Valladolid, 16 oct (EFE).- La literatura, al igual que la música, gravita en torno a las matemáticas a partir de combinaciones aleatorias de letras que forman palabras, expresan pensamientos y componen libros. El abecedario, a través de sus veintisiete tipos, homenajea ahora a Miguel Delibes, uno de los escritores que mejor trato les dispensó.
A.- Ángeles de Castro:
Esposa y madre de sus siete hijos, fue el silencioso y abnegado respaldo de su vida y obra literaria. A ella dedicó el primer libro (“La sombra del ciprés es alargada”/1948), volvió a brindar el encabezamiento de otro (“Diario de un emigrante”/1958), la recordó en el discurso de ingreso en la Academia (“El sentido del progreso desde mi obra”/1975) y la consagró, como principal protagonista, una novela memorable (“Señora de rojo sobre fondo gris”/1991).
B.- Bicicleta:
En una bicicleta se desplazaba el escritor desde Molledo-Portolín (Cantabria) hasta Sedano (Burgos) para visitar a su novia Ángeles durante el verano de 1941, un medio de locomoción que siempre utilizó como reflejo de un espíritu deportista pero también para disfrutar de la naturaleza, como confesó en uno de sus libros /(“Mi querida bicicleta”/1988).
C.- Castilla:
La letra C es la de su Castilla -cardinal en toda su escritura-, la del Premio Cervantes (1993) a toda una obra, la de la Escuela de Comercio donde se abrió paso en la vida, la del libro “El Camino” (1950) donde halló su senda como escritor, la de la censura que paradójicamente le procuró relatos inolvidables, y la de la caza como una forma de ser y estar que protagonizó buena parte de su creación, hasta diez libros censados entre 1963 y 1992.
D.- Dibujante:
Además de ser la letra de su primer apellido, encierra una dedicación no tan conocida que inició al comienzo de los años cuarenta en el diario El Norte de Castilla. Fue su puerta de entrada al periodismo esa labor de dibujante y caricaturista para ilustrar crónicas, comentarios y críticas, con frecuencia de teatro y cine.
E.- e minúscula:
Fue el sillón que ocupó Miguel Delibes cuando ingresó en la Academia de la Lengua tras su nombramiento (1973) y discurso de entrada (1975). Durante las reuniones de los jueves, ventiló el viejo caserón de la calle Felipe IV con sus propuestas para el diccionario de nombres vinculados a la orografía, fauna y naturaleza de Castilla, territorio transversal en su persona y literatura.
F.- Fundación:
Un año después del fallecimiento del novelista, sus siete hijos constituyeron ante notario, el 12 de marzo de 2011, la Fundación Miguel Delibes para custodiar y divulgar su legado cultural, así como para fomentar los valores que defendió como persona y escritor. Meses después, el 17 de octubre, la nueva entidad fue presentada en Valladolid durante un acto al que asistió el entonces príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, hoy rey de España.
G.- Garrigues:
La lectura de un manual sobre Derecho Mercantil, del que es autor Joaquín Garrigues y Díaz-Cañabate, interesó a Miguel Delibes por la sobriedad y precisión de la palabra, no exenta de gusto estético, para desgranar los conceptos jurídicos. Fue su primera revelación literaria como reconoció en numerosas entrevistas y conversaciones con sus biógrafos.
H.- Hereje (El):
Miguel Delibes se despidió de las letras con “El Hereje” (1998), un libro que sorprendió por su vigor y pulso narrativos dentro de un género, el de novela histórica, que apenas había tocado. Fue el único relato que dedicó explícitamente a su ciudad natal, obtuvo el Premio Nacional de Narrativa y muchos críticos coinciden en que es el más resuelto y el mejor logrado de su amplia y laureada ejecutoria.
