El proyecto de presupuestos para Cultura contempla una subida para el Instituto Cervantes de un 4,5 %, hasta los 120,5 millones de euros, según ha explicado hoy en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso el director de esa institución, Juan Manuel Bonet.
El aumento de 5,2 millones de euros respecto a 2016 es “una buena noticia” y una “satisfacción”, ha dicho Bonet en su primera comparecencia ante los diputados desde que tomo posesión de su cargo el pasado 8 de febrero.
Gracias a ese incremento, ha dicho, se plantean un aumento del presupuesto de gastos que se concentra en los capítulos de Personal -un 1,9 % más-, Gastos Corrientes -4,6 % más- e Inversiones -un 50 % más-, apartado al que se imputará el traslado del centro de Beirut, para permitir “un correcto acceso del público en general”, además de la reforma de la biblioteca del de París.
El de Personal es el capítulo “más importante” de su presupuesto, y se lleva un 49 % del total (59,4 millones), seguido de los Gastos Corrientes, un 46 % (55,5 millones), y de las Inversiones, el 4 % (4,5 millones).
El aumento global del presupuesto procede de un “significativo” incremento de los ingresos por actividades del Cervantes, por importe de 6,2 millones de euros, un 13,3 % más.
La mejora se debe, ha detallado, a las pruebas de conocimientos lingüísticos (DELE), el nuevo certificado de español en línea (el SIELE) y de conocimientos constitucionales y socio-culturales de España (CCSE), pruebas que gestiona el Instituto a través de una extensa red de centros de examen en España y en el exterior.
El Cervantes proyecta en total unos ingresos de actividad de 52,4 millones de euros.
En lo que se refiere a los gastos culturales del Cervantes, ha indicado, se prevé un incremento de un 11% en este ejercicio.
Los recursos propios suponen el 46,7% del total de ingresos, mientras que las transferencias del Estado, que bajan un millón de euros, constituyen el 53,3% restante.
“Esto es posible gracias a la flexibilidad y agilidad en la gestión de nuestros recursos, que nos permite adaptarnos a las realidades locales de cada uno de los países en los que se desarrollan nuestras actividades”, ha dicho Bonet.
Siguen “trabajando intensamente” en la “iberoamericanización” del Cervantes, algo que está “en el ADN de todos y cada uno” de sus centros, y ya hay varias instituciones iberoamericanas ubicadas en sus instalaciones en la sede central de Madrid, tales como la UNAM mexicana, el Instituto Caro y Cuervo colombiano, el Centro Cultural Inca Garcilaso.
“Por supuesto -ha subrayado- también tenemos la misión de difundir las lenguas cooficiales del Estado, y la producción cultural en catalán, en gallego y en vasco”, para lo que tienen “relaciones” con el Institut Ramon Llull, distintas instituciones gallegas y el Instituto Extepare.
“Tengo el encargo de poner en marcha en los próximos meses un plan de choque cultural, que permita realizar actividades de mayor envergadura en este campo, y hacer que los centros del Cervantes se consoliden como verdaderos escaparates de la creación actual”.
Para ello, ha dicho, quiere implicar a entidades públicas y privadas como museos, la sociedad estatal AC/E, fundaciones privadas y conseguir en futuros ejercicios presupuestarios “mayor aportación de las transferencias del Estado”.
Es una institución “austera” y en los años de crisis sus ingresos por actividades propias, la contención del gasto, y la “necesaria venta” de una parte del patrimonio del Instituto, han permitido paliar la disminución de las transferencias del Estado en estos últimos ejercicios.