El poeta venezolano Rafael Cadenas ha recibido este lunes el Premio Cervantes 2022, el máximo reconocimiento de las letras en español. El acto, celebrado en el paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), lo han presidido los reyes de España. “Este es un honor que me sobrepasa”, han sido las primeras palabras pronunciadas por el autor al iniciar su discurso de agradecimiento, que ha estado marcado por el antibelicismo, la reivindicación de la necesidad de “cuidar” la lengua y la defensa de la libertad.
El también ensayista y profesor ha recordado que el abuelo de su pareja procedió de las islas Canarias, “como muchos venezolanos que descienden de españoles merced a la migración que los trajo a América Latina”. Cadenas ha explicado que muchos de ellos fueron profesores que se incorporaron a su sistema educativo. “Al llegar dieron clase enriqueciendo nuestra cultura”, ha defendido sumando que también propiciaron el “periodo de más esplendor” a nivel universitario: “Pese a no estar bien desde hace años, la universidad sigue siendo plural. Una universidad que sea para el adoctrinamiento, deja de serlo”.
El poeta se ha servido de citas pensadores, filósofos y escritores, alegando que “refuerzan” sus pensamientos y “casi siempre vienen de alguien con autoridad”. En una de ellas ha acuñado el pensamiento del psiquiatra Karl Jaspers, que afirmó que “no existe ninguna concepción del mundo valedera”. Contexto que, para Cadenas, tiene como consecuencia: “Dejarnos a la intemperie y a la vez darnos fuerza para indagar”. “En este tiempo en el que el totalitarismo avanza y la bomba ha crecido, resulta paradójico, pero lo cierto es que las naciones más civilizadas se encuentran entre las principales fabricantes de armas”, ha apuntado.
El galardonado ha mencionado a los protagonistas del célebre título de Miguel de Cervantes, cuya vida ha descrito igualmente como “una novela de aventuras”. “La de Don Quijote puede verse como un proceso de la normalidad a la locura, y de esta otra vez, a una especie de mansa normalidad”, ha valorado antes de ensalzar la figura de su compañero, Sancho Panza, que considera que se “ha sido subestimado por los 'quijotistas' y representa lo real de nuestro tiempo, ya que asistimos a una revaloración de la vida corriente. En ella está también el misterio”.
Una universidad que sea para el adoctrinamiento, deja de serlo
“Los nacionalismos, ideologías y credos dividen a los seres humanos. Pero en este tiempo, gracias al desarrollo de la comunicación, el mundo debería ser cosmopolita. En cierto modo lo es, pero a ello se oponen los factores que he mencionado, sobre todo el nacionalismo que, según Einstein, es el 'sarampión de la humanidad'. Sin embargo, existe un ego nacional que no aceptaría semejante cambio”, ha afirmado compartiendo que figuras como Séneca, Goethe y Jaques Derrida lo fueron.
Preocupación por una lengua que precisa de cuidado urgente
Cadenas ha continuado refiriéndose a la lengua, que ha calificado como “maltrecha”. “Hemos de cuidarla como amadores suyos”, ha opinado lamentando no poder señalar “todas sus fallas” durante el discurso, por ser “demasiadas. Algunas de ellas son procedentes de traducciones del inglés en la televisión y otros medios. A comienzos del siglo XX los académicos se enfadaban con los galicismos, los que se deslizan hoy en nuestro vivir son los anglicismos”.
George Orwell expuso que “el actual caos político guarda relación con la decadencia del lenguaje y podríamos conseguir alguna mejora si empezáramos por lo verbal”. El poeta ha utilizado su postura para hablar de la “limitación de la palabra”, al no ir al paso de una realidad que cambia constantemente. “Puede haber llegado el momento de revisar las bases de toda la cultura, aunque no sé si al decir esto se trata de un contagio de los dos famosos personajes”, ha planteado haciendo alusión, de nuevo, a Don Quijote y Sancho Panza.
A comienzos del siglo XX los académicos se enfadaban con los galicismos, los que se deslizan hoy en nuestro vivir son los anglicismos
“Todo debería examinarse”, ha afirmado, incluida la democracia. “Es urgente defenderla de todo lo que la acecha”, ha advertido subrayando que es una terea que “incumbe a la educación, que la ha descuidado. En los países en los que existe, se necesita una pedagogía que la robustezca”. “Los demócratas deben pedir a voces su renovación. Ha de interiorizarse, volverse transparente, dar primacía a lo social aboliendo la pobreza, apoyar a la cultura. Esto no es ningún sueño, sino un trabajo de todos”, ha expuesto.
Por último, ha vuelto a referirse al libro de Miguel de Cervantes para reivindicar la libertad y ha enviado un mensaje de apoyo al escritor nicaragüense Sergio Ramírez: “Deseo de que pueda volver a su país”.
El deterioro del hombre y del lenguaje, entrelazados
Cadenas, de 93 años, que tomó el relevo a Cristina Peri Rossi como vencedor del galardón; fue elegido por el jurado por “la trascendencia de un creador que ha hecho de la poesía un motivo de su propia existencia”.
Descripción que ha recordado el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, en el inicio de la ceremonia este lunes. “Este es un galardón que honra nuestra lengua, una lengua común que una a España y Latinoamérica en el destino de las palabras, la poesía, la literatura, la vida que se construye y recrea en voces hermanas”, ha declarado. El dirigente ha destacado el “carácter recatado y de pocas palabras” del también ensayista, así como la manera en la que “se ha empeñado en dar concisión a una lengua que a su juicio ha de ser atendida”.
Citando a Cadenas, ha expresado: “No puede hablarse separadamente de un deterioro del lenguaje, remite a otro, al del hombre, ambos van juntos, se entrecruzan, se potencian entre sí. Por eso en la defensa del hombre ha de incluirse la del idioma”. A modo de conclusión, Iceta ha definido a Cadenas como “un hombre de una ética e integridad radicales tanto en su andar como en su literatura. Una voz comprometida de consecuente honestidad. Su figura convoca y reúne en sí a un país disperso por todo el mundo”.
Derrota, el poema más célebre de autor, incluido la obra Falsas maniobras (1966), se convirtió en un símbolo de la literatura latinoamericana. Cantos iniciales (1646), Los cuadernos del destierro (1960), Intemperie (1977), Realidad y literatura (1979) y El taller de al lado (2005) son algunos de sus títulos más destacados. Cadenas combinó desde joven su pasión por la literatura con la militancia política en el Partido Comunista de Venezuela; lo que provocó que fuera encerrado en la cárcel y posteriormente enviado al exilio durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. La isla de Trinidad fue su refugio hasta 1957.