Sónar. BBK Live. Primavera Sound. SOS 4.8. Monegros. FIB. Nada nuevo bajo el cielo. Como cada año, los grandes festivales de España copan sus carteles con artistas celebrities que atraerán a cientos de miles de asistentes de toda la península, las europas y el resto del mundo. Cuentan con una cobertura mediática garantizada (aunque el Primavera Sound haya tenido la genial idea de cobrar por el pase de prensa 50€, que es más o menos lo que ganaría el propio periodista si tiene la suerte de cobrar por la crónica. Todo un harakiri del festival con las instalaciones menos innovadoras y más grises del panorama actual). A los festivales mainstream podríamos definirlos de muchas maneras, pero todos cuentan con algunos rasgos comunes: inversiones millonarias, patrocinios de grandes marcas omnipresentes en todo momento y una tendencia, reforzada al extremo en los últimos años, al conservadurismo en cuanto al lineup. Si antes la gracia de los festivales era crear tendencia y sorprender, ahora parece que estén a la espera de ver lo que ha funcionado durante el año anterior para contratarlo a golpe de talonario y proporcionar un año más de show.
Afortunadamente, también hay fiesta más allá de los grandes oligopolios festivaleros. Numerosas propuestas, más específicas, menos masivas y de alto nivel se reparten por distintos enclaves del territorio desde abril hasta septiembre. Echamos un vistazo a algunos de ellos con la vista puesta en la agenda, listos para sacar las entradas anticipadas y planear la mejor ruta electrónica de 2014.
1 - Störung
Vanguardia electrónica de corte urbano
El festival que se toma más al pie de la letra el rasgar en los márgenes para hallar la originalidad del panorama electrónico es el Storüng, en Barcelona. Cuenta ya nueve ediciones y este 9 de abril arranca con un variado elenco de artistas y talleres encabezados por nombres como Mika Vainio o Wolfgang Voigt.
2 - Vallsonora
Tendencias locales con perspectiva internacional en el yermo territorio de la Noguera, Lérida
A finales de junio, ya superada la resaca del Sónar, en el valle Àger tiene lugar Vallsonora. Su apuesta es claramente local y pretende reunir los nombres emergentes más allá de la electrónica. Desde Desert hasta Kíar, pocos artistas confirmados pero que, sin duda, ya justifican pasar dos días en este idílico paraje ajeno al trajín urbano.
3 - Free Live Festival
Galicia luce techno a mansalva y pasado por agua
Poco habitual es unir estos dos campos de diversión veraniega: un aquapark con los artistas más laureados del techno mundial. El aquapark de Cerceda comenzará julio recibiendo a miles de bañistas electrónicos rendidos ante Ben Klock, Marco Carola, Dave Clark, Uner o Spherical Coordinates. Chaparrón y éxtasis garantizados.
4 - Weekend Beach Festival
Juntos, revueltos y muy festivos
De entre todos los festivales que se avecinan, es el Weekend Beach Festival el que se lleva la palma en cuanto a eclecticismo se refiere. Por la playa de Poniente desfilarán figuras electrónicas como el mítico Felix da Housecat o el apadrinado de Deadmau5, Feed Me. Pero, en otra liga totalmente diferente, La Pegatina o Canteca de Macao también son cabezas de cartel. ¿Un resultado estrambótico? ¿Un acierto para eclécticos festivos? Siempre nos quedará Mauro Picotto, rey del dance de los noventa que pocas veces es reclamado y que aportará el toque freak nostálgico al finde playero que promete emociones en tropel.
5 - Dreambeach Villaricos
Grandes de la electrónica se lanzan a surfear sus artes
En la playa de Villaricos se gestará otro potente encuentro con el rapero Snoop Dogg y el incombustible Carl Cox como grandes reclamos. Jeff Mills, Maya Jane Coles, Adam Beyer o Richie Hawtin —ahí es nada— copan un cartel que abarcará desde el techno clásico al deep house más selecto. Un must como Paco Osuna coronará el festival con su versátil talento capaz de adaptarse a cualquier viento marino.
6 - Territorios
Fusiones sevillanas imprevisibles
Al igual que el Weekend Beach Festival, en Territorios no hay estilos dominantes. El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo lanza una propuesta suculenta y económica: Loquillo y Love of Lesbian compartirán escenario con Ska-p, Totally Enormous Extinct Dinosaurs o Sven Väth. Para todos los gustos. ¿Una consigna? Prohibido no bailar.
7 - Arona Summer Festival
Trance mainstream y cañero en el paraíso tenerifeño
En su cuarta edición, Arona Summer Festival reúne a Armin Van Buuren, Brian Cross y Sander Van Doorn entre otros para liarla bien gorda. Estos maestros del espectáculo de masas viajarán hasta Tenerife a mediadios de Agosto para sentar cátedra en cuanto a trance comercial se refiere. Curiosidades confortables: por el precio de una entrada en cualquier festival, en Arona tienes un pase con barra libre. Con moderación, por favor.
8 - Nowhere
El secreto posthippie mejor guardado de la penínsulaposthippie
Lo que destaca de este festival no es precisamente el lineup ni sus vídeos promocionales. Nowhere, que a tres meses vista tiene ya el soldout, se plantea como un encuentro de intercambio cultural y musical que opera en otra liga. Con entradas reducidas para asistentes con pocos ingresos, con pases especiales para niños, Nowhere es nuestro pequeño Burning Man y nuestro mejor Monegros.
9 - Festival l'Era
El boca-oreja ideal para cerrar el verano
Comenzó pocos años atrás como una fiesta entre amigos en una idílica masía del Norte de Catalunya. El año pasado el festival ya podía presumir de cartel y de una buena cifra de asistantes. The Suicide of Western Culture, Pional o Pau Roca amenizaron una noche estrellada en el prado. Petit però valent, Festival l'Era sigue generando expectativas para que, a finales de agosto, nos brinde un cierre de verano tan rural como memorable.
10 - Festival Vida
Keep calm & con clase
En la localidad de Vilanova i la Geltrú lo hacen suave y elegante. El festival Vida presenta un surtido y variado cartel de culto —ojo, de culto siempre en cursiva— con Lana del Rey —la discutida figura que causó furor en el Sónar hace un par de años—, Austra, Pional o Hidrogenesse. Señor Chinarro o Mishima aportan el toque indie y sosegado para no desmadrarse en demasía. Mucha vida pero, recuerden, siempre rauxa, pero con seny.