En los últimos 10 años se han publicado 494 ensayos feministas. Una cifra que ha sido posible gracias al auge de los mismos desde, sobre todo, el año 2020, que supuso un significativo aumento y terminó de impulsar una tendencia que culminó en 2021, cuando se batió el récord con un total de 164 títulos. Pero la racha ascendente terminó. En 2022 ha caído a 95. Más de 60 volúmenes menos.
Un desplome más acusado que la publicación en general de libros de no ficción (dejando fuera los libros de texto), que ha pasado de 44.400 en 2020, a un pico de 55.600 en 2021 y un leve descenso a 52.000 en 2022, según la Estadística de la Edición Española de Libros con ISBN. La caída de libros de temática feminista va pareja a la pérdida de presencia en librerías que sufrieron las autoras en el último año, en el que representaron el 38% de las obras inscritas en la citada base de datos.
Ana Gallego Cuiñas, catedrática de Literatura Hispanoamericana y decana de la Facultad de Filosofía y letras de la Universidad de Granada, ha sido la encargada de realizar este estudio que forma parte del Informe sobre el Estado de la Cultura en España 2023 realizado por la Fundación Alternativas. La profesora ha basado su análisis en la Base de Datos de la Agencia Española del ISBN. Sus términos de búsqueda se han centrado en el campo semántico de 'feminismo' y 'género', que son los que han determinado el total de 494 ensayos feministas que han visto la luz en la última década.
Entre ellos, La revolución feminista en las aulas: Comando actualidad de Chis Oliveira y Priscilla Retamozo, La semilla de Atenea de Esther Pascual Rosel y Pío García Tricio, La vuelta al mundo en 15 mujeres de Verónica Zumalacárregui, Un zulo propio de Itziar Ziga y Yo sonreiré por las dos de Lalo Tovar. La catedrática sostiene ante este periódico que “el bum de las autoras en el mercado llegó acompañado de las editoriales independientes. Al haber más, se publicó más. Y al publicarse más, se publicaron más mujeres, ya que muchas de estas las dirigen o codirigen mujeres”.
El estudio recoge que han sido 236 las editoriales responsables de la publicación de los 494 ensayos feministas. El sello madrileño Catarata ocupa el primer puesto del ranking y acapara cerca del 6% del total. Le siguen Cátedra, también de Madrid, con más de un 3%; y el catalán Bellaterra y el valenciano Tirant Humanidades con menos de un 3%.
Editorial Galaxia, Universitat de Valencia, Ediciones B e Icaria con un 2% son los siguientes. Para encontrarse con un gran conglomerado editorial hay que llegar hasta el octavo puesto, ocupado por Planeta, que copa alrededor del 1,5%. El mismo porcentaje que las editoriales independientes Renacimiento, Trabe, Dykinson y Menades Editorial. Comares, Destino, Libros.com, Península, Plan B, Punto Rojo Libros y Universidad de Navarra abarcan un 1% del total cada una. El resto de firmas representa un porcentaje menor al 1%.
El lugar del ensayo feminista
El estudio analiza también la presencia de esta temática dentro del audiovisual, en la que la tendencia sí continua en ascenso tras vivir una escalada paralela de creadoras. Aun así, la presencia de mujeres sigue siendo minoritaria dentro de ambas industrias (entre un 15% y un 20% en la audiovisual y de un 30% en la editorial).
La catedrática aplaude la influencia en la aún insuficiente mejora del movimiento herstory puesto en marcha en instituciones, universidades y la industria cultural, para rescatar las historias de las mujeres que han sido silenciadas. Además de la aparición de la que califica como 'nueva hornada de medios de clara vocación feminista' en sus temas y modos de producción, que repiensan la manera de publicar pensamiento y ficción desde la disidencia.
Entre las editoriales que valora que han habilitado una praxis editorial feminista están Traficantes de Sueños, Dos bigotes, Continta Me Tienes, Torremozas, Amor de Madre y Gafas Moradas. Y entre las librerías dedicadas a género Libre Mujeres, Pròleg, Cómplice, Mujeres & Compañía, Berkana, Lila de Lilith y Louise Michel Buruak.
