Un ensayo de 452 páginas sobre la historia de los libros no parece, de entrada, destinado a ser un superventas por muy bueno que sea. Eso lo tenían claro casi todos los implicados en la publicación de El infinito en un junco, de Irene Vallejo (Siruela, 2019). Pero después de meses situado en los puestos más altos de la lista de los más vendidos ya se puede hablar de todo un fenómeno. No inexplicable pero sí sorprendente si se atiende al tipo de publicaciones que triunfan entre el público de forma masiva ¿Cómo ha sucedido?
La autora ganó el Premio Nacional de Ensayo a principios de noviembre, lo cual es una ayuda evidente a su popularidad, pero el éxito de El infinito en un junco ha sido progresivo desde su publicación en septiembre del año pasado. Chema Aniés, de la librería La Anónima de Huesca comenta a elDiario.es por teléfono: “Es algo increíble. Que coincida una obra de muy buen nivel con un éxito comercial es algo que se da muy pocas veces y en este caso ha sido impresionante. Ha sido poco a poco, porque no fue una aparición deslumbrante quitando en Aragón, donde era conocida”.
Irene Vallejo ya escribía columnas en El Heraldo de Aragón –ahora también lo hace en El País Semanal– y había publicado varios libros. Entre ellos, las novelas La luz sepultada (2011) y El silbido del arquero (2015), ambas en la editorial Contraseña, que en junio de 2020 también sacó al mercado El futuro recordado, una antología de sus textos en el periódico aragonés. Alfonso Castán, editor de Contraseña junto a Francisco Muñiz, cuenta vía telefónica que cuando llegó a sus manos el manuscrito del ensayo vio que era un libro que necesitaba otro tipo de editorial.
“Tenemos una gran amistad con Irene y cuando me contó lo que estaba elaborando, yo tuve claro que ese no era un libro para nosotros porque no publicamos ensayo y por lo que me explicaba, en una editorial importante podía tener más repercusión. Yo había conocido a Julio Guerrero cuando aún era editor independiente y sabía que ahora trabajaba en Siruela. Así que le dije a Irene que cuando lo terminase, se lo pasaría a él para ver qué le parecía. Además, Julio había leído El silbido del arquero y le había gustado mucho. Recuerdo que se lo pasé un viernes y el lunes me llamó para decirme que le había parecido muy interesante y que quería publicarlo”, comenta Castán orgulloso.
No lamenta el no haberlo publicado en su editorial, una pregunta a la que ya ha respondido varias veces. “Sé que con nosotros el libro no habría tenido esa repercusión o habría sido muy difícil. Aunque por suerte somos una editorial con una buena distribución, nuestros libros llegan a las librerías de toda España y tenemos nuestro público, no habría sido lo mismo. Y no nos arrepentimos porque por delante del dinero está nuestro aprecio”. Además, de alguna manera también han salido ganando: “los libros que Irene ha publicado con nosotros también se han beneficiado. Por ejemplo, de El silbido del arquero este año hemos tenido que sacar tres ediciones. Y también me alegré porque Julio es amigo y sé que a él un éxito como este le ha venido muy bien. Entonces todos contentos”, afirma riendo.
¿Cómo influye el tamaño de una editorial en el triunfo de un título? Castán contesta que Siruela tiene medios, sobre todo en cuanto a prensa y contactos, para hacer que un libro se convierta en un éxito. “Hay que intentar llegar al mayor número de lectores posibles y para eso hay que intentar que los libreros conozcan el libro, lo lean”. Añade que tener suerte con las menciones en los medios es también muy importante. “Alberto Manguel escribió la primera reseña en El País y eso ya fue un buen paso. Luego Luis Alberto de Cuenca publicó otra en el ABC. Son personas con cierto nombre. Y claro, el propio Mario Vargas Llosa, que escribió un mensaje a la editorial diciendo que le había parecido una obra maestra. Pero creo que la determinante fue una columna de Juan José Millás. Se fueron publicando una serie de recomendaciones que fueron como la chispa que inició el incendio”.
Ofelia Grande, directora de Siruela, explica por correo electrónico a elDiario.es que ni ellos se imaginaban este fenómeno. “Lo publicamos porque nos pareció un libro maravilloso que encajaba mucho, además, con el 'espíritu' de Siruela y sabíamos (o más bien creíamos) que tendría éxito entre los lectores, entre los muy lectores. Pero tengo que decir que muy poco tiempo después de su publicación, en el mes de diciembre, ya intuíamos que iba a funcionar muy bien. Había muchas señales de ello. Ahora lo comentamos con la autora y nos reímos porque en enero le dije 'vamos a vender más de 100.000'. Y así ha sido”.
Para ella los lectores son los principales responsables del fenómeno. “Sin duda son siempre los que convierten un libro en un éxito” aunque añade que una buena campaña de marketing siempre ayuda, “pero como lo hacen muchas otras cosas”. “Con una campaña se puede crear un éxito momentáneo. Pero un éxito sostenido en el tiempo, que va creciendo (y sigue) como una ola, solo se consigue con lectores entusiasmados, con libreros generosos, con medios de comunicación cómplices, con bibliotecarios entregados… con una red de amigos del libro que se lo cuentan de uno a otro y con una autora que cree en lo que dice y lo transmite como pocas personas saben hacerlo”.
