La novela Las formas del querer de la periodista Inés Martín Rodrigo ha sido elegida como la merecedora del 78 Premio Nadal 2022, el reconocimiento más temprano del año en el mundo del libro y que tradicionalmente se da a conocer el Día de Reyes. El premio Josep Pla ha sido para el también periodista Antoni Cruanyes, por La vall de la llum.
En Las formas del querer, la protagonista sufre una crisis emocional muy fuerte que le lleva a tocar fondo, y en mitad de “un duelo inconsolable”, en palabras de la autora, se refugia en las palabras, poniendo así en el centro del relato el poder de la literatura. Una trama que transcurre paralela a la historia de España, desde la Guerra Civil hasta los inicios de siglo XXI.
Martín Rodrigo, que se presentó con el pseudónimo de Candela Vázquez Soto, ha dicho estar “impresionada” de estar recogiendo el premio después de muchos años “al otro lado del espejo”, en referencia a su trabajo como periodista en el periódico ABC. “Para mí recibir el premio Nadal es un honor y un privilegio, y hacerlo además el año que celebramos el centenario mi adorada, querida y admirada Carmen Laforet, la primera escritora que ganó el Nadal aunque más bien podríamos decir que fue el Nadal el que ganó a Carmen Laforet”, ha añadido, en unas palabras dirigidas a los medios de comunicación reunidos en el Hotel Palace de Barcelona.
“Este premio es la prueba evidente de que las ficciones que inventamos para nosotros mismos, a veces se hacen realidad”, ha dicho la autora, quien ha dedicado el premio a su madre, Aurora. “Decidí escribir esta novela en busca de algo de alivio en estos tiempos oscuros que nos ha tocado vivir”, ha dicho. Y aludiendo a la recientemente fallecida Joan Didion: “nos contamos historias a nosotros mismos para sobrevivir”. “Las palabras escritas y leídas han sido siempre mi mejor refugio”, ha dicho la autora, nacida en 1983.
El jurado ha estado formado por las escritoras Alicia Giménez Bartlett y Care Santos (Premio Nadal en 2017), y los escritores Lorenzo Silva (Premio Nadal en 2000), Andrés Trapiello (Premio Nadal en 2003) y Emili Rosales, al igual que el año anterior. La obra ha sido elegida entre cinco finalistas que según comunicaron el día anterior son El pasado invisible, de la escritora de Villanueva de la Cañada (Madrid) Carolina Redondo Fernández (autora de El sueño de Newton), Un amor propio, de Albertine Simonet (seudónimo) y Cómo encender un fuego, de la guionista Almudena López Molina y El teatro en medio del océano, de Marta Camino (seudónimo).
Se han presentado al concurso 937 manuscritos (107 menos que en la anterior convocatoria), en los cuales ha predominado, según ha informado la editorial, las novelas históricas, policiales y, de manera muy destacada, “las historias intimistas que profundizan en tramas personales o sociales a través de elaboraciones literarias”.
El año anterior, la escritora catalana Najat El Hachmi se hizo con este premio, dotado con 18.000 euros y la publicación en Destino (Planeta) con El lunes nos querrán. El Hachmi ganó con una historia en clave feminista y de iniciación; un texto de descubrimiento del yo, con un personaje adolescente que reflexiona sobre su educación cultural. El año anterior también fue una escritora, la poeta, dramaturga y experta en cómic Ana Merino, la galardonada, con El mapa de los afectos. El Nadal se otorgó por primera vez el 6 de enero de 1945, generando un gran éxito para la joven novelista Carmen Laforet por Nada. Gracias a la repercusión de Nada, el premio se granjeó un prestigio en el mundo literario.
Otros autores como Sergio Vila-Sanjuán Robert, Álvaro Pombo, Maruja Torres, Francisco Casavella, Ángela Vallvey o Fernando Marías se lo han llevado en este siglo.
Premio Josep Pla
En la misma convocatoria se ha dado a conocer el fallo del 54 Premio Josep Pla de prosa en catalán, que ha recaído en La vall de la llum, de Antoni Cruanyes. Un galardón dotado con 6.000 euros, cuyos finalistas son 1929, de Toni Giménez Alonso, El franctirador, de Josep Masanés Nogués, El llibre de l'avi, de Maria Becana (seudónimo), Programa zero, de Jordi Deu (seudónimo) y Sense futur, de Joaquim Carbó.