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Lo adelantaba hoy la prensa japonesa, aunque el libro no se publicará hasta marzo de 2015: en la nueva y monumental biografía de 12.000 páginas del controvertido emperador Hirohito se revela “el dolor que le produjo no poder evitar que su país se involucrara en la II Guerra Mundial”.
Así lo cuenta la biografía oficial realizada por la Agencia de la Casa Imperial, que consta de 61 volúmenes y se ha tardado más de 24 años en completar. Hirohito (1901-1989), conocido póstumamente como el emperador Showa, no pudo evitar que Japón entrara en la II Guerra Mundial a pesar de su malestar por las acciones arbitrarias del Ejército de su país,
Citando fuentes que incluyen 3.152 documentos en su mayor parte confidenciales, se relata cómo en el 5 de julio de 1939, el emperador, que había buscado la cooperación con Estados Unidos, “presentó sus críticas y quejas” por la predisposición del ejército en fortalecer sus relaciones con Alemania.
Hirohito también estaba profundamente preocupado por la llamada del Ejército Imperial para iniciar una guerra con EE.UU. y dijo el 31 de julio de 1941 que era un conflicto “autodestructivo” y “verdaderamente peligroso”. En 1990, en unos documentos correspondientes al periodo de la rendición, Hirohito llegó a afirmar que había intentado detener el ataque a Pearl Harbor que tuvo como brutal e inmediata respuesta los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki.
El emperador no quería
Hirohito aseguraba entonces que su imposición al ejército habría resultado en un golpe de estado en el que habría sido asesinado. “Esto no habría sido tan grave -explicaba el nipón- pero habría derivado en una guerra violenta que habría acabado con Japón”. El 25 de abril de 1988, unos nueve meses antes de su muerte, calificó la II Guerra Mundial como “la peor parte de mis recuerdos”.
La obra, que incluye otros delicados episodios históricos como la posguerra bajo ocupación estadounidense, cubre asuntos que ya han sido ampliamente documentados a través de diarios de asesores cercanos. Los historiadores consideran que no va a revelar detalles que cambien ampliamente la percepción del emperador.
El compilado de información para redactar la biografía comenzó en 1990 e inicialmente estaba previsto que se completara en 16 años, aunque esta fecha límite tuvo que ser pospuesta hasta en dos ocasiones y hasta llegar al año en curso. Según la Agencia del Palacio Imperial, la obra se basa en el principio de “transparencia”. Con esto ha querido dejar atrás las críticas que recibió la biografía del predecesor de Hirohito, el emperador Taisho (1879-1926), ampliamente censurada.
Transparencia, pero a lo monárquico
Como es natural en el entorno monárquico, la transparencia es un concepto flexible: la agencia ha decidido dejar fuera los registros académicos y el historial médico de Hirohito, que murió a los 87 años de cáncer de duodeno.
La biografía se basa en información recopilada de miles de fuentes diferentes, entre ellas los diarios de asistentes del emperador, registros de sus visitas a otros países y entrevistas con medio centenar de empleados del Palacio Imperial.
Un total de 112 trabajadores a tiempo completo o parcial de esta institución han trabajado en la compilación de la información y en la redacción de la obra, cuya elaboración ha costado 200 millones de yenes (1,46 millones de euros), sin contar gastos de personal.
La Agencia del Palacio Imperial planea publicar el primer volumen del libro en marzo de 2015, y el resto de tomos se editará durante los siguientes cinco años.