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“Para la poesía significa el éxtasis”: una carta de amor coral a Cristina Peri Rossi

El próximo sábado Cristina Peri Rossi no acudirá al paraninfo de la Universidad de Alcalá. El estado de salud de la última Premio Cervantes es delicado, como ella misma admitió al recibir la noticia el pasado noviembre. Ese día atendió a los medios a duras penas. Un broncoespasmo y una insuficiencia cardiaca le obligaban a tomar aire entre frase y frase. Al acto de entrega acudirá su amiga, la actriz Cecilia Roth. Pero ni siquiera esto le resta visibilidad o importancia a su galardón. La escritora de 80 años es la sexta mujer en alzarse con el Cervantes.

Nacida en Montevideo en 1941 y residente en Barcelona, Peri Rossi es una de las voces más relevantes de las letras en castellano y la única mujer incluida dentro del boom latinoamericano. Su obra ha sido traducida a más de 20 idiomas. Pero más allá de las ediciones, los premios, las entrevistas o las galas institucionales, la otra manera de acercarse a ella es a través de su huella literaria. La que ha dejado en jóvenes –y no tan jóvenes– poetas, escritores y editoras.

Es alegórico que su amiga Cecilia vaya a recoger el Cervantes en su nombre porque, como dice la filósofa y escritora Alicia Valdés, “lo que me une a ella tiene mucho que ver con la amistad, la intimidad y el amor entre mujeres, y con cómo la voz de una persona querida te puede llevar a la escritura de alguien que no conoces”. Esa persona fue Sara Torres, ganadora Premio Nacional de Poesía Gloria Fuertes en 2014 y una de las grandes expertas actuales en Cristina Peri Rossi.

“Me gustaría poder explicar qué se siente hacia una escritora que pone palabras al deseo de una, creo que es algo así como un 'reconocimiento' o 'pertenencia' a una especie de familia misteriosa y perdida en la historia”, cuenta Torres, que desvela que cuando la descubrió estaba aún en el instituto, mantenía una pequeña historia de amor con una chica de Cádiz y Peri Rossi puso un escenario a su deseo. “A través de su poesía empecé a imaginar a las mujeres de forma distinta, hasta cierto punto independiente de las eternas narrativas que cuentan a la mujer desde el vínculo heterosexual”. 

A través de su poesía empecé a imaginar a las mujeres de forma distinta, independiente de las eternas narrativas que cuentan a la mujer desde el vínculo heterosexual

En su novela Insumisa, la uruguaya narró sus memorias de juventud y presentó a Alina, la primera amiga a quien descubrió que ambas eran “anormales, homosexuales como los maricones, pero en mujeres”. Otra compañera de viaje fue Alejandra Pizarnik y, a través de la argentina, fue como la conoció Laura Rodríguez, editora de la revista de poesía Caracol Nocturno. “En mis primeros años de carrera, di con una serie de poemas que Peri Rossi dedica en su obra Diáspora. Me fascinó cómo plasmaba el mundo repleto de lilas, niñas y espejos que hay detrás del nombre de Alejandra”.

También Nares Montero, poeta, agente cultural y editora, llegó a ella a través de un poema sobre Pizarnik: “La ternura y la comunicación entre mujeres son dos de mis fetiches literarios, pero en los poemas de Cristina encuentro además cierto espíritu cínico, casi un ascetismo formal, crudeza sin necesidad de adorno y una concepción de sí misma en el espacio como no había leído antes”.

En sus poemas encuentro casi un ascetismo formal, crudeza sin necesidad de adorno y una concepción de sí misma en el espacio como no había leído antes

Peri Rossi ha huido de etiquetas toda su carrera. Cuando la prensa intentaba atribuirle una sexualidad concreta –lesbiana o bisexual– ella se resistía y también lo hacía en sus escritos, donde ha alternado las voces masculinas y femeninas. A pesar de que el lesbianismo es un tema común en su escritura, la autora ha mantenido una posición ambigua a nivel personal y literario. Aunque sí que ha analizado profusamente la deconstrucción de los géneros biológicos y de la masculinidad.

Mi trabajo como filósofa y escritora se estructura de manera constante en torno al deseo. No sólo a la idea del deseo entendido como sexual, sino al deseo desde un punto de vista más holístico y vinculado al psicoanálisis. La escritura de Peri Rossi nos ayuda y da herramientas para subvertir toda lógica libidinal y nos cuestiona y apela de manera incómoda y enriquecedora, como nos enseña en su novela Todo lo que no te pude decir”, explica Alicia Valdés, que se considera más seguidora de la prosa que de la poesía de la Premio Cervantes.

¿Cómo describir su voz poética?

Como destacó su editor en Menoscuarto –que ha publicado casi toda la narrativa de Cristina Peri Rossi y algo de su poesía– “es capaz de contar sin dramatismo una violación, por ejemplo. Escribe con una hondura, una sensibilidad y una serenidad manifiesta”. Gonzalo Escarpa, autor de numerosas antologías y profesor en el Laboratorio de Creación Poética, reconoce que persigue con orgullo esa escritura sencilla y coloquial como un “burdo imitador de su genio absoluto”.

“Cuando era muy joven me encontraba con Peri Rossi en todas partes. Leyendo a Cortázar: Peri Rossi. Estudiando autores de ese magnífico lugar antiprohibicionista que es Uruguay, del que venía también ese cantante recién llegado a Madrid, Jorge Drexler: Peri Rossi. En la cafetería de Filología en la Complutense: Peri Rossi. Escuchando al genial Masliah: Peri Rossi. En la boca de todos mis amigos argentinos estaba, junto a la bombilla del mate, Peri Rossi. No es solo una poeta. Es un símbolo de y para todos los que llegaron a España pensando en regresar, como ella misma”, abunda Escarpa.

