El viento que agita las banderas de la Plaza de Mayo es todo lo que se oye en lo alto del escenario. Buenos Aires aguarda paciente a la única voz femenina entre las rimas comprometidas y la política consonante de Calle 13. Ileana Cabra da un paso al frente y arranca a capella la canción que se ha convertido en el himno de las madres mártires de América Latina: Pal Norte. Aquél Día de la Democracia argentina de 2010 no fue la presentación oficial de la hermana de René, pero sí una buena muestra de que su lugar no estaba en los coros.
La pequeña de la familia solo cantaba en los cumpleaños hasta que sus hermanos Residente y Visitante le animaron a participar en una maqueta. Las letras de Calle 13 se habían alejado de la tiraera del reggaeton y ese nivel intelectual requería un salto cualitativo también en su música. Ileana abrió con su presencia una puerta hacia melodías más tradicionales y otra a la escasa representación de las mujeres en las bandas latinas. Bajo el pseudónimo de PG-13, la puertorriqueña cantó a dúo con René por las injusticias sociales y colaboró en los coros desde los 16 años.
Ahora, casi una década después, ha decidido aparcar el hip-hop a un lado y explorar todas las opciones de sus cuerdas vocales. De este renacer personal surge Ilevitable, el primer disco en solitario que presenta en Madrid el próximo 14 de octubre en el Teatro Barceló. Quienes se acerquen a este nuevo proyecto en busca de insolente rap, tendrán que abrir sus mentes hacia otra lucha que suena a bolero y a tradición caribeña.
“Son músicas que acá se están perdiendo y que también tienen un mensaje muy fuerte”, nos cuenta iLe al otro lado del teléfono. El videoclip del single Caníbal fue su mejor carta de presentación, con estética Frida Khalo y una letra para comerse egos. Después vino Te quiero con Bugalú para demostrar a los escépticos todo ese conocimiento enciclopédico que Ileana guardaba entre coros y colaboraciones. “Es excepcional porque parece que la hubiesen traído de los años 60”, dice René en el documental Haciendo iLevitable.
La familia de Calle 13 convirtió su pasión por la música en un nexo de unión mucho más potente que una cadena de ADN. Todos los miembros, no importa quién es hijo de quién, echaron raíces en un estudio de grabación y colaboran en cada proyecto como si fuese el propio. “Todos nos ayudamos mutuamente. Es muy útil tener una perspectiva diferente en estos casos, porque me cuesta analizarme a mí misma”, confiesa. Dice que la etapa en Calle 13 le ha servido en todos los aspectos, pero que necesitaba “plasmar cosas por mi cuenta”.
Sexualidad y boleros feministas
Pero que no cunda el pánico, la reivindicación social de la banda sigue presente y con una necesaria visión femenina. “Como familia compartimos muchos ideales. Por eso sigue mi compromiso con la justicia, pero en este primer disco quería explorarlo por otro camino”, afirma iLe. Un mensaje que se puede encontrar en la canción Rescatarme, dedicada a todas esas mujeres que han sufrido abusos en silencio y encabezado por el soneto Detente sombra. “Que el maltrato ya no se vea como algo natural, no debería estar pasando ahora y sin embargo ocurre”, dice convencida.
También hay un canto abierto a la sexualidad visto desde un prisma sofisticado y bañado de jazz latino. Ileana conoce la responsabilidad que supone haber sido la única mujer en una banda de hip-hop del calado de Calle 13 y el altavoz que eso le proporciona. “Están ocurriendo muchas atrocidades injustas, y es muy importante ponerles voz desde la música”, reflexiona, mientras echa de menos mucha más presencia en su país. “Las mujeres aún tenemos mucho que decir”.
Pero además de la lucha social, la joven ha dejado hueco a homenajes personales y significados familiares. La nota melancólica la pone Dolor, canción escrita por su abuela materna, Flor Amelia de Gracia, e interpretada junto a Cheo Feliciano, el referente en salsa y boleros de los años 70. Ninguno de los dos pudo escuchar el tema terminado.
“Mi abuela era muy exigente y no quería a otro para su canción. Por suerte Cheo aceptó”, cuenta con un hilo de voz. “Imagínate, ella nunca tuvo la posibilidad de ver sus canciones publicadas y en este disco canto dos (junto a Quién eres tú). Tienen mucha energía personal y eso es muy lindo”, confiesa.
La poesía del rap
iLevitable nos traslada tanto a los cabarets del San Juan de mitad de siglo que cuesta identificar la misma voz en los mensajes antisistema de Calle 13. Parece que el género underground es el único que puede beber de la calle y de sus protestas, mientras que otras melodías como el mambo y el bolero se prestan más al disfrute inconsciente. “El rap habla de una forma más directa, más poética. Pero se puede hacer en cualquier otro género siempre que utilices el arte para expresar”, defiende.
Sin embargo, iLe reconoce que el último disco de Calle 13, Multi Viral, logró un impacto en América Latina nunca antes visto. En el videoclip de Adentro, que a estas alturas no hace falta describir, René lanzaba un órdago directo a esos artistas que han reducido el rap a una sublimación de excesos y violencia.
“No podemos olvidar que somos una colonia de EEUU. Parece que siempre imitamos esa ambición gringa, pero se está saldando las vidas de muchos chavales en Puerto Rico”, opina. Piensa que los puertorriqueños tienen un complejo de inferioridad muy preocupante, fruto también de toda la cultura que les imbuye desde el norte. “Debemos aceptar lo que somos y trabajar hacia dentro, como país, no como colonia”, contesta tajante.
Y por eso iLevitable, dentro de ese agradable dulzor añejo y la hipnótica voz de la cantante, tiene un mensaje político imprescindible. El de no enterrar las costumbres latinas bajo una capa de barniz norteamericano, el de rescatar voces que están siendo apagadas por el mainstream. Y eso a veces cala más que cualquier rima airada sobre el capitalismo y la colonización.