Cervantes murió hace casi ya 400 años. Y como les pasa a muchos célebres muertos, siempre hay excusas para agitar sus restos, como demostró el Ayuntamiento de Madrid con su obsesión circense por encontrar sus restos. En abril de 2015 se creó la Comisión Nacional para la conmemoración del IV Centenario de la muerte de Miguel de Cervantes, presidida por los reyes. Y ayer se presentó el programa de actividades para celebrar el citado aniversario, preliminar y en curso de ampliación.
La Comisión es un órgano interministerial adscrito al Ministerio de Educación, Cultura y Deportes que integra en sus diferentes órganos a representantes de instituciones culturales dependientes del Gobierno, así como instituciones de otros niveles administrativos como Madrid, Castilla-La Mancha, Aragón o el Ayuntamiento de Alcalá de Henares. Dado el carácter de “acontecimiento de excepcional interés público” , es un instrumento que programa, impulsa y coordina las diferentes actividades previstas en la conmemoración. Y, como viene siendo habitual en este tipo de conmemoraciones, habilita un paquete de vehículos y de incentivos fiscales al mecenazgo que permitirían la también habitual campaña de difusión y comunicación bajo el sello “IV centenario de la muerte de Cervantes”.
Una programación sin... Castilla-La Mancha
La programación que se ha presentado se ordena alrededor de cinco planes de actividades: plan de actividades culturales, plan de investigación, plan de promoción nacional e internacional, plan de desarrollo del turismo cultural y un plan de patrimonio y legado. La Comisión asegura haber recibido más de 70 proyectos que se engloban en todos estos planes siempre y cuando guarden alguna relación con la figura o la obra de Miguel de Cervantes, sean originales, rigurosos y contengan una cierta “relevancia cultural”. También se han valorado aspectos más técnicos como el impacto previsto tanto a nivel nacional o internacional, el desarrollo y concreción de la actividad y la existencia de un plan de financiación.
Una parte muy significativa de todas las actividades previstas corren a cargo de unidades de los propios ministerios: desde la Biblioteca Nacional, la Compañía Nacional de Danza o el Teatro Real hasta el Instituto Cervantes o Acción Cultural Española. Y después, muchas otras actividades propuestas por la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Alcalá de Henares. Sin embargo todavía no se registran actividades que hayan sido propuestas por otras Comunidades Autónomas (tan solo Aragón participa en el programa con dos actividades) ni por otras ciudades cervantinas (Barcelona, Valladolid, Toledo...).
Pero la gran ausente es La Mancha. ¿Cómo es posible que Castilla-La Mancha, con lo que le debe al escritor complutense, no haya propuesto todavía actividades? Desde la Junta de Comunidades dan el silencio por respuesta y no explican, a requerimiento de este diario, la situación. Desde el ministerio se argumenta que el programa aún está abierto, pero en cualquier caso, esta situación deja ver una cierta descoordinación de la Junta de Comunidades con la Comisión y viceversa. Un problema, el de la descoordinación, que sería fácil de resolver si no fuera por el carácter atropellado e incluso improvisado que aparentan la mayoría de las actividades programadas.
Enfoque madrileño y sesgo turístico
De momento, el conjunto de la programación tiene un marcado tono madrileño y un sesgo institucional que la aleja de las pulsiones artísticas, literarias y culturales. Si la conmemoración es de carácter estatal, ¿cómo se explica que la mayoría de las actividades se concentren en Madrid? ¿A qué se debe que la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Alcalá hayan presentado una batería de actividades que van desde cuentacuentos, charlas, visitas dialogadas, talleres de familias hasta conciertos, en su mayoría con un marcado carácter local?
También destaca la ausencia del programa oficial de muchas otras instituciones o espacios culturales de referencia en un contexto cervantino: los festivales de teatro clásico como el de Almagro, el de Mérida, Olite, Olmedo... Festivales de literatura como el Gutunzuria de Bilbao, el Primera Persona de Barcelona... Los festivales y los centros de producción de referencia en artes escénicas: Festival de Granada, Grec de Barcelona, Festival FACYL, Teatro Central de Sevilla, Teatre Lliure... El Museo Naval (por eso de Cervantes marinero...). En definitiva, estructuras que dada esa consideración de “acontecimiento de excepcional interés público” y su posición destacada en el tejido cultural, justificarían su participación en la misma.
Por otra parte, los enfoques turísticos tiñen muchas de las actividades previstas y muy particularmente las propuestas por Turespaña (Instituto de Turismo de España) que se distancian de los preceptos marcadamente culturales fijados por la Comisión. Este Instituto público propone realizar sendos eventos turísticos en Oslo y Bruselas para promocionar Cervantes y el Quijote así como una campaña para conocer el Madrid de Cervantes, o un viaje para prensa internacional por una ruta “quijotesca”.
Mientras la Comisión completa esta programación y sale al paso de los visibles problemas de coordinación, parece que las prisas por presentarla han primado por encima de otros criterios. Prisas por presentar resultados antes de final de la legislatura, aunque sean resultados incompletos, como quien inaugura un aeropuerto sin licencia para funcionar.