Los Oscar dejan fuera de la gala los premios a los que optan Alberto Iglesias y Alberto Mielgo

Los Oscar están obsesionados con las bajadas de audiencia de las últimas ceremonias. Cada año intentan innovar y buscar nuevas formas para captar nuevos espectadores y para que los que estaban no se apaguen su televisor. Han probado ceremonias sin presentadores, números musicales, amagos de premios a películas populares… La última medida promete ser la más polémica de todas. La Academia ha decidido suprimir ocho premios de la ceremonia en directo y entregarlos antes de que empiece la gala televisada para agilizar y dar ritmo. Entre estos ocho, dos a los que optan españoles. Por tanto, si el próximo 27 de marzo Alberto Mielgo o Alberto Iglesias -nominados a Mejor corto de animación y Mejor banda sonora respectivamente- ganan su Oscar no lo veremos en directo.

El controvertido cambio fue adelantado por los medios de Estados Unidos y confirmado posteriormente por el presidente de la Academia, David Rubin, que intentó calmar los ánimos explicando esta decisión. En un comunicado explicó la medida y puntualizó que estos ocho premios se anunciarán antes de la gala, con el público ya en el Dolby Theatre, y que después, durante la retransmisión se emitirá un resumen con las reacciones de los ganadores. Se prevé que lo que haya sea un vídeo montado y resumido de estos ocho premios.

Los afectados son los nominados en las categorías de mejor documental, mejor montaje, mejor maquillaje y peluquería, mejor diseño de producción, mejor sonido, mejor corto, mejor corto animado y mejor banda sonora. Las reacciones no se han hecho esperar, y desde las redes sociales ya se pide a la Academia que rectifique. Muchos cuestionan incluso el criterio para elegir las categorías ‘suprimidas’, ya que entre ellas se encuentra una fundamental, la de Mejor montaje. 

No es la primera vez que la Academia de Hollywood se plantea algo así. En 2018 también anunció que sacaría de la ceremonia en directo varios premios técnicos y los entregaría en las publicidades. La reacción fue tan negativa que tuvieron que rectificar. Incluso varios de los directores nominados aquel año, como Alfonso Cuarón, criticaron la medida y forzaron volver a una gala donde se entregaran todos los galardones. También los Goya tantearon una medida parecida. Fue en 2007 cuando la Academia quiso entregar los tres premios de cortometraje en una cena paralela. Las críticas fueron atronadoras y finalmente no se llevó a cabo la medida. 

Otros premios, como los Grammy y los Latin Grammy, sí que entregan la mayoría de los galardones en una ceremonia previa que no se emite por televisión, pero en este caso viene motivado por el ingente número de galardones que se entregan. Son casi un centenar de categorías —varias por cada estilo de música— frente a las 23 de los Oscar.

La Academia vuelve a demostrar con esta medida su obsesión por no perder audiencia, algo que ya se había desprendido cuando anunciaron que este año reconocerán a la película más popular, después de que sus miembros votaran hace unos años en contra de la creación de una categoría que llevara ese nombre. Su intención es que las películas más taquilleras del año estén reconocidas y que eso pueda atraer a públicos más jóvenes. De momento, el tiro les ha salido por la culata, ya que según filtraron varios medios, los filmes más votados en estos momentos son la versión musical de Cenicienta de Amazon, protagonizada por Camila Cabello, y El fotógrafo de Minamata, que ha sacado en tromba a los fans de Johnny Depp a votar para que se lleve este reconocimiento.