Pokémon GO un verano después: ¿quién sigue jugando?

Pokémon GO se hizo con todas las estadísticas: fue más buscado que la palabra ‘porno’, superó en instalaciones a aplicaciones como Tinder, y tuvo casi tantos usuarios activos como Twitter.

Un verano después de la euforia colectiva, la aplicación, lanzada el 15 de julio de 2016 en España, continúa recibiendo actualizaciones y cuenta con comunidades de usuarios que todavía salen a “cazar”.

Uno de ellos es Francisco Sastre, encargado de Spain Pokémon Go, una de las comunidades con más seguidores en España. El aficionado pertenece al equipo Instinto, tiene un personaje de nivel 37 y comenta a eldiario.es: “A mí me encantó desde el principio. No he parado de jugar desde entonces”. En la misma línea está Ignacio Montoro, miembro del Team Eevolution: “Nosotros seguimos organizando quedadas cada dos o tres semanas”.

Pero otros usuarios ya han perdido el interés. Es el caso de Manuel Delgado, director de Equilateral, una página de información especializada en videojuegos. “Lo dejé porque era algo muy repetitivo, no había nada que me llevase a seguir jugando”, menciona el periodista a eldiario.es. Añade que, “una vez que encuentras tus Pokémon y los subes de nivel, no hay aliciente para seguir”.

65 millones de jugadores activos

Aunque según Google Trends la popularidad actual de Pokémon Go dista bastante de la que tenía en sus inicios, la fiebre continúa por otros frentes. La última cifra oficial publicada por Niantic, la empresa desarrolladora, revela que 65 millones de usuarios seguían activos en abril de 2017.

De hecho, los creadores de la app han anunciado varios eventos mundiales para reunir a jugadores en ciudades como Barcelona. “Es complicado porque un viaje desde aquí hasta allí son seis horas”, explica Sastre, que vive en Burgos. No obstante, a veces la distancia es un problema menor, especialmente cuando “comentan que allí aparecerán Pokémon más fuertes” y que “podrían ser los legendarios”, afirma el jugador. “Si ese mismo día me dan vacaciones, a lo mejor sí que puedo ir”, añade.

Aunque los eventos organizados atraigan a determinados usuarios, jugadores como Ignacio Montoro ven complicado que se vuelva a repetir el auge inicial: “Al jugador de a pie no creo que le llame la atención que vayan a sacar un Pokémon legendario en medio de Madrid”.

“El juego ya es más de nicho y no tanto de masas”, matiza Delgado. Aun así, a pesar de que la fama inicial no persiste, Pokémon GO ha terminado encontrando un público fiel que, para Montoro, “se va a mantener aunque tarden las actualizaciones”.

No es probable que se repitan quedadas como la que el año pasado reunió a más de 3.000 personas en la Puerta del Sol de Madrid, pero los más fanáticos continúan acudiendo a reuniones organizadas por su comunidad. “Hacemos cenas cuando alguno llega a nivel 40”, indica Francisco Sastre.

Además, el perfil del aficionado a Pokémon Go no tiene una edad determinada. “Ahora estoy jugando con gente que está casada y con hijos”, señala Sastre. “La persona de más edad que conozco tiene 66 años, y juego con él muchas veces”, destaca el miembro del Team Eevolution. Continúa diciendo que “este hombre sale a las 11 de casa y no aparece hasta las 5 de la mañana”.

¿Volverá el fenómeno de Pokémon GO?

Finalmente, tras ser un añadido muy demandado por los fans, Niantic plantea añadir Pokémon Legendarios y el combate entre usuarios. ¿Es suficiente para recuperar a todos los jugadores iniciales? La novedad es un factor con el que la aplicación ya no cuenta y que el periodista de videojuegos Manuel Delgado cree fundamental: “No creo que el boom inicial de Pokemon Go se vuelva a repetir”. Añade que “quizá con otra aplicación sí”.

Por tanto, las actualizaciones de Niantic estarían más destinadas a asegurar unos usuarios que, jugadores como Montoro, consideran que no van a disminuir. “Los que se han quedado son gente que de verdad les gusta y no están por moda”. Así, los seguidores de Pokémon GO ya no son tan efímeros como antes. “No creo que siga perdiendo masa de jugadores a pasos tan agigantados como ocurrió en septiembre”, dice el fan.

Así, aunque quizá ya no sea tan común ver por la calle a “entrenadores” cazando Pokémon, un año después de su lanzamiento, la aplicación continúa con varias comunidades de usuarios que juegan cada semana. Lo próximo será intentar guardar en la Pokédex alguna criatura legendaria que, de momento, ni siquiera se sabe con seguridad dónde aparecerá.

El origen de Pokémon GO

Desde que nació en 1996, la franquicia de Pokémon lleva lanzando un mensaje a todos sus aficionados: “hazte con todos”. Sin embargo, aunque eran muchos los que fantaseaban con cazarlos en la vida real, por entonces era algo inimaginable.

En 2014, el mismo día de los inocentes de abril (April Fools' Day), Google jugó con las ilusiones de los aficionados a la franquicia: anunció el Pokémon Challenge. El vídeo promocional mostraba a jugadores capturando Pokémon en la vida real con la aplicación de smartphone Google Maps. No obstante, todo resultó ser una broma para inocentes, al menos por el momento.

Pero la fantasía se haría realidad. Como informan en la BBC, Tsunekazu Ishihara, director ejecutivo de Pokémon, era aficionado de un videojuego de estrategia para móviles llamado Ingress. El título, desarrollado por Niantic, unía elementos virtuales con el mundo real gracias a la realidad aumentada.

Así, las plazas y monumentos quedaban transformadas en bases que los usuarios tenían que conquistar. Ya existía la tecnología, solo faltaba la unión de tres empresas: Google, Nintendo y Pokémon Company. Finalmente, según la BBC, el proyecto surgió con una inversión inicial de 20 millones de dólares.

El éxito de Pokémon GO no tuvo precedentes. Como apuntan en Xataka, la aplicación tardó solo cuatro horas y media en situarse entre las apps más descargadas de Estados Unidos. Además, solo el primer día, logró algo que ningún otro juego había conseguido: unos ingresos que ascendieron a 10 millones de dólares.

El éxito pilló por sorpresa incluso a sus propios creadores, quienes empezaron a contratar a desarrolladores para mejorar los servidores de su aplicación. ¿El motivo? No estaban preparados para tantos usuarios simultáneos. Ahora, con muchos más recursos, los autores de la app plantean futuras actualizaciones con las que consolidar su comunidad de usuarios.