En la boca de todos mis amigos argentinos estaba, junto a la bombilla del mate, Peri Rossi. No es solo una poeta. Es un símbolo de y para todos los que llegaron a España pensando en regresar

La autora huyó a España a los 31 años, en 1972, aunque tuvo que volver a exiliarse en París junto a su admirador Julio Cortázar cuando el régimen de Franco le denegó el pasaporte en connivencia con Uruguay. Allí, tanto su nombre como sus libros estaban censurados. Pero una vez asentada en Barcelona y fallecido el dictador, publicó La nave de los locos en 1984, que es considerada la novela hispana más importante después del boom latinoamericano. La nave es una alegoría del exilio y de la exclusión por motivos de política, género y sexualidad.

Para Nares Montero, es necesario “que se valore en este grado a una autora migrante (incluso apátrida en un momento de su vida) en un país como el nuestro, tan exaltado de sí”. “Su historia es la nuestra. Yo hago mías sus palabras Hablo la lengua de los conquistadores / pero digo lo contrario de lo que ellos dicen”, replica la preside y coordina la también presidenta de la Asociación Cultural Ediciones Deliciosas.

Marta Vicente Antolín, ganadora del III Premio Nacional de Poesía Viva #LdeLírica y autora del poemario Éxito Stelaris, es aún más concisa: “Para la poesía significa el éxtasis”. “Es casi como preguntar qué es lo atrayente de un milagro: lo que atrae de sus poemas es la imbricación perfecta entre la ferocidad del fondo con el cuidado de la forma y esto hace que sean redondos, absolutos, pero absolutos sobre aristas”, continúa la también estudiante de medicina. “Leer a Peri Rossi es un placer y es también un dolor que se queda con nosotros para siempre”. 

Leer a Peri Rossi es un placer y es también un dolor que se queda con nosotros para siempre

La doctora en Filología Hispánica y ganadora del premio de poesía Jovellanos al mejor poema del mundo, Alicia Louzao, prefiere responder sobre Cristina Peri Rossi a través de sus escritos. “Tiene la capacidad que tiene de emplear un lenguaje sencillo para plasmar ideas que nos pueden atravesar, véase el poema titulado Oración (Líbranos, Señor/ de encontrarnos/ años después/ con nuestros grandes amores) y se permite el juego, como en Paranoia (Me preocupo por tu cuerpo/ tus leucocitos tus linfocitos/ el páncreas la glándula pineal…). Una a una enumera todas las preocupaciones que envuelven al objeto de nuestro deseo (la posibilidad de un virus, el terremoto o hasta el color de la orina). Creo que, cuando escribes poesía, saber jugar es necesario”, opina la poeta.

¿Por qué merece el Premio Cervantes?

La nueva Premio Cervantes se mostró genuinamente sorprendida por el galardón, porque, como admitió en una entrevista con este diario no tiene “camarilla literaria ni enchufes”. Sin embargo, para sus editores y seguidores era una cuenta pendiente de los ministerios de Cultura de España. “Hace mucho que le escribo unos días antes de la entrega diciéndole 'a ver si este año por fin te lo dan'”, revela Nicole Visor, su editora en el sello Visor, que prepara una gran colección de su obra para este año.

“Me encanta leerla, siempre fue una de mis poetas preferidas; cuando me mudé a Madrid, uno de los pocos libros que me traje de Buenos Aires fue la primera edición de Evohé, su primer libro de poemas, que fue revolucionario y ya presagiaba una carrera prominente”, asegura Nicole. “No me sorprendió el Cervantes, pero me alegra que por fin le den el reconocimiento que se merece”.

“Es la antipoeta, la autora de un poemario que se titula Playstation, la única capaz de hacerte llorar mientras te ríes. Es divertida, pero sus poemas no son exactamente divertidos. Son melancólicos en el sentido en el que pensaba Víctor Hugo cuando dijo que la melancolía es la alegría de estar triste”, destaca Gonzalo Escarpa. “Cervantes hubiera sido muy amigo de Cristina. Comparten el humor vitriólico. Y el buen gusto”.

Puede conmover a cualquier lector que tenga sensibilidad, a cualquiera que tenga estudios literarios y pueda apreciarla o a cualquiera que sepa lo que significa la vida

¿Es un reconocimiento tardío? “He pagado el precio de estar en pequeñas editoriales, editoriales que aman lo que escribo y que aprecian lo que hago”, admitió en su momento, aunque su obra “tiene más repercusión de lo que se cree en España”. Siempre reivindica por ejemplo La insumisa, su última biografía publicada en 2020 y que “se estudia en todas las universidades de Estados Unidos”. “Aunque tiene su público y sus lectores son fieles, tiene que tener más”, pide su editor en Menoscuarto. Pero que la poeta tiene una masa de seguidores fiel, es un hecho.

“La poesía de Cristina Peri Rossi puede conmover a cualquier lector que tenga sensibilidad, a cualquier lector que tenga estudios literarios y pueda apreciarla o a cualquier lector que sepa lo que significa la vida (ese deseo, ese amor y esa pérdida del amor)”, resume Alicia Louzao. A Laura Rodríguez tampoco le cabe duda: “Por su compromiso con la lengua, tanto a nivel estético como ético, y su influencia en multitud poetas de diferentes de generaciones, Cristina Peri Rossi es una justa merecedora del Premio Cervantes”.