Las graves diferencias entre el Ministerio de Hacienda y el de Cultura casi se saldan sus dos primeras víctimas: los Premios Nacionales y el Cervantes. Los miembros de los diferentes jurados convocados para fallar los premios en 2016 recibieron una carta de la Secretaría de Estado de Cultura anunciando la suspensión de las reuniones, como informó el martes por la noche el diario El País.
Según la misiva, el Gobierno tuvo que dar la orden de cierre presupuestario para cumplir los objetivos de déficit marcados por Bruselas el pasado 28 de julio, de forma que todo lo que no estuviera “resuelto” en esa fecha no se abonaría. Los 125.000 euros del premio más famoso de las letras españolas, el Cervantes, y los 20.000 euros del resto de premios nacionales quedaron bloqueados entonces por Hacienda hasta que el Consejo de Ministros apruebe una “excepción presupuestaria”.
Desde la cartera de Cristóbal Montoro culpan a Cultura por no adelantar esos trámites prioritarios para las artes españolas. Los de Íñigo Méndez de Vigo, por su parte, dicen que “la convocatoria a los premios se publicó mucho antes que la norma” y que “Hacienda puede hacer una excepción si así lo disponen causas mayores”, como ha ocurrido en una veintena de ocasiones desde julio.
Esta es una guerra abierta más entre los dos ministerios, que se suma a la batalla por el IVA cultural o la oposición a una Ley de Mecenazgo. Sin embargo, fuentes del Ministerio de Méndez de Vigo aseguraron a EFE que los premios se fallarán “con total seguridad porque el acuerdo se va a aprobar en el Consejo de Ministros” en un par de semanas.
El Gobierno ha dado luz verde desde julio a varias partidas presupuestarias de forma excepcional en función de la prioridad de la petición. Estas incluyen gastos de Defensa, chalecos de policía, gastos de electricidad y agua de los ministerios y, próximamente, proyectos de I+D.