Urretabizkaia y su novela se deben a la documentación necesaria para escribir un relato veraz. “¿Qué había que hacer? ¿Imaginar etarras practicando el tiro con arco y flechas en los bosques de Finlandia? ¿Tenía que dejarme maltratar en una comisaría para poder contar después el episodio?”, defiende.

Aramburu, que en diversas entrevistas ha señalado que “la historia [de Patria] es una invención mía hecha como un todo, no un collage”, sostiene que “mencionó el libro de Rekarte”, del que afirma que está “escrito con prosa más o menos apañada por el periodista Mikel Urretavizcaya (cuyo nombre no figura en la cubierta)”, y que “calculando a ojo de buen cubero, habrá sido uno de los cincuenta, sesenta o más títulos que leí con el propósito de espigar datos reales que sirvieran para asentar la verosimilitud de mi relato, cosa propia de la literatura realista y de las novelas con trasfondo histórico”.

En lo que respecta a la columna de opinión firmada por el autor de Lo difícil es perdonarse a uno mismo y publicada un día después del reportaje añade que “el propio Urretavizcaya cuenta, con poco sentido del ridículo, que una vez se encontró conmigo en San Sebastián y me bloqueé. ¿Yo me bloqueé? Ahora me entero de que poseo la cualidad de bloquearme”.

Joxe Mari y Rekarte

En la información publicada en elDiario.es se señalan los parecidos entre el personaje de ficción Joxe Mari y el exetarra real. Ambos entran a formar parte de ETA sin ortodoxias ideológicas, porque el poso ideológico lo cultivan por sí mismos en la cárcel. En su detención y en prisión se establecen narrativamente muchas semejanzas: desde recorridos y escenarios iguales, hasta datos concretos o conversaciones, más allá de las similitudes en descripciones de mecánicas o de diferentes procesos.

Existen pasajes similares al hablar del periodo de adiestramiento, la separación de un amigo íntimo con el que ambos personajes entraron a formar parte de la banda terrorista o los rituales de iniciación en la banda terrorista. Las coincidencias llevan hasta el acontecer de escenas realmente similares: es el caso del traslado de los presos hasta la Dirección General de la Guardia Civil, y la tortura a la que son sometidos durante el viaje, sin mirar a los guardia civiles e impidéndoles dormir.

Además, en ambos casos se nos cuentan periodos de aislamiento de los presos similares. Incluso una huelga de hambre que Iñaki Rekarte y Joxe Mari desarrollan de forma parecida: 38 días uno y 41 el otro, con una pérdida de 20 kilos uno y 19 el otro. Llegando los parecidos hasta detalles curiosos: ambos beben mucha agua y como consecuencia se les satura el hígado. 

Es más: Joxe Mari llega a pasar su mayor periodo de encarcelamiento exactamente en el mismo sitio: Puerto I módulo 3. Tras unos años de dogmatismo férreo entre rejas, ambos dejan paso a posturas menos ortodoxas, motivados por una novia: Joxe Mari conoce a Aintzane como Iñaki Rekarte conoció a otra chica gracias a unos paneles en las 'txoznas' o bares de ferias que montaban las comisiones de apoyo a los presos de ETA. 

Rekarte rompió con la disciplina de la organización terrorista y se acogió a la llamada Vía Nanclares. Y fue expulsado del colectivo de presos terroristas por condenar la lucha armada y tratar de reconciliarse con las víctimas. En los últimos compases de Patria, Joxe Mari escribe una carta de arrepentimiento a Bittori, viuda de Txato.