Ante la decisión de cancelar la representación de “Mongolia sobre hielo” en La Rambleta de Valencia, programadas para el 1 y 2 de diciembre, los miembros de Mongolia expresan lo siguiente:
1- Acatamos la decisión tomada, pero no la compartimos. Es más: nos parece una grave equivocación en una democracia que quiera ser digna de este nombre.
2- Valoramos y agradecemos los esfuerzos realizados por La Rambleta y sus trabajadores para seguir adelante con la actuación, pero no comprendemos que las autoridades no sean capaces de garantizar la seguridad.
3- Es inimaginable en una sociedad democrática que las amenazas de un pequeño grupo violento e intolerante fuerce la suspensión de actividades culturales de forma continuada sin que las autoridades actúen para evitarlo.
4- Nos resulta incomprensible que un país capaz de garantizar la seguridad en Mundiales de fútbol, Juegos Olímpicos y ahora incluso nada menos que en la final de La Copa Libertadores de América sea incapaz de garantizarla en un espectáculo de dos humoristas en un teatro de titularidad municipal moderno y de excelencia.
5- La decisión de suspender las actuaciones de Mongolia no es un hecho aislado, sino que se produce muy poco después de una decisión análoga ante el show de Dani Mateo, Cimas y Vaquero, lo que añade si cabe más gravedad a una situación ya muy grave de por sí. Cada suspensión refuerza a los intolerantes, que ven cumplidos sus objetivos y se envalentonan ante la siguiente campaña, debilita la democracia y erosiona sus principios fundamentales.
6- Lo sucedido en Valencia con reiteración no es ya por tanto un problema de esta localidad, de Mongolia o ni siquiera del mundo de la cultura, sino que interpela directamente al conjunto del país al amenazar las bases mismas de una sociedad abierta: es inconcebible que en una democracia liberal de la Unión Europea un minúsculo grupo de ultraderecha se crea en el derecho, a través de amenazas violentas, de decidir la programación de una sala de teatro de titularidad municipal y que, además, las autoridades se lo consientan de forma reiterada.
7- Sabemos, porque abundan los ejemplos en la Historia, que hay líneas básicas que no pueden traspasarse si queremos vivir en una democracia digna de este nombre: esta es una de estas líneas. Es por ello que hacemos un llamamiento a las autoridades de este país para que el espectáculo “Mongolia sobre hielo” pueda programarse en otra fecha en La Rambleta con todas las garantías de seguridad, como es la voluntad expresada por sus programadores y por todo el equipo de Mongolia.
8- Mongolia quiere agradecer las muestras de solidaridad y apoyo recibidas y el compromiso de todas las personas que hacen posible este proyecto, que tiene como objetivo empujar para extender los márgenes de la libertad de expresión en España. Nuestro compromiso sigue intacto: estamos convencidos de que la sátira es uno de los mejores indicadores de la salud de una democracia.