El papel de los libreros y libreras
Los medios reseñan y las editoriales hacen campañas, pero que el librero o la librera conozca el título, como comentaba Alfonso Castán, es vital. Al fin y al cabo es quien finalmente interactúa con el cliente y puede influir en la decisión de compra, recomendando un título al indeciso o darle visibilidad al libro en la mesa de novedades. Podría ser el prescriptor a pie de calle junto a los propios lectores que contribuyen con el boca a boca.
Chema Aniés comenta que tienen una gran influencia pero reducida a su zona. En el caso concreto de El infinito en un junco, Irene Vallejo partía con una ventaja a la hora de convencer al gremio: la materia de la que trata. “En cuanto los libreros se lo leyeron, se implicaron. Primero por el tema, ya que es la historia del libro, de la escritura, de la cultura, que nos gusta y nos afecta a todos. Y segundo por cómo está escrito: no es un ensayo árido, es muy literario. Y conocerla a ella en las diversas presentaciones que ha hecho por toda España, creo que ha reforzado la intervención”, sostiene.
La venta online ha hecho mella en el poder de los trabajadores de las librerías a la hora de impulsar un fenómeno. Sobre todo en este 2020, con el confinamiento que impedía o impide acudir a adquirir volúmenes en persona. Pero las librerías independientes se han organizado para mantener a sus clientes en la plataforma Todostuslibros.com. Hasta ahora solo permitía localizar el título deseado en más de 700 comercios, pero el pasado 12 de noviembre, Día de las Librerías, se lanzó oficialmente su servicio de compra online. Interactúa directamente con la web Las librerías recomiendan, un espacio en el que libreros y libreras escogen libros y escriben reseñas y recomendaciones. Así, esa figura de guía de lectura no se pierde al desaparecer el encuentro en el espacio físico.
Juan Marqués es el coordinador de dicho espacio online, además de poeta (ha publicado recientemente el libro Diez mil cien en la editorial Planeta y ha ganado el X Premio Iberoamericano de Poesía Hermanos Machado). Explica vía correo electrónico a elDiario.es que para los libreros un fenómeno como el de El infinito en un junco “es algo muy importante, de verdad, porque realmente hacen falta libros que se lean masivamente. Es tremendo pero del ochenta y muchos por ciento de los 65.000 libros que se publican anualmente en España no se venden ni cien ejemplares. Gestionar toda esa avalancha es ineludible, por supuesto, porque que no se vendan no quiere decir que no sean necesarios o valiosos, pero supone muchísimo trabajo que es poco rentable. Si un solo título vende lo mismo que otros varios miles hace que la cosa se equilibre, que merezca la pena”.
Según su visión, hay poca ciencia en el papel de la editorial a la hora de que un libro triunfe. “Hay cientos de ellas que hacen un trabajo impecable, y todas merecen que una vez en su existencia tengan un 'junco', pero lo normal es que no suceda. Es el caso de Pre-Textos con Louise Glück, la nueva Premio Nobel: llevan años apostando por ella sin apenas vender nada de los siete libros que le han publicado, y en 15 minutos, tras el anuncio de Estocolmo, vendieron todo lo que tenían repartido y hasta almacenado. Algo así como un 700% más de lo que habían vendido nunca de ella. De todos modos, son fenómenos incomparables: incluso en ese caso la poesía es minoritaria, comparado con lo de Irene Vallejo. Según publicó Andrés Trapiello en El Mundo, el agente de Glück no ha renovado el contrato con la editorial valenciana en busca de otra más grande, lo que ha provocado cierto revuelo en el sector.
En 'Las librerías recomiendan' publicaron muy pronto una reseña sobre el libro, ya que Chema Aniés, que había leído las galeradas avisó de que “podía pasar algo gordo con él”. Sin embargo no le da demasiada importancia a ese hecho, para él no fue determinante. “Simplemente fue una voz más que alertó pronto: una voz, eso sí, entusiasta, seria, autorizada, cariñosa... pero una más en el enorme y prestigioso coro de recomendadores que lo leyeron pronto”, sostiene.
Para él, el fenómeno se produce gracias a “la presencia en redes sociales, las recomendaciones, la visibilización constante... Si hay por todas partes un clamor unánime alrededor de un libro (y además en todos los ámbitos: la Universidad y los fanzines, el público exigente y el llamado 'lector común' –que, por cierto, yo creo que no existe–, las revistas hipsters y los clasicistas..., entonces es como una mecha. Y si la editorial reacciona a tiempo, como tan bien hizo Siruela, y se centra en ello en cuanto percibe el runrún, y la autora (que es, por cierto, un verdadero encanto) ayuda con disponibilidad para todo tipo de promoción... pues puede llegar a suceder esto”.
¿Cuál es el futuro que le espera a El infinito en un junco? ¿Ha llegado al tope de su alcance? Ofelia Grande, que ya ha vivido un éxito como este en su editorial con libros como El último barco de Domingo Villar, Imperiofobia y Leyenda Negra de Elvira Roca o Biografía del silencio de Pablo d´Ors, está convencida de que el 'junco' acaba de empezar su recorrido y no tiene fin. “Falta que se publique en las casi 30 lenguas que ya lo han contratado, que llegue a los colegios, institutos, universidades, que alcance a más lectores… Todos ellos van a quedar 'hechizados' y ese es el único secreto. No hay más. Ni menos”.