Son las 12 de la mañana en este nublado jueves en la plaza de Callao de Madrid. Diversos transeúntes caminan recorriendo una de las principales zonas de la capital. Hay gente yendo a trabajar, comprando en los distintos negocios, tomando café y cerveza en terrazas, turistas de visita y un largo etcétera de decenas de personas que cruzan sus caminos. Cerca de las 11:50h, un grupo cada vez más amplio empieza a colocarse frente a los cines que presiden la pequeña explanada, aunque no todo el mundo sabe qué va a ocurrir. Solo algunos jóvenes que anoche vieron la publicación en redes sociales en la que Yung Beef les citaba a las 12h para presentar su nuevo disco, Gansta Paradise.
“Espero que cante alguna canción”, indica una fan que lleva escuchando su música desde hace más de diez años. Tras una cuenta atrás de dos minutos de duración en la pantallas del cine y la aparición de la imagen del logo de su discográfica, La Vendicion Records, ha comenzado a llover dinero. El propio cantante ha sido el encargado de, a pie de calle, repartir lanzando al aire billetes de cinco, diez y veinte euros. Su agente de prensa había avisado a este medio de que repartiría un total de 10.000. Dos horas después del acto, su entorno ha confirmado que no llegó a arrojar más de 5.000 euros.
El gentío ha comenzado a gritar y a acercarse a él para reunir la mayor cuantía posible de efectivo. El rapero, que había salido por una puerta lateral de los cines, ha caminado por dos calles en las que la multitud ha corrido detrás de él, ocupando una carretera en la que no se había cortado el tráfico. “¡Me han tirado del pelo!”, se ha escuchado decir a una fan. Otras dos, mientras se veían agachándose para recuperar los billetes que se habían quedado tirados en el suelo, se han preguntado: “¿Estamos locas?”. Riendo tras acabar de conocer en semejante circunstancia bizarra, se han reconocido: “¡Normal!”.
El rapero, vestido de negro, con gorra y capucha; ha continuado hasta llegar a la puerta del hotel Santo Domingo de Madrid, donde se ha metido dejando fuera a sus seguidores. En el trayecto, miraba hacia atrás sonriendo por el resultado su inesperada acción. Sus fans, todavía intrigados, han aguantado en su puerta esperanzados con que acabara repartiendo más billetes.
Fernando Gálvez, conocido como Yung Beef, no había avanzado muchos más detalles sobre el motivo de la convocatoria. Tampoco se sabía mucha más información sobre su nueva música. La semana pasada lanzó cuatro temas nuevos, Intro Ganster Paradise, Religion, Zkittlez y El Mero Mero Dos. Más allá de sus sencillos, el rapero había estado envuelto en problemas con la justicia al, tal y como informó este periódico, haber sido condenado a pagar más de 35.000 euros a un trabajador por despido improcedente.
El exempleado le había denunciado en 2020, la sentencia fue declarada firme en 2021, pero no fue hasta noviembre de 2022 cuando se puso punto y final a un proceso de dos años en los que el acusado trató de eludir el pago con distintos recursos oficiales. Según informó su abogado, Jesús Jiménez Pérez, a elDiario.es, el cantante entró al juzgado la cantidad que le fue requerida ya desde la primera instancia. Tres meses después, Beef acaba de regalar miles euros a sus seguidores y el resto de personas presentes en el céntrico emplazamiento de Madrid.
Una campaña de publicidad 'barata'
Ahora bien, invertir 10.000 euros en una campaña publicitaria de promoción de un disco, ¿es mucho dinero? María Ángeles Varvaró, de la agencia especializada en publicidad exterior y en pantallas digitales AdOOH Comunicación, aclara a elDiario.es que no. “Con ese presupuesto no se puede hacer gran cosa”, reconoce. Es decir, que pese a lo ostentoso del acto, la acción ha salido barata a Beef.
Dentro de Madrid, indica que la Gran Vía es la zona “más solicitada”. De ahí a que, por ejemplo, colocar una lona en la fachada de alguno de los edificios presentes en la Plaza de Callao, tenga un coste de, por lo menos, 80.000 euros. Una cuantía que pueden ascender hasta los 150.000 euros. Varvaró comenta que este tipo de campañas funcionan de forma mensual, y que hay veces que se encuentra alguna oferta por un precio menos si “hay suerte” y se quedan “huecos libres entre una campaña y otra”. Aun así, no es lo más habitual.
Lo que sí habrá tenido que pagar el rapero son los minutos que la cuenta atrás y su logo han sido proyectadas en las pantallas de los Cines Callao. La publicista afirma que en este caso se contratan de forma semanal. “Tus anuncios, que tienen que ser de diez segundos, pueden aparecer cada 100, 200 o 300 segundos”, afirma. Para hacer una campaña un día suelto entre semana, el precio estaría en torno a los 2500 euros. Si se quisiera llevar al fin de semana (viernes, sábado y domingo), se multiplica por tres, hasta subir a 7.500 euros.