Los familiares del poeta chileno Pablo Neruda afirmaron hoy que una tercera persona le habría inoculado la bacteria “estafilococo dorado”, un microorganismo altamente agresivo y resistente a la penicilina, que a su parecer habría causado la muerte del nobel en septiembre de 1973.
“Esta investigación significa un avance total pues contradice la información oficial según la cual Neruda habría muerto por caquexia cancerosa. Con todos estos nuevos antecedentes creemos que efectivamente hubo intervención de terceros”, dijo Rodolfo Reyes, sobrino de Pablo Neruda y querellante de la causa de la muerte del poeta durante una rueda de prensa.
Un grupo de expertos de Dinamarca, España, Canadá y Estados Unidos viajarán a Chile la próxima semana para intentar conocer la procedencia de la bacteria que habría sido criada en un laboratorio. Esta bacteria, perteneciente al grupo denominado como metilicina resistente y considerada como altamente agresiva, es una fuente importante de infecciones generalizadas que pueden causar la muerte.
Un hospital intervenido por los militares
La presencia del estafilococo dorado tiene además una importancia procesal y judicial, pues se trata de “uno de los elementos utilizados por el exquímico de la policía secreta de Augusto Pinochet, Eugenio Berríos, para eliminar a opositores a la dictadura militar”, señaló el abogado del Partido Comunista de Chile, Eduardo Contreras.
En 1973 esta bacteria, que no está presente en la naturaleza, era “desconocida en Chile”, donde hasta los años 80 no se tuvo registro de su existencia, explicó el jefe del área jurídica del programa de derechos humanos del Ministerio de Interior, Rodrigo Lledó.
“En Chile no se producían este tipo de microorganismos pero sí se sabe que las fuerzas armadas de Chile importaron una cantidad importante de bacterias que fueron utilizadas con fines represores durante la dictadura de Pinochet”, explicó Contreras. El abogado recordó que el poeta, símbolo de la cultura chilena y miembro del Partido Comunista desde 1945, fue ingresado ocho días después del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 en la clínica Santa María, un hospital intervenido por los militares.
Las declaraciones del chófer abren una nueva investigación
El hallazgo de la bacteria en mayo pasado fue el resultado de pericias practicadas en el Centro de Ciencias y Técnicas Forenses de la Universidad de Murcia, realizadas en el marco de la investigación que lleva adelante el juez chileno Mario Carroza, con el objetivo de esclarecer las causas exactas de la muerte del nobel de Literatura de 1971.
Las pericias, explicaron hoy los responsables del Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior, que es parte querellante en la investigación judicial, forman parte de los nuevos exámenes que el juez dispuso practicar a las osamentas del autor de “Canto General”, entre muchas otras obras.
El juez Carroza busca esclarecer si Neruda, fallecido en una clínica de Santiago el 23 de septiembre de 1973, murió a causa del cáncer o si su deceso fue inducido por terceros mediante algún elemento extraño a los fármacos que se le suministraban por su enfermedad, por lo cual su cuerpo fue exhumado en abril de 2013.
La investigación se inició en 2011 a raíz de una denuncia del Partido Comunista chileno, basada en unas afirmaciones de Manuel Araya, antiguo chófer de Neruda, a la revista mexicana Proceso, quien dijo que el poeta había sido envenenado por agentes de la dictadura mediante una inyección que le fue suministrada en la clínica en la que estaba ingresado.
El poeta murió cuando se aprestaba a viajar a México, por invitación del entonces presidente de ese país, Luis Echeverría, y según Manuel Araya, para liderar la oposición a Pinochet.
En noviembre de 2013 un grupo de expertos chilenos y extranjeros que realizaron las pericias científicas a los restos concluyó que Neruda no había muerto envenenado, pero aun así Carroza no dio por cerrada la investigación por considerar que los resultados no eran concluyentes y ordenó los nuevos peritajes.