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La pandemia multiplicó los beneficios de los escritores, con récord histórico de derechos en 2021

Peio H. Riaño

30 de agosto de 2022 22:06 h

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En unas semanas, la Federación de Gremios de Editores de España (FGGEE) hará público el informe anual completo de 2021 y, entre los datos, llamará la atención una cifra nunca antes alcanzada: un año después de la pandemia del coronavirus, los pagos por derechos de autor crecieron hasta los 202,9 millones de euros. Esta cantidad adelantada por la FGGEE a elDiario.es es el mejor registro cuantificado desde, al menos, 2008, cuando la industria logró la mayor facturación en el mercado interior del libro: 3.185 millones de euros. Aquel año, a las autoras y autores les llegaron 200,1 millones de euros, es decir, un 6,3% de los beneficios. En 2021, casi un 8% del total recaudado por la industria del libro fue para los creadores y creadoras. Por cada libro que se vende el autor o autora recibe, habitualmente, el 10% del PVP.

A partir de 2008, con la crisis financiera menguando la capacidad económica de los ciudadanos, el sector entró en un declive que poco a poco ha remontado. Pero se mantiene muy lejos de los 3.000 millones de euros que se facturaban antes de la sangría financiera internacional. En 2021, la facturación total del mercado interior del libro alcanzó los 2.576 millones de euros, 609 millones de euros menos que la cifra récord. A pesar de estar muy lejos de los beneficios de antaño, el sector repartió más beneficios que nunca entre sus escritoras y escritores.

El año en que España se quedó encerrada en casa ha provocado que el sector reparta más beneficios que nunca entre sus escritoras y escritores

Para las agencias literarias consultadas que representan los derechos de los autores, el año en que España se quedó encerrada en casa ha provocado esa cifra histórica. Es en abril del año posterior cuando se hace balance y se paga a los escritores por sus ventas. El incremento de la dedicación a la lectura en confinamiento —los españoles pasaron de leer 47 minutos al día a 71 minutos en tiempos de la COVID-19— provocó más ventas de obra literaria. Es decir, más beneficios para todas las partes de la cadena del libro: editoriales, distribuidoras y librerías. Ahora sabemos que también para el eslabón más débil: los autores.

Desde la editorial Anagrama señalan que podría deberse a la subida de ventas de los autores en español. “Realmente están vendiendo mucho mejor que las traducciones y normalmente tienen porcentajes de derechos de autor más altos que las traducciones, como es lógico”, señala Silvia Sesé, la directora editorial de Anagrama. De hecho, las últimas cifras recopiladas por la FGGEE indican esa preferencia: un 64,5% de los pagos por derechos de autor fue para autores españoles. La cantidad más alta desde 2006, cuando los autores españoles registraron el 65,6%.

Nuevas ventanas de negocio

En la Asociación para el Desarrollo de la Propiedad Intelectual (ADEPI) señalan a este periódico que el hecho puede deberse al pago de los beneficios generados en 2020, de anticipos por la publicación y a las ventas de nuevas ventanas de negocio en auge, como el audiolibro y el pódcast y la adaptación de libros a otros formatos audiovisuales como guiones de cine y tele y series en plataformas. De hecho, en 2021, el 5,2% de la población afirmó escuchar audiolibros, un incremento significativo respecto a 2020, cuando el porcentaje era del 3,1%. En estos momentos hay varias plataformas de suscripción como Podimo, Storytel, Audible, Spotify o Sonora que están produciendo audiolibros o adaptando novelas y luchando entre ellas por lograr el mejor posicionamiento en el mercado. La compra de derechos literarios para hacerse con la mayor cuota de mercado en el audio ante la competencia es un hecho nuevo, que también genera beneficios en los creadores.

“Además, es posible que en 2021 se pagaran anticipos importantes para ayudar a sus autores a sobrellevar la crisis sanitaria”, añaden desde ADEPI. Indican que el colectivo de la literatura, a pesar de que no pudieron vender en librerías durante varias semanas del confinamiento, ha sido de los menos castigados porque pudieron seguir trabajando. De hecho, la venta de libros en formato digital en lengua española aumentó en 2020 un 43% respecto al año anterior, con la literatura de ficción como la más demandada, según el informe anual de Libranda, principal distribuidora de libros digitales. También hubo editoriales que, antes de la reapertura de las librerías, atendieron pedidos directamente desde su web. Luego, con los comercios activos desde junio, las ventas se multiplicaron en las librerías. Al final del año lo que parecía el apocalipsis se convirtió en un aumento de ventas del 2,4%. “Por todo esto se ha repartido mucho dinero por derechos de autor”, añaden en ADEPI.

