Si de algo sirve la Feria del Libro es para encontrar ese libro que no esperabas. Para volverte a casa cargada de bolsas con aquello que Amazon nunca te podrá recomendar. Recorrerte el Paseo de Coches en plan flaneûr: poniendo la oreja en conversaciones de editoras para después dejarte llevar por recomendaciones de libreros. Por un rato no hablarás con un algoritmo, no hay scrolls, ni gifs. Solo tus sandalias y un vaso de granizado.
Hoy, por ejemplo, te dirigirás a la caseta nº X, desafiando el calor, después del picnic o antes del vermut de los maravillosos bares de Menéndez Pelayo, cual directioner literaria, tachando con un check tu arrugado papelito de deseos. Ha empezado la Feria y tienes sed de libros. Y para saciarla, necesitas la siguiente lista de autoras, todo es poco para compensar la inercia machirula de nuestro canon cultural. Ahí va una lista de autoras jóvenas, noveles y hasta consagradas, para culminar la romería y volver a casa con el canon equilibrado y en su sitio.
Medel, Machado, Magia
Con estas tres pistas, nada puede salir mal. Solo Elena Medel podía publicar un libro sobre Machado llamado El mundo Mago: cómo vivir con Antonio Machado (Ariel). Una guía de lectura con guiños a la autoayuda, ese arte que, de un modo sublime, siempre nos deja el autor de Juan de Mairena y que Medel nos acerca sin permitir que nos asustemos por el tamaño de tal figura. En estos días podréis preguntarle el porqué y el cómo de este tratado, en las casetas de Sin Tarima (260) o a Ariel (257). Ah, y Elena nos recomienda de paso “sus libros de la Feria”: Los niños, de Carolina Sanín (Siruela): “una novela perturbadora sobre las definiciones de género (mujer, hombre) y edad (niño, adulto), que puede leerse también como novela, en otro sentido, de género” o Que concierne, de Julieta Valero (Vaso Roto): “una vuelta de tuerca necesaria a nuestro concepto de poesía social y comprometida. Valero exige al lenguaje y exige a la realidad”.
Un chute de imagen, por favor
Después de este lote de ensayo y narrativa, es bueno rebuscar en las imágenes y la acción y desbordarnos con algunas referencias de novela gráfica o teatro. Las encontraremos en casetas como la mágica 210 (donde se dan cita Pepitas de Calabaza, Delirio, Uña Rota y Fulgencio Pimentel). Estas dos últimas editoriales, nos regalan dos joyas de mujeres en plena explosión de su carrera: como son Julie Doucet y sus Cómics, o Angélica Liddel y su trilogía dramática El centro del mundo.
En casetas como Astiberri (172), Mono Araña (78) o The Comic Co. (84), podrás encontrar joyitas subterráneas como Roberta Vázquez y su Havarti Party, publicada por la mini-editorial Fosfatina, Diminuta Editorial editando lo último de María Herreros o a la dibujante Jen Wang, quien junto a Cory Doctorow, borda En la vida real (Sapristi Ediciones). Ah, Elisa McCausland, crítica comiquera, me dice al oído mientras comemos un helado que Ana Galvañ está a punto de distribuir fanzine (a mano), una pequeña maravilla y que, puede, solo puede, esté en la Feria del Libro. Serás tú quien tenga que encontrarlo.
Escuchado en casetas
Natalia Zarco, de Contexto (casetas 156-157-158), me asegura que piensa convencer a todo el que se acerque de que Una mujer en el frente, de Alaine Polcz y Cómo aprendí a leer, de Agnès Desarthe, son dos novelas imperdibles de dos mujeres increíbles. Y ya que estás allí no puedes dejar de llevarte el último de Selva negra, de Valérie Mréjen (Periférica), donde, como todos los libros de esta autora francesa, encontrarás sutileza y poesía salvaje.
También puedes recalar en la caseta de Lumen (caseta 233) y preguntar por uno de los títulos que más sonarán en esta edición, Julia Montejo, nuevo fichaje de la editorial, quien con su tercera novela, Lo que tengo que contarte ha despertado el interés de muchos. Un trabajo de documentación y técnica narrativa preciso y sorprendente, que además, aborda un curioso contencioso histórico entre Islandia y Euskadi. Todo son preguntas que podrá ayudar a esclarecerte la propia autora, quien estará firmando este próximo fin de semana.
Una parada para hacer la digestión
En la caseta 100, Traficantes de Sueños, todo es verdor ensayístico. Frondosidad para nuestro pensamiento agitado, tan necesitado de análisis en estos últimos tiempos y semanas. Pide sin pensarlo Subversión feminista de la economía, de Amaia Pérez Orozco, un texto imprescindible para no perder de vista lo que tenemos la oportunidad de cambiar en este momento de inflexión política.
En la caseta 88, las compañeras de Malatesta defienden sus libros de los ataques fascistas como el que sufrieron el pasado jueves. Qué mejor antídoto que pasar a apoyarles y ojear o llevar la recopilación de textos de Lucía Sánchez Saornil, poeta, periodista y fundadora de Mujeres Libres. Puedes pasar también por la caseta de Capitán Swing (265) y preguntarle directamente a los editores cuándo saldrá en papel el nuevo pack de Muckracker, donde podremos leer, entre otros, Quiero los secretos del Pentagono y los quiero ahora (hasta el momento en eBook, que no solo de papel vive la Feria), una deliciosa pieza de periodismo narrativo sobre la experiencia en la Deep Web de Lucía Lijtmaer.
En la caseta 71, de Mujeres y Compañía, ya que vamos A contracorriente, pedid que os enseñen el ensayo del mismo nombre de Elba Editorial. Cómo no llevarte entonces Las siete cajas, de Dory Sontheimer (Circe), Cicatriz, de Sara Mesa (Anagrama), Modelos animales, de Aixa de La Cruz (Salto de Página) o trans(h)umancia, de Luz Pichel (La Palma), autobiografía, novela, conjunto de relatos y poemario, respectivamente, que son absolutos caballos ganadores.
Deseos que no sabes que tienes pero que te enloqueceran
Pero, lo mejor, como siempre, para terminar. Con todos estos libros sabemos positivamente que gozarás: Postcoño de Gabby Bess (El Gaviero), Beat Attitude, Mujeres poetas de la genración beat (Bartleby), Lancha rápida de Renata Adler (Sexto Piso) o Error geográfico de Marilia García (Kriller 71). Joyas que me chiva Ana Llurba (editora de Honolulu Books, cuya última novedad, Vida de Provincias de María Yuste, constituye otro must) y que habrás de ubicar por ti mismo. Nadie dijo que el mapa y el territorio fueran lo miso.
Porque, como si de un Pekín Express literario se tratara, ¡vamos!, lánzate, tira de mapa y pregunta, pregunta, habla con esos seres que viven durante quince días en las casetas, ya sean autoras, editores, libreros, y que están ahí para charlar contigo. Bendito placer.
El problema solo será, ahora, pensar quién nos sufragará esta juerga, esta borrachera de coetáneas, promesas excitantes que supone toda esta cantera de autoras emergentes y consolidadas.