I.- Independencia:
Sólo se casó con Ángeles de Castro, con nadie más porque fue un autor insobornable, libre y exclusivamente comprometido con sus convicciones de las que jamás se apeó. De ellas hizo bandera en todo su itinerario literario, ajeno a componendas y enjuagues que le costó, en más de una ocasión, recelos y reprimendas por parte de la censura franquista de las que se hizo eco en uno de sus ensayos (“La censura de prensa en los años 40”/1984).
J.- Jiménez Lozano:
A Miguel Delibes y José Jiménez Lozano les unió, además de una mutua admiración y amistad, su condición de periodistas en El Norte de Castilla y de ganadores del Premio Cervantes. De coordenadas y sustratos diferentes, sus respectivas obras literarias sí convergieron en la común defensa de la libertad de conciencia y de los seres oprimidos por el poder. Miguel Delibes dedicó a su colega y amigo “Cinco horas con Mario” (1966).
K.- Kentucky:
Fue Kentucky uno de los numerosos estados que visitó Delibes durante su permanencia en los Estados Unidos, a lo largo de un semestre en 1964, como profesor visitante de la Universidad de Maryland. Esa estancia dio pie al libro “USA y yo” (1966), un eslabón más de la media docena de libros viajeros que publicó entre 1956 y 1982 fruto de su insaciable curiosidad e inquietud de todo orden.
L.- Lourdes (Colegio de Nuestra Señora):
Quince años tenía Miguel Delibes cuando finalizó sus estudios de Bachillerato en el Colegio de Nuestra Señora de Lourdes (curso 1935/1936), donde a diario se desplazaba desde su cercana casa familiar en la calle de Colmenares. La Memoria Escolar editada por el centro educativo, junto a su fotografía, le describe como un adolescente “de mirada lánguida y tristona”, gran aficionado al fútbol, de valores cristianos y puntual en las entradas y salidas.
M.- Molledo-Portolín:
De origen francés, de Toulouse, su abuelo Federico Delibes vino a España a finales del siglo XIX para construir la línea férrea entre Alar del Rey (Palencia) y Santander. En Molledo-Portolín (Cantabria) conoció y se casó con Saturna, y con el paso de los años se instaló en Valladolid con un negocio de serrería. Su nieto Miguel Delibes pasaba los veranos de su infancia en este municipio donde más tarde ambientó “El camino” (1950) y del que es Hijo Adoptivo.
N.- Nadal (Premio):
Con “La sombra del ciprés es alargada”, su primer libro, ganó en 1947 la cuarta edición del Premio Nadal, con el que pagó los gastos del nacimiento de su primogénito (Miguel Delibes de Castro) y se convenció de sus posibilidades literarias. Fue el primero de los numerosos y prestigiosos galardones que recibió a lo largo de su trayectoria.
Ñ.- Ca(Ñ)a:
El Porma, el Esla, el Omaña y el Rudrón son algunos de los ríos del norte de León y de Palencia donde Miguel Delibes, en solitario o acompañado de sus hijos, tendía los reteles o lanzaba la caña. De todos su libros cinegéticos, dedicó uno en exclusiva a esta actividad (“Mis amigas las truchas”/1977).
O.- Obra completa:
Aunque a finales de los sesenta hubo un intento de reunir toda su producción hasta ese momento, no fue hasta bien entrado el siglo XXI, entre 2007 y 2010, cuando Destino abordó y culminó la edición en siete tomos de toda su escritura. Es uno de los contados casos en que un autor ha podido contemplar en vida la publicación de su obra completa.
P.- Periodismo:
Una reseña y dos ilustraciones de un partido de fútbol entre el CD Delicias, de Valladolid, y el Ciudad Lineal, de Madrid, celebrado el 12 de octubre de 1941, fue una de las primeras colaboraciones de Miguel Delibes en el diario El Norte de Castilla, donde entró ese año como ilustrador y 'pintamonas', y salió en 1963 después de abandonar la dirección del mismo. El periodismo fue también su escuela literaria.
