La Unesco maniobra para quitarle a Rusia la reunión del Patrimonio Mundial

Peio H. Riaño

1 de abril de 2022 22:43 h

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Kazan es la capital de la República de Tartaristán, se levanta a las orillas del Volga y hay evidencias de que una raza especial de gatos habitó alguna vez en la octava ciudad más poblada de Rusia, con un millón y medio de habitantes. Cuentan que aquellos felinos se distinguían por su gran tamaño, su cara ancha, su prominente frente y un extraordinario instinto cazador. De hecho, Catalina la Grande pidió treinta para acabar con una plaga de ratones en el Palacio de Invierno (Hermitage) de San Petersburgo y en 2009 a alguien le pareció buena idea erigir un monumento en honor a estos gatones. El escultor lo hizo en aluminio, bien alimentado y recostado en un sofá bajo palio de tres metros de alto. Es una escultura tan agraciada como las que adornan las rotondas españolas y, sin duda, es uno de los lugares más fotografiados de la ciudad donde la Unesco tiene previsto celebrar el próximo 19 de junio la 45 sesión del Comité de Patrimonio Mundial.

Si nada cambia los planes, Kazan será el epicentro del patrimonio histórico. Allí, durante diez días, se reunirán los 21 países miembros del Comité para decidir qué sitios pasan a formar parte de la preciada lista de Patrimonio de la Humanidad o Patrimonio Mundial. El objetivo es catalogar, preservar y dar a conocer sitios “de importancia cultural o natural excepcional para la herencia común de la humanidad”. Este año la Unesco tiene un problema diplomático. Al mismo tiempo que el ejército de Vladimir Putin arrasa con la población ucraniana y con su legado histórico, cultural y natural, Rusia será el faro de la protección del patrimonio mundial.

Tal y como marca el reglamento interno de la Unesco, es el Comité del Patrimonio Mundial y sus 21 Estados miembros (elegidos por la Asamblea General, formada por 194 Estados), quien determina la fecha y el lugar de su próxima reunión en cada sesión. Desde la Unesco aclaran a este periódico que la decisión de celebrar la 45 reunión del Comité del Patrimonio Mundial en Kazán (Federación de Rusia), del 19 al 30 de junio, “fue tomada por el Comité con mucha antelación a la guerra, en su 44 reunión, celebrada en julio de 2021”.

Una sesión extraordinaria

Para proceder a un cambio de ubicación de la próxima reunión del Comité de Patrimonio Mundial, solo puede decidirse de dos maneras, aclaran desde la Unesco. Por un lado, bien por los 21 Estados Miembros del Comité reunidos en sesión extraordinaria a petición de dos tercios de sus miembros, que tomarían la decisión por consenso o por mayoría simple de votos. O, por otro lado, por los Estados Miembros de la Mesa del Comité, que tomarían la decisión en una reunión específica. España quiere que sea Grecia el lugar sustituto y con la presidencia del embajador griego.

“Hasta la fecha ninguno de los Estados Miembros del Comité ni la Mesa del mismo han solicitado formalmente dicha reunión extraordinaria”, aseguran desde la Unesco. De esta manera, el centro del patrimonio sigue siendo Kazan, ciudad incluida en la Lista Mundial en el año 2000 por conservar la única fortaleza tártara en Rusia, formada por un llamativo grupo de edificios históricos de los siglos XVI y XIX.

Sin embargo, elDiario.es se ha puesto en contacto con los miembros de la embajada española en Unesco que indican que “España, como muchos otros países europeos y no europeos, está en contra de que la reunión sea en Rusia y de que la presida el embajador ruso”.

La embajada española, cuyo responsable es el exministro de Cultura José Manuel Rodríguez Uribes, asegura que para que esto suceda se está organizando una reunión extraordinaria de los 21 países que forman parte del Comité de Patrimonio Mundial, que requiere la firma de dos tercios, es decir, 14 Estados. Aseguran estas fuentes que por la Unión Europea están a favor Italia, Grecia, Bélgica y Bulgaria. “Todo va a depender de conseguir esas 14 firmas”, indican. Y explican, por último, que esta maniobra debería suceder en las próximas dos semanas.

No es la primera vez que se cambiaría de ciudad en el transcurso del año. Pero sí sería histórico en 45 ediciones un cambio de país y presidencia por la actuación concreta de un Estado miembro. “La nueva convocatoria de sesión extraordinaria se aduce el artículo 6.3 de la Convención 1972 de Patrimonio de la Humanidad donde todos los Estados Miembros se comprometen a no tomar ninguna medida que pueda dañar el Patrimonio de otro”, apuntan desde la delegación española.

Saqueo, expolio y destrucción

Hasta el momento el único movimiento de la Unesco sobre la invasión de Ucrania sucedió el pasado 15 de marzo, cuando en una sesión extraordinaria se aprobó una declaración conjunta en contra de la guerra. En uno de los 22 artículos redactados se llamaba la atención sobre los daños causados por el ejército de Putin sobre los bienes culturales. También indicó que “deplora y condena” la destrucción del patrimonio cultural, “el saqueo y el contrabando de los sitios arqueológicos, museos, bibliotecas, archivos y otros sitios”.

La organización alertó sobre la destrucción del sitio de Babi Yar en Kiev, un memorial del Holocausto alcanzado por misiles rusos. También apunta la Unesco que fue agredida la Ciudad Creativa para la música de Kharkiv y el centro histórico de Chernihiv, aspirante este año a la Lista Mundial, en la que Ucrania tiene siete hitos. Y Rusia, 30.

Por su parte, Rusia exigió a Ucrania en sus enmiendas el “fin inmediato” al despliegue de equipos militares y tropas “cerca o dentro de los sitios del patrimonio cultural, así como cerca o dentro de las instituciones educativas, escuelas, jardines de infancia y parques infantiles” para garantizar la protección del patrimonio.