El periodista y escritor Raúl Gay ha reflejado en “Retrón. Querer es poder (a veces)”, la discapacidad que le afecta desde su nacimiento y lo ha hecho a través del humor negro porque “hay que reírse de todo y me río de la situación que me ha tocado vivir”.
“El libro es un ensayo sobre la discapacidad con mucho humor negro. Se trata de hablar de cosas difíciles; no es agradable pero se pueden transmitir sentimientos”, ha comentado a Efe antes de la presentación de su primera obra en la FNAC de Zaragoza.
Raúl Gay (Zaragoza, 1981) nació con el síndrome de Roberts o focomelia (afección que provoca malformaciones en las extremidades), lo que le ha llevado a sentirse observado desde el primer día de su vida, pero no le ha impedido formarse intelectualmente a pesar de las trabas que ya le tocó vivir desde el comienzo de su escolarización, en un momento en el que la discapacidad no era tan visible ante la sociedad.
En el libro resalta la frase que en algún momento del inicio de su proceso de escolarización pronunció el director de la escuela en la que se formó: “Por mis cojones que Raúl no entra en mi colegio”, así como la respuesta que recibió por parte de la entonces directora de Educación de Aragón: “Por mis ovarios que sí entrará”.
Lo primero que llama la atención es el título del libro que refleja una palabra que no existe, “Retrón”, y que salió del entorno de sus amigos “hace muchos años”, que se ha mantenido y además ha terminado adoptando para definir tanto su discapacidad como otras discapacidades.
“'Retrón' en mi entorno es una forma de hablar de la discapacidad ajena a todo tipo de connotaciones y sin los tabúes que hay en la sociedad”, ha explicado.
La estructura del libro es una combinación de ensayos con capítulos en los que se resalta la importancia del dinero, “porque para moverme necesito una silla que vale más de 4.000 euros”; la cultura y la relación con otras personas, y otros que son “más autobiográficos, en los que cuento experiencias que me han sucedido en la vida”.
En las redes sociales ha destacado que el libro lo están calificando como “una mirada a la discapacidad bastante distinta a la habitual”, en la que ha encontrado “el equilibrio” entre las dos maneras de entender la discapacidad por parte de la sociedad que “nos ve como seres miserables e infelices encerrados en su casa o los que nos ven en el otro extremo”.
Lo que deja claro Gay sobre su obra, a la vez que reconoce que a corto plazo no cree que tenga continuidad pero sí que escriba alguna novela, es que no se trata de un libro de autoayuda porque no da consejos. “Por eso la gente lee más novela, para sentirse más identificada con el protagonista”, reflexiona.
No obstante piensa que puede servirle a personas que lo han pasado mal y también “para conocer un mundo distinto y sentir cierta empatía”
El libro, con 350 páginas, cuenta con el prólogo del periodista Iñaki Gabilondo quien resalta “los dos tiempos” que ha vivido en su lectura, en lo que apunta es como un iceberg en el que “debajo del octavo visible podemos imaginar los siete octavos de invisible verdad maciza, de titánicos esfuerzos, desfallecimientos y grandes minúsculas victorias”.