Q.- Quico:
Es el nombre del protagonista de su celebrada novela “El príncipe destronado” (1973), que Antonio Mercero llevó al cine cuatro años después (“La guerra de papá”), pero también uno más de la amplia y destilada galería de personajes infantiles que han recorrido toda su obra como Daniel el Mochuelo (“El camino”), El Nini (“Las ratas”) o el Senderines (“La mortaja”).
R.- Ratas (Las):
Publicado en 1962, es acaso el relato más descarnado, emotivo y dramático de la Castilla rural de mediados del siglo XX, donde todavía se labraba con arado romano y la meteorología era juez que condenaba a un buen pasar o a la miseria y hambre. Fue galardonada con el Premio de la Crítica pero al régimen franquista no le gustó. Al año siguiente, Delibes abandonó la dirección de El Norte de Castilla.
S.- Sedano:
En Valladolid nació, residió y murió, pero fue Sedano (Burgos) válvula de escape, lugar de esparcimiento y scriptorium donde aprovechaba los periodos vacacionales, además de para disfrutar de la naturaleza y de la vida familiar, para escribir buena parte de sus relatos. Sedano, donde visitaba a su novia Ángeles durante los veranos de su juventud, se convirtió en un refugio personal y cosmos literario.
T.- Teatro:
Las adaptaciones al teatro, cine y televisión constituyen un buen termómetro del calado literario de una obra. Delibes batió marcas en este sentido con nueve versiones cinematográficas, una serie en televisión y al menos cuatro teatrales con “Cinco horas con Mario”, estrenada en 1979 por Lola Herrera -que en 2020 ha iniciado una nueva gira-, como una de los textos teatrales contemporáneas de mayor recorrido.
U.- Umbral (Francisco):
Francisco Umbral, a quien Miguel Delibes promovió en 1958 como colaborador de El Norte de Castilla, fue el autor del primer libro dedicado a la vida y obra del narrador vallisoletano, en 1970, con quien mantuvo una larga y entrañable amistad. La letra U es también las de las numerosas universidades que distinguieron a Delibes con doctorados honoríficos, el último de ellos la de Salamanca (2008), dos años antes de su fallecimiento.
V.- Valladolid:
El último libro que publicó (“El hereje”/1998) fue el primero y único de toda su producción que dedicó de forma explícita a su ciudad natal (“A Valladolid, mi ciudad”), ya que de forma insinuada fue un escenario recurrente a lo largo de toda su obra, de forma puntual o como telón de fondo de la trama.
W.- Web:
Desde mayo de 2016, a través de la web del escritor (www.fundacionmigueldelibes.es), se puede consultar el archivo personal y literario del novelista con cerca de 150.000 documentos digitalizados con sus manuscritos, cartas, telegramas, fotografías, fotolitos, películas, negativos y archivos sonoros.
X.- (Incógnita):
Lo ignoto, lo desconocido, lo porvenir simboliza la letra X que Miguel Delibes incluyó dentro del acrónimo MAX (Miguel/Ángeles/X) con que solía firmar las caricaturas e ilustraciones de sus primeros pasos en el periodismo como colaborador de El Norte de Castilla. En 2019 RTVE estrenó en la Seminci el documental “La X de MAX”, de Gemma Soriano y Manel Arranz.
Y.- N. York:
La dimensión internacional de su legado, objeto de numerosas tesis académicas y reconocimientos honoríficos, cuajó en 2003 con la institución de una cátedra de literatura comparada con su nombre y doble sede en el Graduate Center de la Universidad de Nueva York (CUNY) y en la Universidad de Valladolid.
Z.- Zorrilla:
El poeta romántico José Zorrilla (1817-1893) y Miguel Delibes (1920-2010) disputan desde hace décadas el honor de rotular con sus respectivos nombres las estatuas, estadios, pabellones, campus universitarios, centros culturales, auditorios, salas escénicas, institutos, colegios y bibliotecas de Valladolid, la ciudad de la que son embajadores universales.
Roberto Jiménez