Por otro lado, en 2020 las editoriales tuvieron que medir la inversión de los recursos al máximo y la publicación y promoción más barata es la de los autores españoles. “Además, los nuevos canales de promoción de los libros, alejados de los medios de comunicación tradicionales, fomentan más a los autores españoles”, explican desde la editorial Lengua de Trapo. En Roca Editorial ocurrió con Despiértame cuando acabe septiembre, de Mónica Rouanet. Durante la pandemia su directora editorial, Blanca Rosa Roca, decidió regalar una serie de títulos en formato electrónico por tres semanas. La medida sirvió como promoción y disparó las ventas de títulos como el citado. “A nosotros 2020 nos fue muy bien, mucho mejor que 2021”, indica. La cifra de crecimiento de 2021 fue del 5,6%, el mayor repunte del sector en años. En lo que va de 2022, según los datos auditados por GFK, el mercado ha crecido un 2,6%. A la cabeza se encuentra la literatura juvenil, con un 14,7%.

Hay que tener en cuenta en el éxito de derechos de autor el incremento de la cuantía del Premio Planeta, como indica Jan Martí, editor de Blackie Books

Como bien indica Jan Martí, editor de Blackie Books, también hay que tener en cuenta en el éxito de derechos de autor el incremento de la cuantía del Premio Planeta. En 2021 se convirtió en el galardón literario mejor pagado del mundo, gracias a subir el pago de 601.000 euros a un millón de euros. Pero también coincide en que los últimos cuatro meses de 2020 fueron muy buenos y las cifras se mantuvieron en 2021. “En 2022 hemos vuelto a la normalidad y la gente ya se ha vuelto a ir a Grecia. En 2020 y parte de 2021 no podías salir, ni viajar y el libro salió reforzado”, cuenta Martí. El vaticinio no es alentador para las escritoras y escritores, porque no parece que la buena noticia vuelva a repetirse.

Los autores, contentos

El novelista Manuel Rico es el presidente de la Asociación Colegial de Escritores y recibe el dato como “una magnífica noticia”, tanto por el incremento de los derechos de autor como por la cuota de mercado que tienen los autores españoles. Una de las conclusiones de estos datos es que el peor año de facturación de derechos de autor sucede cuando más títulos de autores extranjeros se venden. Sucedió en 2013: se repartieron 158,6 millones de euros de derechos de autor y la cuota extranjera fue del 42,9%.

En los informes de la FGGEE también se indica que los autores españoles generan más derechos en editoriales medianas que en las grandes o muy grandes, donde el porcentaje de derechos de autor sobre la facturación total es del 4,9%. En las editoriales medianas, llega al 9,8%. Además, es en las editoriales medianas donde los autores españoles generan más derechos que los extranjeros: el 68,3% frente al 31,7%. En las grandes, los autores extranjeros suponen el 56,5%. Para Manuel Rico, el autor español ha salido muy reforzado tras el confinamiento. También cree que las nuevas ventanas de negocio, como el audiolibro, han ayudado al crecimiento. Sin olvidar el “auge de la novela negra e histórica de autores españoles”.

Más librerías en los telediarios

El secretario de la Junta Directiva de la FGGEE es Antonio María Ávila y tiene otros puntos de vista sobre el incremento del pago de derechos de autor en 2021. “Antes de la crisis financiera, el subidón de facturación total se debe al libro de texto porque entonces accedieron a la educación un millón de alumnos nuevos, procedentes de la migración.. Fueron muy buenos años porque, además, se invertían 80 millones de euros en compra de novedades para las bibliotecas españolas. Esto tuvo un efecto multiplicador en las ventas. El dinero público siempre multiplica los beneficios”, cuenta Ávila.

También coincide con los editores en que, si los beneficios para los autores han crecido, quiere decir que se vendió más literatura. “Es un efecto post COVID-19, un efecto positivo gracias al tiempo de lectura. Ten en cuenta que durante la pandemia, en las televisiones, los referentes que entrevistaban siempre aparecían en la biblioteca de sus casas. La idea que se transmitió es que los que más saben, usan libros. Esto fue determinante”, cuenta Antonio María Ávila como una de las causas de la promoción de las ventas.