20 años después del hype, Nintendo quiere que te hagas de nuevo con todos. Pokémon Go aún no ha llegado a España, pero ya está rompiendo el mercado en EEUU, Nueva Zelanda y Australia. Pikachu, Bulbasaur, Charmander y compañía tiran, tanto, que la compañía japonesa se ha ido a la cama firmando este lunes su mejor jornada en el Nikkei -el índice bursátil nipón- desde 1983: sus acciones han subido de golpe un 24,52%.
¿Cuánto tiempo será capaz Nintendo de aguantar el tirón? Las cifras, de momento, son arrolladoras. Su valor de marca ha crecido un 41% desde el pasado miércoles y el número de usuarios sube como la espuma. Google Trends demuestra que la ola es implacable: en la última semana, Pokémon Go se busca más que “porno”, “Barack Obama” o “xvideos”; y está muy cerca de los términos “how to” -el equivalente en inglés al “cómo se hace”-.
SimilarWeb ha sido la primera consultora en analizar el fenómeno en los EEUU. El 8 de julio, dos días después de su lanzamiento oficial, Pokémon Go estaba instalado en el 5,18% de los dispositivos Android estadounidenses. Un día antes, el videojuego también lo estaba en más teléfonos que Tinder, la popular aplicación para ligar a través del móvil.
Según el estudio, más del 60% de los usuarios que tienen Pokémon Go la utilizan diariamente, lo que significa que cerca del 3% de todos los usuarios de Android de los EEUU tienen la app. Aunque de momento los usuarios activos diarios del videojuego no superan a Twitter, apenas les separa medio punto para igualarse. En SimilarWeb no dudan que Pikachu y los suyos superarán a la empresa de Jack Dorsey en un futuro no muy lejano.
Dos días después de su lanzamiento, la media de tiempo que los usuarios de Pokémon Go pasaban dentro de la app era de 43 minutos y 23 segundos. Prácticamente el doble del tiempo de uso de Snapchat, casi 20 minutos más que Instagram y 13 minutos más que WhatsApp.
El hype es tal que, aunque el videojuego aún no está disponible ni en Asia ni en Europa, los fans de la franquicia se las han ingeniado para jugar antes de su estreno oficial en el resto del mundo. El sitio web apkmirror experimentó un 600% más de tráfico del día 5 al 6 de julio -cuando fue lanzado Pokémon Go-. Más de cuatro millones de personas entraron al portal el día de su lanzamiento en EEUU, Australia y Nueva Zelanda para descargarse el juego. Sin embargo, según Wired, también hay versiones con malware incorporado.
¿Pero qué hay que hacer?
Andar. Básicamente hay que andar y atrapar Pokémon. El videojuego aprovecha la función de geolocalización del teléfono y dibuja un plano similar a como se vería Google Maps, con la única diferencia de que en vez de edificios hay hierba; unas veces más larga y otras, más corta. Quien recuerde los míticos videojuegos de Nintendo sabrá que las zonas de hierba alta era donde se hallaba la mayor concentración de Pokémon por metro cuadrado de Kanto -el país en el que se desarrollaba la acción de las primera entregas-.
En las versiones anteriores del videojuego, si nos salíamos de un camino y pisábamos la hierba era muy probable que “Un ... salvaje apareciese”, pero en Pokémon Go no será así. Será el usuario quien decida si intenta atrapar o no un Pokémon tirándole pokéballs. Después de capturar varias versiones de la misma criatura, podremos evolucionarlo.
Nintendo no se ha olvidado de los gimnasios: será el único lugar donde puedan desarrollarse las batallas entre jugadores. Tampoco de las tiendas, que ahora serán locales, estatuas, edificios y, en definitiva, todos aquellos puntos de interés de nuestra ciudad que le señalaríamos a un extranjero en un mapa. En EEUU ya hay algunos comercios que han prohibido la entrada a los “entrenadores” salvo si compran algo, o que han aprovechado el tirón para autopromocionarse.
La historia y el devenir del videojuego
Pokémon Go no es totalmente de Nintendo. Es más, la centenaria empresa de videojuegos apenas posee un 33% del nuevo título de la franquicia. El resto pertenece a Pokémon Company International, una empresa al margen de Nintendo en la que además se encuentran Pokémon Creature Inc y Game Freak. Junto a ellas también está una ex Google: Niantic Labs decidió soltarse de la mano de Sergéi Brinn y Larry Page en agosto de 2015, cuando la multinacional diversificó su modelo de negocio y se convirtió en Alphabet.
Sin embargo, la mecha la encendieron en Mountain Views en abril del 2014, cuando a alguien de Google se le ocurrió esconder Pokémon en Maps por eso del April Fool's Day. La idea caló hondo entre el público. También entre los desarrolladores, que vieron en la locura colectiva de la gente un filón a explotar en los próximos dos años. Así nació Pokémon Go, un videojuego para móviles que hoy ya desbanca a las búsquedas del término 'porno' en todo el mundo.
De momento, y a la espera de que Pokémon Go pueda descargarse en las tiendas oficiales de iOS y Android, la única fuente de ingresos del juego -aparte de la publicidad- es la venta de pokecoins. Son monedas Pokémon que habrá que comprar por dinero real y que en el juego nos servirán para adquirir pokéballs, pociones, etc.
Nintendo también pretende sacar a la venta un wearable, un pequeño complemento que podremos enganchar a nuestra ropa y que permitirá sincronizar el teléfono con el juego. Se llamará Pokémon Go Plus y funcionará de tal forma que, cuando corramos la app en segundo plano, vibrará cuando tengamos un Pokémon cerca y nos avisará de las pokeáreas, lugares aleatorios en los que podremos recoger items gratis . Costará 40 euros.