Cuando los judíos conversos al cristianismo decidieron criar un cerdo en la sierra de Francia (Salamanca) hace cinco siglos para demostrar su fe ante la Inquisición desconocían que sería uno de los animales más mediáticos, filmado por cámaras de los cinco continentes.
Es el conocido como Marrano de San Antón, un cerdo de raza ibérica que, con un peso de 30 kilos, desde el mes de junio vaga por las callejas de La Alberca (Salamanca), el primer pueblo declarado Conjunto Histórico-Artístico de España, donde es alimentado por turistas y lugareños.
Cada San Antón, el cerdo se rifa en público y al que le toque tendrá la suerte de poder sacrificarlo para elaborar los tradicionales embutidos, ya que el animal ha alcanzado en estos meses de buena vida los 170 kilos.
En La Alberca se han dado cita hoy numerosos curiosos que han abarrotado la plaza Mayor del pueblo, aderezada por los bailes típicos de la zona, para ver el último de los andares del Marrano de San Antón, que en esta edición ha tenido como madrina a la televisiva Inés Ballester.
Si los conversos entregaban el cerdo a la Iglesia, como buenos cristianos y para sortear a la Inquisición, desde hace varias décadas la rifa del Marrano de San Antón sirve para apoyar a alguna causa solidaria.
En esta ocasión, todo lo recaudado por el Ayuntamiento de La Alberca será destinado a la Asociación Española Contra el Cáncer, ya que es una enfermedad que hay que combatir “entre todos”, ha insistido hoy el regidor del pueblo, Jesús Pascual.
Si las principales televisiones de España, también de Europa y, sobre todo, de Japón o EEUU, han filmado alguna vez la tradición de este marrano, el animal también posee su propia novela.
Se trata de una trama escrita por el cacereño Manuel Rivas, que protagoniza un periodista inglés al que su director le encarga un reportaje sobre el Marrano de San Antón, en la que se pretende reflejar la convivencia de culturas y religiones de estos pueblos de la sierra de Francia, que en la Edad Media formaban, junto con los del norte de Cáceres, el Ducado de Alba.
Esta cita ha dado un paso más en el día de hoy, ya que el Marrano de San Antón ha sido testigo y padrino de la boda que esta misma mañana han protagonizado dos jóvenes residentes en Mallorca en el Ayuntamiento de La Alberca.
Julio Sánchez, piloto de avión, y Lorena Sánchez, azafata de vuelo, se dieron el sí quiero cuando salía el cerdo a la calle y acapararon todos los flashes, ya que decidieron posar una y otra vez junto al Marrano de San Antón.
La próxima cita de esta tradición llegará a mediados del próximo mes de junio, cuando un nuevo cerdo sea bendecido en la iglesia de La Alberca para que sea engordado por los miles de turistas que cada año se acercan a este municipio para pasear por sus callejas, al son del canto que protagonizan los caños de las innumerables fuentes.Carlos García.