El Ayuntamiento de Madrid, dirigido por Manuela Carmena, envió una carta al grupo de inversores Wanda en la que les permite solicitar “puntualmente” y “con carácter excepcional” el desmontaje de algún elemento de la fachada del Edificio España. La misiva, que data del 6 de abril, ha sido publicada esta mañana por el diario Bez. Estos permisos son el último intento del consistorio para retener un proyecto de miles de millones de euros en uno de los edificios más representativos del centro madrileño.
En enero se empezó a rumorear que el magnate chino Wang Jianlin iba a abandonar la reforma del histórico rascacielos. Wanda Group, dueña del inmueble desde 2014, presentó un proyecto para derribar el interior que requería desmontar la fachada y volver a reconstruirla pieza a pieza. En seguida el consistorio calificó el plan de obras de “inviable” y aseguró que no aceptarían que el conglomerado violase los preceptos de la protección patrimonial.
En el escrito de estas últimas concesiones aparece la firma de Manuela Carmena, del concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo y de la primera teniente de Alcalde, Marta Higueras. eldiario.es se ha puesto en contacto con fuentes del Ayuntamiento que han asegurado que esa carta es una filtración. “Lo que publica Bez hoy es un documento privado, que no sabemos cómo se ha podido filtrar y no tenemos ni idea de dónde lo han sacado, ya que es parte del diálogo que se establece entre los actores de un proyecto y el Ayuntamiento”.
En el documento, el consistorio se acoge al artículo 4.3.9.7.c del Plan General de Madrid para establecer un supuesto que podría afectar al exterior del edificio: “Cuando en el transcurso de la ejecución de las obras se compruebe que pueda verse afectado de manera puntual algún elemento de la fachada protegida podría aplicarse con carácter excepcional el artículo [...] pudiendo solicitarse en este caso su desmontaje y posterior reconstrucción”.
Hace siete meses, el delegado del área de Desarrollo Urbano Sostenible del consistorio, José Manuel Calvo, recalcó que el mantenimiento de la fachada y los laterales protegidos del edificio era “viable tanto técnica como económicamente” durante las obras, y aseguró que “tanto los expertos municipales como los independientes que han estudiado el caso están de acuerdo en que no es necesario tirar”.
Hoy en el Ayuntamiento se han mostrado prudentes a la hora de emitir una valoración sobre el nuevo capítulo de las negociaciones. “En la carta decimos que el grupo tendría que 'solicitar' [el desmontaje y la posterior reconstrucción] y nosotros decidiríamos después, siempre de acuerdo con la legalidad”.
“Que haya que mover algún elemento, como algún andamiaje por ejemplo no significa que vayan a desmantelar la fachada”. Ante la hipótesis -que ellos mismos plantean en la carta- sobre los posibles daños colaterales durante la obras, se muestran contundentes. “Habría responsabilidades civiles al perjudicar un bien patrimonial. No sé a qué nivel porque no soy jurista, pero las habría”, declaran las fuentes del consistorio.
Menor protección desde 2014
El capítulo de las nuevas licencias se empezó a escribir hace dos años. En un primer momento, el Edificio España vio rebajada su categoría de protección de un Nivel 2 grado Estructural a un Nivel 3 grado Parcial. ¿Y qué implica este abaratamiento en seguridad?
El primer caso se refiere a edificios cuya valía arquitectónica y volumétrica es un bien de conservación patrimonial, aunque en su interior existan elementos de menos valor arquitectónico. En 2014, Madrid modificó puntualmente el Plan General de Ordenación Urbana para que el faraónico hotel contase con una garantía de segundo nivel, en la que la protección no se extiende a la totalidad del edificio, sino a determinados valores.
Así lo decidió el Pleno del Ayuntamiento de Madrid con el voto a favor de la mayoría absoluta del PP y el rechazo de la oposición (PSOE, IU y UPyD). A raíz de esa rectificación, el magnate chino podría derribar todo su interior y conservar únicamente la fachada principal y el chaflán existente entre las calles de los Reyes y Maestro Guerrero, en la fachada trasera.
A diferencia de lo que pueda reflejar el megalómano proyecto de obra, el edificio España ya fue un hotel hasta el año 2006. Contaba con 306 habitaciones que se repartían a lo largo de sus 25 pisos. Empezó a construirse en 1948 y su obra finalizó cinco años más tarde. El ingeniero José María Otamendi y el arquitecto Julián Otamendi levantaron uno de los edificios más emblemáticos de Madrid, que cuenta en su interior con más de 650.000 metros cuadrados y ronda los 120 metros de altura.
Las nuevas concesiones
Volviendo a la carta remitida al conglomerado chino, Manuela Carmena ofrece más concesiones. “Wanda podrá solicitar una exención parcial de la dotación de aparcamiento a construir en los sótanos del edificio, de acuerdo con lo previsto en el artículo 7.5.8 de las Normas Urbanísticas del Plan General de Madrid, de manera que la obra no exija la construcción de la totalidad de las plantas de bajo rasante (necesarias para cumplir con las exigencias del Planeamiento de la ciudad)”.
El consistorio municipal asegura que “se compromete a aceptar la solicitud de exención parcial de Wanda de la construcción de aquellas plazas de aparcamiento que no considere necesarias para el adecuado comportamiento del edificio”. En la misiva también se refleja que ese hecho “implicaría una importante reducción del coste de ejecución de las plantas bajo rasante”.
Además, Manuela Carmena ha ofrecido al empresario chino la creación de un cuadrilla de expertos para realizar el seguimiento de la obra de forma diaria. El grupo “elaborará un programa de trabajo para la definición de fases de obra y para la tramitación de todos los actos administrativos que puedan tener lugar durante la ejecución”.
Ahora le toca mover ficha al millonario chino Wang Jianlin. La alcaldesa de Madrid ha dado un plazo de 15 días para que confirme por escrito si acepta la propuesta del consistorio. Carmena también ofrece garantía de que la licencia de obra del edificio en su totalidad esté lista en diciembre de este año. Wanda estaría estudiando la propuesta del Ayuntamiento madrileño a través de Michael Quio, director general del conglomerado chino, su equipo de expertos y varias constructoras españolas implicadas en el proyecto.