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Pilar Jurado, ¿una nueva presidenta para que todo siga igual en la SGAE?

La reunión extraordinaria de la junta directiva de la SGAE de este miércoles no fue tumultuosa, pero dio con resultados inesperados para algunos de los miembros que habían registrado la moción de censura contra José Ángel Hevia.

Tal y como estaba previsto, prosperó la moción contra el gaitero asturiano, que fue cesado como presidente por 22 votos a favor, 12 en contra y uno en blanco. El resultado, según el dramaturgo Fermín Cabal, “hay que considerar una victoria, porque lo que queríamos constatar era que el presidente era un obstáculo para la política de salvar la SGAE”.

Sin embargo, fue elegida nueva presidenta la soprano y compositora Pilar Jurado (Madrid, 1968), que se enfrentaba al guionista Antonio Onetti que sonaba como favorito. Jurado consiguió 17 votos a su favor, mientras que Onetti se quedó con 12. Hubo un voto en blanco.

Jurado es miembro del colegio de Gran Derecho (los dramaturgos) y en su favor tuvo, además de su voto, el del dramaturgo Eduardo Galán, del mismo colegio. Pero también la apoyaron los miembros del colegio de Pequeño Derecho (los músicos) y los Editores musicales. Onetti, que sólo pudo contar con 12 votos, los de Audiovisuales –le faltó el de Antonio Hens, que se encontraba fuera de Madrid- y cuatro de Gran Derecho, se quedó fuera. En total emitieron su voto en esta elección 30 miembros de los 35 totales de la Junta Directiva. Hubo cinco ausencias que, al tratarse de una votación extraordinaria, no pudieron delegar su voto.

“Jurado ha conseguido los mismos apoyos que ya tenía Hevia”, ratifican fuentes de la SGAE. Pequeño Derecho (músicos) y Editores votaron en bloque por la soprano. “La gente de la Rueda [en alusión al presunto fraude por la emisión de música nocturna] hace lo mismo que nosotros y piensan: del mal, el menos. Eso es la política. Quieren minimizar el coste, pero la derrota de la Rueda ha sido estrepitosa, eso es una bofetada. La Rueda ahora mismo está descarrilando, porque mucha gente de Pequeño Derecho también está deseando que haya paz”, manifiesta Cabal.

De hecho, según ha podido saber eldiario.es, la reacción de Hevia, que ha estado solo tres meses en el cargo, no fue muy amable al enviar un email “con varios insultos” hacia Pilar Jurado. Como indica desde la SGAE, a Hevia ya solo le defiende el núcleo duro de la Rueda “que no llegan a más de ocho miembros de la Junta Directiva”.

Afinar la partitura de la SGAE

La soprano, que consiguió en 2011 convertirse en la primera mujer en estrenar una ópera propia, La página en blanco, en el Teatro Real, indicó en su discurso de petición del voto que negociará con el Ministerio de Cultura el asunto de la intervención –afirmó conocer bien a miembros que trabajan en el departamento que dirige José Guirao- y que regulará los repartos de acuerdo con la ley. También insistió en impulsar la comisión deontológica. “Hevia era un desastre y la convocó mal, pero ahora sí se va a hacer”, señalan desde la SGAE.

Tras conocerse la votación  que abogará por “el diálogo con las instituciones, tanto en España como en Europa y Latinoamérica”, así como por “la transparencia en la gestión y la recuperación del prestigio de la entidad”.  Sin embargo, más allá de estas palabras, Jurado no desgranó ninguna propuesta concreta.

Y no son pocos los problemas a los que se enfrenta la SGAE. No solo  la intervención que ha solicitado Cultura a la Audiencia Nacional, sino también la decisión de la CISAC (Confederación Internacional de Sociedades de Autores), que ya sancionó a la entidad por el presunto fraude del caso de la Rueda y que ha amenazado a la entidad con su expulsión. En todo este asunto la regulación del sistema de reparto se plantea como fundamental.

Sexta en ocupar el cargo en tan solo ocho años

Jurado se ha convertido en la sexta presidenta de la SGAE en menos de ocho años. Desde 1995 hasta 2011, cuando comenzó el caso SAGA, Teddy Bautista dirigió, como presidente del Consejo de Dirección, los designios de la entidad.

En aquel tiempo fueron varios los presidentes de la SGAE, como Ana Diosdado, que estuvo al frente entre 2001 y 2007, pero quien ejercía realmente el mando eran Bautista y los músicos del colegio de Pequeño Derecho.

Con la entrada de las autoridades policiales en la sede de la SGAE en aquel julio de 2011 cuando también fue detenido el propio Bautista comenzaron una serie de cambios en la entidad que llevaron a la presidencia a Antón Reixa, que dimitió en 2013 tras sacar a la luz los presuntos fraudes del caso Rueda, José Luis Acosta –un breve impass que dio cierta relevancia al colegio de Audiovisuales– , José Miguel Fernández-Sastrón y, finalmente, José Ángel Hevia. Ocho años durante los cuales los músicos han tenido prácticamente todo el poder en la SGAE.

Hasta el pasado mes de octubre, Jurado nunca había sido miembro de la junta directiva de la entidad, pero tampoco era una desconocida. Había tenido relación con miembros implicados en el sumario del caso Rueda como José Luis Rupérez Cebolla, productor de varios programas musicales en los que ella participó. Sin embargo, ha negado tajantemente que consiguiera ningún tipo de ingresos por ese cauce.

De momento, la junta directiva quedará como hasta la fecha, aunque es probable que cambie uno de los vicepresidentes, el músico Teo Cardalda, de Pequeño Derecho, una modificación que previsiblemente se hará en las próximas fechas. Se mantendrán como vicepresidentes Antonio Onetti, del colegio de Audiovisuales, Fermín Cabal, de Gran Derecho, y Clifford Williams, de los Editores. “Yo ya le he dicho que tendrá todo apoyo de Gran Derecho y de Audiovisual. Toda la lealtad. Y le doy un voto de confianza. Como a Hevia, aunque luego no pudo ser”, reconoce Onetti a eldiario.es.

De ingeniera a soprano

Jurado es conocida en el mundo de la música lírica desde hace varias décadas. Debutó como soprano en 1992 y ha ganado varios premios como el Reina Sofía, el Villa de Madrid o el Ojo Crítico. Si en 2011 estrenó su ópera en el Teatro Real, en 2013 también estrenó Mi diva sin mí en el Teatro de la Zarzuela.

Como ha contado en alguna ocasión, su deseo infantil era convertirse en ingeniera, pero su vida cambió a partir de los 17 años. Ahora ha tomado un nuevo rumbo como presidenta de la SGAE. Tampoco es tarea fácil.