Diez predicadores del folk moderno
En 1965, ante la estupefacción de los asistentes al festival folk de Newport, Bob Dylan interpretó Like a Rolling Stone acompañado por dos guitarras eléctricas. Los amantes del estilo añejo y de las estridentes cuerdas del banjo se rasgaron las vestiduras ante lo que consideraban que era un numerito tránsfuga del de Minessota. Los abucheos eclipsaron un acontecimiento mucho mayor, pues lejos de traicionar a su estilo, Dylan abanderó un nuevo género que trastocaría la historia del folk. La ola que combinaba instrumentos propios del rock alcanzó a grandes intérpretes de los años 60, como Simon and Garfunkel, The Byrds o Jim Croce.
El folk ahonda tan profundo como alcancen las raíces de cada país. Los pueblos utilizaban este género para dar rienda suelta a sus sentimientos reprimidos, en forma de canto circunscrito por la cultura y la tierra. El folclore es universal, pero el folk como género musical tiene su germen en la América del viejo Oeste, como afirma Juan Pedro Calvo en su libro Historia de la música ligera. Desde aquellas baladas country cantadas por campesinos rudos, hasta las múltiples variables que conocemos hoy en día, como el Electric Folk, Celtic Rock o el Medieval Folk Rock.
Ahora, vuelven las reminiscencias al más puro estilo naturalista, mucho más cercanos al bluegrass que al rock. Mumford & Sons, Bon Iver, Lykke Li, Passenger o Gabrielle Aplin son algunos de los embajadores de este fenómeno rústico y melódico. The Lumineers -en concierto hoy en la Sala Riviera de Madrid- llevan caminando en esa línea desde hace tiempo, pero hay muchos más que conviene analizar en el panorama actual del folk. Aquí un exiguo decálogo de los tantos que podrían copar artículos como este.
The Lumineers
Con una carrera cocida a fuego lento, el trío norteamericano dio un golpe en la mesa en 2012 con su debut homónimo y único álbum hasta la fecha. Un trabajo que se convirtió en un inesperado éxito y que fue disco de platino en Estados Unidos, impulsando su nombre internacionalmente gracias al sencillo Ho Hey.
The Raconteurs
Aunque la banda en la que milita Jack White es considerada adepta al rock, en ocasiones ha tenido sus coqueteos con el folk. Y algunos de los mejores se reflejan en temas variopintos como Old Enough y Carolina Drama. Cuando los chicos de The Greenhornes, The Dead Weathers y The White Stripes olvidan sus tonos más garage, demuestran que ningún género se les queda corto.
La M.O.D.A
En España también podemos presumir de sonidos folk, como los que regalan el sexteto burgalés de La Maravillosa Orquesta Del Alcohol. Su jerga son los acordes de la música acústica e instrumentos como el acordeón, banjo, mandolina y saxofón. Gracias a la edición de su primer LP, ¿Quién nos va a salvar?, La M.O.D.A se ha convertido en una de las presencias clave en festivales como Sonorama o el BBK de Bilbao.
Calexico
Esta banda con base en Tucson, Arizona, se acerca peligrosamente a los tonos de la Ruta 66 y a la cadencia mariachi. Tal es la obsesión de Joey Burns y John Convertino por el árido desierto de norte de México, que le dedicaron su propia oda en el álbum The Black Light. Después de este escarceo chicano, regresaron en su última etapa a los instrumentos de viento y a los violines, la más folk de todas.
The Mastersons
Esta melódica pareja ya ha sido reconocida como el relevo generacional de Buddy Miller y Julie Miller. Los texanos afincados en Brooklyn abandonaron la formación de de Steve Earle, The Dukes and Duchesses, para emprender su viaje romántico y delicioso con Birds Fly South. Eleanor, quien lleva la voz cantante y nunca mejor dicho, y Chris se dejan llevar empastando sus tonalidades por los clásicos del folk y el country. No se pierdan Would It Really Be a Sin? o One More Word.
Joanna Newsom
Érase una vez, una mujer que hizo del arpa el instrumento más folk sobre la faz de la tierra. Su inquietante voz, que en ocasiones se confunde con la de un coro de niños, se ha convertido en el testigo moderno del Acid Folk de los 60, con ese toque psicodélico y clasicista. Aunque sus discos son maravillosos, es incomparable la Joanna solitaria de los álbumes de estudio como Have One On Me y The Milk-Eyed Mender.
The tallest man on earth
Este cantante sueco se ha criado bien lejos de Memphis, de Nashville y de las zonas rurales que encumbraron el folk anglosajón. Pero eso no le ha impedido a Kristian Matsson impulsar su carrera hasta el estrellato, desde que se estrenase con El hombre más alto del mundo. There's Noo Leaving Now, su tercer álbum, confirmó al mundo todo lo que venía apuntando desde su debut: puesta en escena elegante y discreta, guitarra afilada y una voz rota que recuerda a maestros como Dylan y Young.
Jason Isbell
Como buen cantante folk, Isbell tiene muy presente a su querida Alabama en cada uno de los álbumes que saca al mercado. Live From Alabama de 2012 es el ejemplo más evidente, pero no el único. De hecho, su disco de estudio Jason Isbell and The 400 Unit es tan calmado y norteamericano, que invita a transportarse por las carreteras largas y esas casas blancas achatadas con enormes porches.
Come on Live Long
Estos irlandeses son quizá los más desconocidos de la lista, pero su minimalismo ya ha conquistado a los círculos más entendidos del género. El éxito de Everything Fall's radica en un ambiente silencioso, en la capacidad de ralentizar el mundo con sus acordes. Es, sin duda, un grupo al que conviene seguir de cerca.
Jake Bugg
Por último, pero no menos importante, el británico del grupo que, con 20 primaveras y apenas dos años de carrera, ya cuenta con un disco de platino. Sus dos sencillos, What Doesn't Kill You y A Song About Love, le colocaron en pocas semanas en la cúspide de la lista de éxitos del Reino Unido. Si ya llena estadios por toda Europa, es que algo debe tener, ¿no?