Dependencia de las editoriales independientes
Ana Gallego Cuiñas apunta que el aumento de mujeres en cargos de responsabilidad dentro de las editoriales ayudó a que aumentara el número de autoras. Este aumento se vio truncado, algo que la decana achaca a la irrupción de la pandemia, que derivó en “la desaparición de editoriales independientes. Muchas mujeres tuvieron que volver a los cuidados y, por tanto, escribieron menos”. “Habrá que ver qué pasa en 2023, debería haber un repunte, al menos en el número de autoras. Lo feminista tardará más, o igual de repente no es tan visible en el mercado”, pronostica.
Del cómputo global de 494 ensayos feministas, 436 han sido escritos por autoras, representando un 84% de la producción, frente a 81 por hombres (16%), de lo que el texto infiere que “el feminismo sigue siendo una cuestión que preocupa más a mujeres que a hombres”.
Otro aspecto analizado es el origen de estos autores, siendo Madrid y Barcelona las ciudades que más ensayistas acaparan, con un 22% y 18%, respectivamente. Valencia con un 5% y A Coruña con algo menos del 5%, alejadas de las siguientes, dejando la mitad del sur de España infrarrepresentada.
“Este hecho denota un menor desarrollo de la industria editorial que, tanto en el caso de los grandes conglomerados como el de los sellos independientes, se ubican en Madrid y Barcelona”, concluye la catedrática. Más allá de las fronteras españolas, a la hora de calibrar el impacto del feminismo y las escritoras españolas a nivel europeo, se ha tomado como medidor su circulación en festivales literarios y ferias del libro del continente, dentro de las cuales la Feria del Libro de Fráncfort es la que ha contado con una mayor cuota de mujeres españolas.
No obstante, las que más han circulado no han sido las que han firmado los ensayos feministas comentados, sino escritoras de ficción: Rosa Montero, Almudena Grandes, Alicia Giménez Bartlett, Carmen Riera, Clara Sánchez y Cristina Morales, a excepción de Irene Vallejo, la gran best seller del ensayo español con El infinito en un junco.
“Las escritoras de ficción narrativa, de mayor proyección comercial, son las que han sido objeto de reclamo en Alemania, Francia e Italia. Todas ellas han sido publicadas por grandes conglomerados editoriales, han ganado premios relevantes y cultivan de manera prevalente la novela policial y/o histórica”, expone en el informe Gallego Cuiñas. La decana apunta que el único caso que no responde a esta premisa es Morales, cuya aparición en festivales y ferias alemanas se produjo tras haber ganado el Premio Herralde de Novela y el Premio Nacional de Narrativa con Lectura fácil (2018), una “obra feminista, inclusiva y disidente”.
Paralelismo con la industria audiovisual
La dinámica que ha marcado la creaciones audiovisuales feministas fue similar a las relativas a los libros hasta 2020, año que terminó de confirmar una tendencia ascendente en cuanto a obras de temática feminista. En los últimos 10 años se han estrenado 98 películas, series, y/o documentales en esta línea. En cuanto al género de los directores, de los 116 recogidos, 65 son mujeres (56%) y 51 hombres (44%), por lo que en este caso está más repartido. Al igual que en el mercado editorial, a medida que avanza la década son menos los realizadores que dirigen obras feministas y más las mujeres que han tomado las riendas de estas producciones.
En cuanto al origen de los mismos, se repite el modelo de centralización en las capitales, con Barcelona copando el 31% del total y Madrid el 20%. Aquí son 150 las productoras que las han elaborado este material feminista audiovisual, siendo RTVE la que lidera con algo más del 9% del total. Le siguen Movistar Plus+ con el 6%, el ICAA con el 4%, Avalon P.C. con el 3% y Atresmedia Televisión y TV3 (Televisió de Catalunya) con algo menos del 3% cada una.