Es imposible ser músico español sin sentir amor por esta gran música de raíces populares que es el flamenco, dice a Efe el maestro español de la guitarra clásica Pepe Romero.
“Yo creo que no se puede ser músico español y no sentir ese enamoramiento por el flamenco. El flamenco es una música impresionantemente grande, de gran valor y que ha tenido grandiosos intérpretes y grandiosos músicos”, indicó Romero en Moscú, donde participó en el XIV Festival Internacional Virtuosos de la Guitarra.
El maestro recordó la figura de Manuel de Falla, que “fue un enamorado total del flamenco”, y añadió que “nuestra música nacional está muy impregnada y perfumada con ese perfume que es el flamenco”.
Pepe Romero, quien cumplió el pasado 8 de marzo 75 años, dio sus primeros pasos en la música guiado por su padre, Celedonio Romero, importante guitarrista de su época. Casi con la precocidad de Mozart, ofreció su primer concierto a los siete años.
A partir de entonces, ha actuado con una lista que pareciera interminable de orquestas sinfónicas de Estados Unidos, Europa, América Latina, así como en diversos festivales desde Salzburgo, Osaka, Córdoba, Estambul y Los Ángeles, hasta el Festival de Música Religiosa de Popayán, Colombia.
El virtuoso de la guitarra hizo una pausa en la serie de conciertos con los que celebra sus 75 años y que le han llevado desde Estados Unidos a Corea del Sur para participar y ser la principal estrella del festival moscovita, celebrada en la sede de la Filarmónica Chaikovski.
“Justo antes de venir aquí a Moscú, estuve en una gira con la orquesta de Sevilla, que comenzó allí y la llevamos por toda Alemania”, comentó.
Según Romero, la perla del programa era el Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo, “pero iba también el Concierto en flamenco de Federico Moreno Torroba, en el que la totalidad del concierto es su típico lirismo casi operático, zarzuelero”.
El músico indicó que esto permite una fusión maravillosa, en la que “la guitarra suena por flamenco puro, y la orquesta por Torroba en su más clásico lirismo”.
“Mi formación ha sido siempre clásica, pero he sido desde pequeñito un enamorado del flamenco”.
Romero confiesa su respeto por músicos como fue Joaquín Rodrígo, Morton Gould, Francisco de Madina, Federico Moreno Torroba, en general “los grandes compositores y los grandes intérpretes a los que he tenido el gran placer de poder oír, de poder sentir y poder vibrar junto con ellos en sus actuaciones”.
Pero habla con especial devoción de su padre, al comentar que nació en la ciudad cubana de Cienfuegos, de la cual se marchó a los tres años para no retornar.
Según el maestro, quizás por ello siempre quiso visitar Cuba para homenajearle. Allí, en La Habana, también descubrió nuevos espacios musicales y humanos.
“He tocado mucha música de (el guitarrista y compositor cubano) Leo Brower; es un grandioso músico”, pero también tocar con él como guitarrista y como director de orquesta, rememoró.
El músico aseguró que “Cuba es una experiencia maravillosa cada vez que voy”.
“A pesar del estado en que se encuentra Cuba, las necesidades que están pasando, es un ejemplo para los seres humanos poder ver cómo los cubanos mantienen su alegría interna, su música, su sentido del humor”, explicó.
Pepe Romero expresó su deseo sincero de que “mejore esa situación que hay en Cuba”, y deseó que la isla mantenga su espíritu, “que viene de una fuente interna desconocida que los cubanos tienen”.
Durante el recién concluido XIV Festival Internacional Virtuosos de la Guitarra de Moscú, Romero compartió escenario junto al guitarrista japonés Fukuda Shin'ichi, con quien también impartió una clase magistral.
El músico, que se presentó este domingo en la gala de cierre del festival, se lleva un grato recuerdo de Moscú, al destacar que “Rusia me deja una impresión maravillosa de la gente, lo que disfrutan de la música, lo que disfrutan de los conciertos”.
“He visto un gran cariño, un gran amor por la guitarra, una magnífica hermandad entre todos los participantes, el público muy contento, muy feliz”, añade.
Romero confiesa que aspira a continuar dedicado a la música por el resto de su vida y dice en broma que le pide a Dios que “me deje estar un poquito más aquí, haciendo lo mismo”.
Fernando Salcines