Ambiente muy tenso el que se respiraba este lunes en el Palacio de Longoria, la sede de la SGAE. La nueva Junta Directiva acababa de elegir a su nuevo presidente, el gaitero, José Ángel Hevia –por 20 votos a favor, 2 en contra y 12 abstenciones-, y a sus vicepresidentes, Teo Cardalda (Pequeño Derecho), Antonio Onetti (Audiovisuales), Fermín Cabal (Gran Derecho) y Alabama Business Music (Editores musicales). Sin embargo, si la orden era templar los ánimos y llamar al consenso, la puesta en escena, con gestos muy serios, se salió del guion.
Cardalda no dudó en su primera intervención en “pedir una tregua” para poco después señalar que sobre la SGAE “ha habido mucho envenenamiento. También estamos luchando contra los medios”. Una petición de paz que quizá puede acabar como el Tratado de Versalles de la I Guerra Mundial, que no evitó que se produjera un segundo conflicto, mucho más sangriento si cabe.
Hevia asumió que tomaban los mandos “en plena tempestad”, aunque quiso quitarle hierro a su compañero, Fermín Cabal que minutos antes había comentado que “la SGAE vive un momento peligrosísimo con un pie en el abismo, ya que la entidad puede desaparecer a corto plazo”.
El nuevo presidente, que afirmó que no hay que utilizar “expresiones catastrofistas”, sí reconoció que la entidad sufre “una situación crítica”. En gran parte porque una serie de músicos, que retiraron sus candidaturas en las elecciones, también están dispuestos a sacar su repertorio de la entidad si no se cambian los estatutos, se implementa el voto electrónico y se cambia el sistema de reparto.
Por este motivo del reparto también han amenazado con retirar su repertorio a comienzos de 2019 grandes multinacionales como Warner/Chappell, Sony ATV, Universal Publishing, BMG y Peermusic.
“Queremos que haya un entendimiento, por lo que queremos reunirnos con estos socios que han mostrado su desacuerdo. Un Brexit sería malo para todos”, indicó con contundencia el músico asturiano, quien también añadió que “es vital que no se marchen. El objetivo es poder subsistir”.
Sin embargo, Patacho, uno de los socios que retiró su candidatura, afirmó a eldiario.es que “todo ha salido según lo previsto y por tanto nuestra postura no se va a modificar. Vamos a iniciar el proceso de retirada de SGAE tanto autores como editores. No reconocemos a esta junta directiva, no vamos a aceptar los estatutos, solo reconoceríamos que se convocaran nuevas elecciones que ofrezcan la garantía del voto electrónico”.
“No nos identificamos con la denominación ‘la rueda’”
No es el único asunto peliagudo. En relación se halla el caso judicializado de la rueda de las televisiones, la programación de la música en horarios nocturnos con apenas un 1% de audiencia, y que está siendo investigado por el juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, por un posible fraude de hasta cien millones de euros.
Tanto Hevia como Cardalda, al igual de otros músicos que también están en la nueva junta como Josemi Carmona, siempre han defendido la música nocturna. No obstante, Hevia quiso acentuar que “desde los órganos de dirección actuales no nos identificamos con esta denominación [la rueda]”, ya que consideran que no todos los casos de músicos cuyo repertorio se emite en estos horarios son fraudulentos.
Su nombre, por otra parte, sí apareció cuando su empresa, la editora musical Busindre Business, fue investigada por este presunto fraude acaecido entre 2006 y 2011. En este sentido, el gaitero también quiso destacar que “ahora no hay ni un solo miembro de la junta imputado. Son hechos de antes de 2013 que se están investigando, y espero que nadie de la junta acabe imputado. En principio hay que respetar la presunción de inocencia”.
No escapa tampoco el posible conflicto de intereses de Hevia con la presidencia por haber recibido cantidades en concepto de derechos de autor -de varios millones de euros, según El Mundo- procedentes en buena parte de la emisión de la música en televisión. “Esto lo juzga la Comisión Deontológica y esta junta es favorable a someterse desde el minuto uno a esta comisión”, aseguró el creador de la gaita electrónica.
Cambios estatutarios y el apercibimiento del Ministerio de Cultura
La nueva presidencia tiene también como espada de Damocles el requerimiento del Ministerio de Cultura para cambiar estatutos, implementar el voto electrónico y modificar el sistema de reparto. La fecha tope es el 27 de diciembre. Hevia afirmó que “vamos a intentar cumplir con el requerimiento” y manifestó su intención de que se implemente el voto electrónico, siempre y cuando “haya garantías de seguridad”. En relación al reparto “tiene que pasar por la Asamblea”, pero reafirmó que su “voluntad política para solucionar” el conflicto con Cultura “es total”.
Durante la rueda de prensa, que duró algo menos de una hora, apenas se hizo una observación a la gestión del anterior presidente, José Miguel Fernández-Sastrón. “Si ha habido irregularidades tendríamos que comprobarlo y si lo creemos tendremos que denunciarlo”, zanjó Hevia.